Capitulo 11: los planes que se tejen en la oscuridad de E-Rantel

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Hola lectores, muchas gracias por el apoyo que me han brindado, el capitulo de hoy es corto relativamente hablando, pero igual espero que puedan disfrutarlo 

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El cementerio de E-Rantel, un lugar donde miles de almas habían encontrado la paz, un lugar donde yacían los restos de aquellos que valientemente habían luchado para proteger su amada ciudad contra el imperio, aquellos que eran familiares, amigos, o vecinos, todo y cada uno de ellos había sido abrazados por la muerte y ahora estaban en el sueño eterno.

El ambiente lúgubre, la luz de la luna que era la única iluminación, la niebla que cubría varias partes del cementerio dificultando la visibilidad, los ruidos de los cuervos e insectos que se encontraban en las cercanías, esto eran cosas de todas las noches en este lugar.

Sin embargo, ahora había algo que perturbaba ese ambiente común, se lograban vislumbrar dos figuras encapuchadas que se movían fluidamente por el cementerio como si la niebla y la oscuridad no fueran ningún problema, uno de ellos era una figura encapuchada de vestimenta roja, utilizaba un bastón de madera con el cual tentaba el piso delante de el antes de avanzar, la segunda figura al igual que la primera estaba encapuchada, pero debido a que esta solo utilizaba un manto para cubrir su cabeza, se podía vislumbrar su figura, demostrando que se trataba de una mujer, esta caminaba al mismo ritmo detrás de la primera figura, y parecía que estaba cargando algo en su hombro.

-hmm~ hmm~ hmm~ -

La figura de la mujer se encontraba tarareando una melodía mientras caminaba, al oírla se podía saber que estaba de muy buen humor, está a veces hacia pequeños movimientos que la hacían parecer una niña pequeña que se encontraba tan feliz que no podía evitar hacer movimientos involuntarios.

-Deja de hacer mucho ruido, puedes atraer alguno de los esqueletos que aparecen espontáneamente en este lugar, además que resulta muy molesto...- hablo la primera figura sin detener su ritmo, por su voz se pudo discernir que se trataba de un hombre anciano.

-¿eeeehh? Pero Dale-chan, ¿no es normal estar feliz cuando acabas de completar una misión de manera perfecta? –

La primera figura se detuvo, y un aura de hostilidad cubrió su cuerpo entonces volteo a ver a su compañera.

-Deja de llamarme así...- dijo con una voz fría y con toques de hostilidad.

-siiii~- contesto de manera despreocupada la mujer, demostrando que ni se había inmutado por la hostilidad de la otra persona, entonces ambos procedieron con su avance.

-Pero no debes culparme por estar feliz, después de todo la misión fue un éxito- dijo la mujer mientras movía el saco que tenia en su hombro. – y no solo eso, también tuve muuuucha diversión durante esta misión- con su mano libre toco la armadura de su pecho, esta estaba cubierta por pequeñas placas de cobre, esas placas de cobres eran lo que identificaban a los aventureros de rango cobre, sin embargo, entre todas esas placas destacaban 4 las cuales eran de plata.

-ese mago... bueno maga, era muy entretenida, no se rompió hasta el final, jajajajaja, de haber sabido que iba morir podría haberte pedido que la curaras, con tu magia y después hacerla un buen juguete- dijo mientras acariciaba una de las placas de plata.

-¿Crees que soy un clérigo?, no tengo ni idea de la magia curativa- refunfuño el hombre. – además, ¿no estas preocupada?, ese mago dijo algo sobre un aliado muy poderoso, incluso hasta la muerte lo repetía, no se tu pero ese significa que quizás estaba seguro de que si te enfrentabas a esa persona, te vencería- dijo el hombre sin voltear a ver a la mujer.

Overlord: El supremo del nuevo mundoWhere stories live. Discover now