O mía o de nadie | Levi x Reader|| +18

３° ~✦Legión de Reconocimiento✦~

Finales del año 848:

-Me sorprende que haya venido en persona comandante Erwin.

-Según sus informes, esta cadete sobresale entre sus compañeros, además de haberse graduado antes que cualquiera de ellos con honores y de a verse alistado al cuerpo de exploración. Me gustaría conocer la en persona. También me acompaña el capitán Levi pero ha tenido que ir a entregar unos papeles, vendrá enseguida.

El comandante fue guiado por el capitán Keith Shadis, el instructor jefe encargado de los entrenamientos de los reclutas N.º114, era alto y calvo; de piel morena; con unas enormes cuencas que hundían sus ojos de color marrón oscuro; también llevaba una pequeña brava y su expresión era intimidante. El comandante era Erwin Smith, un hombre alto y de cuerpo corpulento; su pelo era rubio y sus ojos de color azul cielo; inteligente, serio, tranquilo y muy respetado por sus compañeros.

Después de un tiempo deambulando por los pasillos, llegaron a la oficina del instructor, donde se encontraba una joven, que, al ver a sus superiores, mostró el saludo de la legión, poniendo su mano derecha en el pecho, ofreciendo su corazón por la humanidad.

-La primera en graduarse y la mejor de su legión, _____(t/n) _____(t/a). 

-Descansa cadete _____(t/a). -Ordenó el comandante Erwin.

_____(t/n) _____(t/a), dieciséis años de edad, hábil, veloz, muy fuerte, lista y amable; carácter serio y algo reservado; semblante desenfadado exceptuando los momentos decisivos; un poco obstinada y desconfiada; estatura baja, de 1'45 metros; cabello corto ondulado y blanco; piel blanca, lisa y suave; ojos de color verdes esmeralda, profundos e inspiradores, con un brillo que la caracteriza; debido a los entrenamientos, posee un cuerpo entrenado y desarrollado con sus dotes de mujer.

Aquella niña que alguna vez fue débil, ahora era una muchacha con fuertes capacidades y habilidades.

Alguien que se encontraba atrás observando comentó.

-¿Esta enana ha quedado en primer puesto? -preguntó de forma áspera y despectiva el capitán Levi, haciendo que todos dirigieran sus miradas a la puerta -¿Qué edad tienes mocosa?, ¿catorce?...¿quince?.

-Tengo dieciséis señor- respondió con calma y seriedad.

-Tu tampoco puedes fardar de estatura Levi. -comentó Erwin en defensa de la recluta a lo que Levi chasqueó la lengua.

-No necesito una cara bonita en mi escuadrón, vete con la policía militar. - dijo dándose la vuelta para marcharse. Se veía enojado.

-Capitán Levi - llamó _____(t/n). Su corazón latía con fuerza, durante los últimos años intentó cumplir la promesa que hizo con el capitán y quería que él la recordara. - He venido a cumplir una promesa, me he vuelto fuerte y lucharé por y para la liberación del mundo.

Levi mostró indiferencia ante la respuesta de la cadete y siguió avanzando saliendo de la sala.

POV _____(t/n):

Me sentí decepcionada al saber que el capitán no recordaba la promesa, habían pasado años desde entonces, una parte de mi se sintió decepcionada. Siempre guarde una pizca de esperanza en que me recordara a mi y a la promesa que le hice. La verdad, Levi no ha cambiado nada desde que lo vi por primera vez, seguía igual de bajito y frio que siempre; su voz era tosca y algo ronca y la arruga entre sus cejas, de llevar el ceño fruncido, se hizo incluso más profunda. Su pelo oscuro como el carbón y sus ojos profundos me podían dejar embobada por horas.

De todos modos, no me importaba demasiado que no me recordara, mi misión no había terminado, liberaría al mundo de las cadenas de los titanes, ya tuviera que sacrificar mi propia humanidad para hacerlo. Desde que comencé a entrenar, he aprendido el control de mis emociones, está claro que siempre hay cosas que se me escapan, pero en su mayoría puedo hacerlo. Creo que por eso únicamente me he enamorado una vez en toda mi vida, y encima fue del capitán Levi. Esos sentimientos comenzaron a desaparecer tras mis entrenamientos. Lo malo es... Ese vuelco que dio mi corazón cuando me dirigí al capitán... Son cosas que puedo controlar normalmente, pero... Esta vez no pude... ¿Qué tenía el hombre más fuerte e irritante de la humanidad que me hiciera reaccionar así?. Un escalofrío recorrió mi espalda y me erizó la piel.