Capitulo 4 T. S.

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Querido diario, ¿por qué soy tan perfecto?

Digo, soy inteligente, atractivo, simpático y multimillonario. Cualquiera quisiera estar conmigo, ¡soy el hijo de Howard Stark, por Dios! Y aun con todo eso, él no me quiere. 

-Stephen-murmure en un suspiro mirando a la nada

-Que si Tony, Stephen Strange- mencionó Clint ya harto sacándome de mi burbuja.

 El equipo de basquetbol estaba practicando, Clint, Wanda, Bruce y yo los estábamos esperando para ir a comer algo. Cuando de repente entró Emma más que enojada.

- ¡Antony!- gritó llamando la atención de todos los presentes-¿Es cierto que estás con ese estúpido chico nuevo ?

-¿Te refieres a Stephen?- dije con suma tranquilidad, no era la primera persona en preguntármelo 

- Sí, él. Dijo que tu lo querías y que estabas con él-

-¿Él dijo eso?- dije intentando sonar lo menos sorprendido posible, pero no puedo evitar sonreír por la idea de que Strange talvez también sienta por lo menos una mínima atracción hacia mi.

-Lo dijo. No es verdad, ¿cierto?- pregunto con un claro temor en sus ojos

-Por supuesto que lo es- me voltee al resto del gimnasio-¡Para todos los que están hablando, es cierto yo quiero a Stephen Strange!- dije alzando la voz, de todas maneras todos ya nos estaban viendo. En eso llegó Loki corriendo y gritando

-¡Stark! ese chico nuevo es una diva total, debiste ver cómo callaba a Em- volteo a ver a Emma- bueno, creo que mejor te cuento luego

-Odio este lugar- dijo Emma para salir aun más enojada

-¡Este lugar también te odia!- le grito Loki antes de que se fuera

Me platicó todo lo que Stephen le dijo, diablos ese chico me va a volver loco y apenas lo conozco. Pasé a recoger unos libros en lo que los del equipo se cambiaban sus camisas llenas de sudor para que vayamos a comer. Cuándo entró él; no podía dejar de verlo, necesitaba saber lo que pasaba en esa mente, y más importante, en ese corazón. Quería leerlo, conocerlo y estar seguro de no era peligroso que él me conociera.

-Así que...¿yo prefiero estar contigo porque te quiero?- dije acercándome con una sonrisa, era obvio que no quería ni verme, pero disfruto molestar a las personas

-No sé de que hablas-

-¿Ah no? Bueno media cafetería sabe de que hablo, y medio gimnasio sabe que es cierto-

Se sonrojo y agarró sus libros, bastante enojado. Pero se detuvo, vio mi horario y luego sacó el suyo, pasó su mirada de una hoja a la otra cómo cinco veces. 

-¿Estas son tus clases?- asentí y ahí me di cuenta de qué compartíamos las mismas clases, que conveniente-

-Bueno, supongo que te veré en clases.-dije con una sonrisa para luego rozar mis labios con su mejilla y salir de ahí.

No debería de hacerlo, no debería de dar suaves roces, ni miradas posesivas, se supone que eso estaba en el pasado, y también se supone que no quiero a nadie. Pero no puedo evitarlo, aún así sé que es diferente a los demás, puede ver su inocencia, su brillo, su fuerza, sus miedos, todo en sus ojos. No me quiere por quien es mi padre, ni por mi dinero. Él no quiere al hijo de Howard, o al más inteligente del instituto, ni al heredero de la fortuna Stark, el me quiere a mi. A Antony Edward Stark, sólo falta que se de cuenta; y de eso me encargaré yo.

Tony

Querido diario, estoy enamorado [Ironstrange]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora