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Una vida sin entendimiento emocional, sin poder expresar tus sentimientos, sin saber con que palabra nombrar ese molesto cosquilleo en tu abdomen, una vida sin diversión, una vida aburrida e insípida, supongo que esa no era una linda opción para un adolescente de 17 años, pero por desgracia así era mi día a día, el no poder comprender bien los sentimientos y emociones de los demás.

- cariño levántate - dijo mi madre entrando a mi cuarto

- no me digas así, no soy un niño - dije levantándome para ir al baño

- hasta que me muera serás mi cariñito - grito después que cerré la puerta

termine de cambiarme y baje, debía desayunar, entre a la cocina y me encontré con mi mamá cocinando y mi padre no estaba

- tus panqueques y tú jugo - dijo dejando lo nombrado sobre la barra mientras me acomodaba en ella

- gracias - conteste

- dime, como te está llendo? - dejo para después beber de su café

- bien, supongo, solo me falta leer unos libros y listo - dije comiendo

- que bien, mi niño ya está por ir a la universidad - dijo

- si, solo si logro entrar claro - conteste sin mirarla

- entraras, lo sé, eres inteligente - dijo tranquila

- como digas, debo irme, nos vemos en la tarde - dije, me pare agarre mis cosas y salí de la casa

- adiós hijo - dijo mi madre

Como cada mañana caminaba hacia la escuela, pasaba 7 cuadras, me encontraba con demasiadas cosas, por ejemplo, una vez cuando iba saliendo de la escuela hubo un accidente, el conductor de uno de los autos había quedado en la calle, estaba todo lastimado y con sangre, mientras por una de las veredas del lugar pasaba una madre con un niño, el cual comenzó a llorar al ver lo que estaba pasando, yo mire al niño y lo único que pasaba por mi cabeza era, "que le pasa?, por qué llora?,  solo fue un accidente", no veía la razón de ponerse a llorar.

Llegue al instituto, iba caminando hacia la entrada cuando de repente alguien se cuelga de mis hombros

- Channie, mi amigo, cómo estas? - habló un pelinegro alto con una sonrisa

- estoy vivo, y tú? - conteste siguiendo mi camino con él encima

- me alegro, yo estoy a la perfección, me siento relajado y con energía - dijo, seguía teniendo esa curvatura en sus labios

- Hyunjin, puedes salirte? - dije refiriéndome a mi hombro, ya dolía

- oh, si claro, lo siento - dijo saliéndose rápido

- dudo que sientas el mismo dolor que yo, tu no tenías a alguien apoyado en ti - dije mientras ponía la clave de mi casillero

- ok - dijo mientras el abría el suyo

Pase una mañana como cualquier otra, sin emoción, solo tarea que hacer, cosas que estudiar, el escuchar a un pelinegro hablar de cosas que no entendía, no comprendía por qué decía que esa chica le "gustaba", como decía él

Salí del edificio y me encamine a casa, viendo lo mismo en las 7 cuadras, solo que a la vuelta me saludaba el panadero de una tienda que quedaba de pasada y que siempre compraba ahí, llegue a casa, en ella solo estaba mi padre ya que mi madre trabajaba por la tarde

- ehh amigo, cómo estás? - pregunto al verme entrar a la cocina, revolvía una olla

- amigo? eres mi padre, y estoy respirando correctamente - conteste sentándome en la barra

- como te fue en la escuela?- pregunto

- como siempre - dije mirando lo que hacía

- eso es bueno, me alegro - dijo

- por qué te alegras? - pregunté, no entendía, no le había pasado nada

- por ti, por qué te fue bien - dijo mirándome, tenía una curva en su lado derecho de su boca

- por mi? sigo sin ver la razón, y dudo que la encuentre, avísame cuando la comida esté lista - dije para salir de la cocina y subir a mi habitación

Después de unos minutos me llamaron para comer, después de hacerlo subí nuevamente, comenzaría a leer mis libros pendientes, me estaba preparando para la universidad, debía rendir mi examen de ingreso, estaba a tan pocos meses de hacerlo y tenía que estar listo para entonces.















𝐌𝐢𝐧𝐢𝐧𝐨ᶜʰᵃⁿᶜʰᵃⁿᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora