No les tomó mucho llegar a la aldea y Lucy aún no podía creerlo, estaba en la aldea de los Udrakos, si su madre estuviera junto a ella estaría pegando gritos de terror, ella en su lugar estaba asombrada al ver en la forma en que vivían tales criaturas, se podía notar que estás mantenían una conexión fuerte con la naturaleza pero eso no les quita que tuvieran los mismos avances que tenían los humanos.
Vivían en chozas hechas de madera con techos de lo que parecía ser palma o paja, otras hechas de piedras, bambú y otros materiales que, siendo sincera, desconocía. Desde el aire la aldea tenía forma de circulo, lo que indicaba que tenía sus límites aunque había una que otra choza alejada de estos "límites". Un río pasaba cerca de la aldea, de ahí juntaban el agua que tomaban, aquellos que contaban con el don del agua, se encargaban de purificarla para que fuera potable, habían niños corriendo entre las calles de tierra, si se observaba bien, se podían notar como los pequeños cuernos empezaban a aparecer en la frente de los pequeños.
Las personas con cuernos saludaban animadamente al pelirosa y miraban con curiosidad a la humana, otras personas pasaban con animales muertos como jabalíes, patos, pescados y hasta conejos, caminando a lo que la rubia supuso, su casa. Wendy le había dicho, era temporada de caza para los Udrako por eso es que andaban con los cadáveres de los animales. No pudo evitar arrugar la cara al ver los animales muertos, sabía que era muy hipócrita por el hecho que al final ella comía animales aún así verlos así era asqueroso para ella.
Podía ver cómo algunos dragones volaban sobre su cabeza y supuso que esos vigilaban por la seguridad de la aldea, habían de diferentes colores y sus alas variaban de forma. Muchos de los aldeanos usaban sus dones para realizar cosas, como lo había hecho Natsu para cocinar la carne que le había dado en la cueva.
Siguió caminando junto a Natsu hasta llegar a lo que parecía el centro de la aldea, donde una choza más grande que las otras estaba encima de una pequeña colina, esta parecía haber sido construida con ladrillos, madera, bahareque y otros materiales, se veía que era grande por fuera y estaba curiosa por saber como era por dentro. Al frente de la colina, había un lugar abierto en donde se reunían las personas para eventos de importancia, como ceremonias.
Natsu le tomó de la mano al verla distraída y la guio a caminar hacia la choza arriba de la colina, Lucy le siguió preguntándose si esa estructura era la casa del pelirosa. Cuando llegaron, el hombre movió la piel del animal que hacía de puerta para que la rubia pasara, la mujer dio un paso dentro, siendo educada diciendo un "Con permiso" al entrar.
Miró admirada la estructura por dentro, era bastante grande, como se la imaginaba, ésta era iluminada con linternas que en su interior tenían llamas de fuego, era una casa, de eso estaba segura, ya que había una gran pared que no le dejaba ver completamente el interior y, había otro entrada con piel de animal. En la parte de la choza en la que estaban, había una gran mesa redonda con sillas simples de madera, en el centro había un mapa de lo que parecía ser la aldea, Lucy se alejó del lado del pelirosa para observar mejor el mapa.
Dragneel sonrió de lado viendo la curiosidad de la mujer, poniendo los brazos detrás de su nuca, exclamó - ¡Erza!
El llamado tomó por sorpresa a la rubia que pegó un brinquito, Natsu notó eso y río.
No hizo falta que esperaran mucho para que una mujer de cabellos rojos, ojos cafés e increíble cuerpo apareciera, asomándose detrás de la piel de animal, atrás de ella salió un hombre de cabellos azules y de un extraño tatuaje rojo que pasaba por la ceja y finalizaba debajo del ojo, un pequeño anciano medio calvo con las cejas fruncidas, y el hombre amigo de Natsu que había llegado a la cueva, Gray, todos dirigiendo su mirada fija a la pareja nueva.
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¿Cortejo?; NaLu (ABANDONADA MOMENTANEAMENTE)
FanficLucy, maga aprendiz de la gran "Acuario", en un viaje hacia la ciudad de Shirotsume, se encuentra a un hombre con cuernos en la frente el cual a penas verla, le ofrece su bufanda. Poco sabía Lucy que ese gesto era una propuesta de cortejo. 𝑵𝒂𝑳𝒖...