Capitulo 9*

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- Mira, tienes que tomar la hoja de esta parte...-

- Aja.-

- Y luego doblas así, pero cerciórate que no se desdoblen estas dos ¿sí?- Ray me instruyó para que pueda hacer mi propia palomita de papel. Justo cuando él tomó aire para seguir hablando, me fijé que en la sección de flores, se encontraba un chico, observándolas meticulosamente.

- Uy, espera, hay un cliente. -Lo detuve para que pudiera atender al chico. Sólo asintió cuando me dirigí al cliente.

-Hola ¿buscas algo en especial? – Pregunté amablemente al muchacho que estaba de espaldas. Volteó rápido hacia mí. Se trataba del chico que conocí en la fiesta de Madeleine; Aidan.

-Hola... Eres tú... Lidia, qué gusto me da verte. -Me dijo sorprendido, sus ojos levemente inyectados se abrieron de par en par dando así, un brillo confortante.

-Ay, por Dios. ¡Hola! –Sonreí de oreja a oreja- ¿Qué haces por acá?- Pues obviamente a comprar, burra. Pensé, arrepintiéndome de la pregunta tonta que había hecho.

-Es el cumpleaños de mamá, y quiere una planta. ¿Apoco trabajas aquí? - Dijo al verme de pies a cabeza, dando un pequeño paso hacia atrás para observarme mejor.

Sí, sólo medio tiempo, en realidad es genial. Es muy lindo y flexible.–

Sólo sonrió, pesqué un poco de incomodidad en su acto. Pues sí, ¿Qué esperaba? ¿a quién realmente le importa cómo te va en el trabajo? Sólo lo preguntan por educación, y para colmo ese ni siquiera fue el caso. No es como que alguien va a llegar de la nada a preguntarte que si tu trabajo es flexible, o dan buenas prestaciones, o si en serio te gusta o no.

-Genial- Fue lo único que salió de él.

-Entonces... déjame ayudarte ¿Buscas algo en especial?- Le dije, para borrar de mi mente la batalla de pensamientos que se presentaban.

-Ah, sí, eeeh, busco una planta llamada "Triphyophyllum".- Me quedé pensando. había leído ese nombre, en los libros de papá, lo vi en mi sección favorita...

-Es carnívora ¿No?

-Sí, de hecho.- Dijo algo sorprendido. Pude sentir en ese pequeño momento orgullo de mí misma por saberlo, y hasta un poco de presunción.

-Ven, te muestro, están por acá las carnívoras. - Me siguió y se puso a caminar de lado derecho mío, admirablemente seguro, como siempre, desde la primera vez que lo vi, me pareció un chico súper seguro de sí mismo, pero a la vez amable, sin tratar de lucirse frente a cualquier chica.

- Y dime... ¿Qué te pareció la fiesta de Madeleine? -Pregunté para tratar de romper el hielo.

- ¿La verdad? -me volteó a ver, con sus ojos verde esmeralda despampanantes.

- ¿Porqué no?

- No me gustó -Dio una risa sin gracia.- Sabía que no era conocida porque sus fiestas fueran las mejores, pero esta fue la peor. Quiero decir, la música, el ambiente tan... tan...

- ¿Hormonal? - Acompleté.

- Sí, o sea, había demasiadas chicas y chicos bailando tan cerca, -frotó sus manos para darme una reseña visual de lo que se refería, que hasta dí una risita.

- Uy, sí, la música en serio me estresó, y luego, la comida estaba cruda. -Respondí asqueada.

- Sí, ja, ja, ja. Bueno, no lo sé. No comí de ahí. -

- No, en serio, creo que el pollo frito tenía plumas aún. -Continué para asquearlo.

Rió e hizo muecas de asco. - Mira, aquí son las carnívoras. Están ordenadas por orden alfabético. Tú busca desde la esquina izquierda y yo de la derecha. -Le mostré y me acerqué para darle una palmada, cuando pasé junto a él, percibí su olor a coco, no soy fan del coco, de hecho me molesta bastante el olor, pero el suyo, estaba mezclado con su aroma corporal, muy fino, varonil. Que causó un efecto raro en mí, me provocó un escalofrío en el estomago, mejor conocido como "mariposas" y mis piernas empezaron a perder fuerza. Me alejé rápido de él, antes de que callera a sus píes,

The Light Behind Your Eyes//Aidan GallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora