Hacia ya una semana en que los mellizos Black habían cumplido 16 años, Sirius era un joven apuesto, mientras que Adhara era una jovencita encantadora, era de mañana y las cinco personas de la familia se encontraban desayunando.
-Querido -dijo Walburga hacia Regulus- ¿Qué tal tu cuarto año?
-Es excelente, estar con Ady es lo mejor que me a pasado -miro a su hermana sonriendo- No solo la veo aquí en casa, sino que también la puedo ver en el colegio.
-Me alegra que estén unidos -dijo Orion- ¿Y ustedes chicos? -miro a los mellizos.
-Pues la calificación de mis TIMO's llegaron esta mañana -les sonrió a sus padres y tomo la mano de Sirius- Ambos sacamos todas las materias con E.
-Me alegra -dijo Orion- Ustedes son un buen equipo.
-Si, por lo menos le has traído algo bueno a la familia -dijo Walburga mirando a Sirius, provocando que éste se levantara.
-Sabes, estoy cansado de ti, estoy cansado de que pienses que soy menos por estar en una casa completamente diferente a la de ustedes -miro a la familia- Ya me canse de estar esperando tu orgullo, porque yo nunca lo tendré y no me importa...
-Sirius siéntate -le susurro Adhara- Lo arreglaremos juntos, como siempre.
-No Casiopea -dijo Sirius- No soy como tu, yo no seré como quieren que sea, no me esperare a tener la aprobación de Walburga -dijo lo bastante molesto como para llamarle así.
-Si no estas de acuerdo a lo que se dice en esta casa -dijo Walburga y con un movimiento de varita el baúl de Sirius se encontraba frente a todos- Lárgate de una vez.
-Espera, qué -dijo Adhara- No puedes correrlo, es tú hijo ¿A donde ira?
-Ya pensara en algo -Walburga miro al mayor de los hermanos- Lárgate dije.
Sirius tomo su baúl y lo llevo arrastrando hasta la puerta de la mansión, con su hermana detrás de él.
-Lo diré una vez -dijo Sirius al dejar su baúl en la acera- Ven conmigo
-No puedo -dijo Adhara con lagrimas en los ojos- No puedo dejar a Regulus, no lo podemos dejar -el cielo relampagueo y la lluvia comenzó a caer, mojando a ambos hermanos- No te vayas, pensaremos algo Sirius, no me dejes -se iba a acercar pero el mayor retrocedió- No me dejes sola, no sé quien soy sin ti, no tengo idea de cómo se respira sin ti, somos Sirius y Adhara -se acerco un poco para lograr tocar la mejilla de Sirius.
-No puedo seguir aquí, en este infierno, no puedo -Sirius se quito la mano de su hermana, de la mejilla, el autobús noctambulo se encontraba detrás de Sirius subiendo su baúl- Tomaste tu decisión y yo la mía -tras decir esto subió.
-Sirius -el autobús arranco- NO -grito cayendo de rodillas en la acera, Regulus y Orion salieron de la casa uno con un paraguas y el hermano menor con una toalla que colocaba en los hombros de su hermana.
-Ady -le dijo Regulus- Vamos a dentro -le dolía ver como su hermana se derrumbaba en sus brazos, una persona tan fuerte. Con ayuda de Orion, lograron levantar a la que ahora seria la cabeza de la familia, llevándola a la sala donde Regulus prendió la chimenea para lograr quitarle el frió a su hermana.
-Cariño -le dijo Orion- Llora todo lo que puedas, no te quedes con nada dentro -la abrazo y Regulus se sentó al otro lado de su hermana, mientras tomaba su mano, las cosas iban mejorando, Adhara ya no sentía tanto frió y estaba calmando sus llantos, pero Walburga salio de la cocina.
-Arréglate -los tres la miraron con extrañeza- Te casas al atardecer -Orion se levanto de un salto y llevo a su esposa arrastrándola a la cocina.
-Lamento no ser la hermana que esperas -le dijo Adhara a Regulus.
-Eres lo mejor que tengo -le dijo su hermano menor- No dejare que te cases, no con Rosier.
-No me casare con Rosier -dijo Adhara respirando mas tranquila- Me casare con Alec
-Bueno, ese es otro cantar -Regulus la volteo para tenerla cara a cara- ¿Te quieres casar con Nott o salimos corriendo? Aun hay tiempo para arrepentirse -Ady rió.
-Me casare con Alec -tomo la mejilla de Regulus, él cual se recostó en su mano- No te dejare yo también.
-Te iras de la casa al casarte -dijo Reg.
-Pero jamas, escucha bien -tomo las manos de su hermano- Jamás me perderás, hasta el día que yo muera.
-¿Prometes que siempre estaré en tu corazón? -pregunto Regulus haciendo puchero.
-Siempre estarás en mi corazón -se abrazaron.
-¿Y Sirius? -susurro el menor en su oído.
-Él también.
Pasadas las horas, Adhara Black se encontraba a escasos momentos de unir su vida con Alexander Nott, ambos siendo mejores amigos, sabían que darían la vida por el otro sin importar que.
Por otro lado un Sirius mojado y lloroso, se encontraba en la casa de los Potter, narrando lo sucedido en la mansión Black.
-Les prometo que me iré en cuanto tenga un lugar -dijo Sirius mirando a Euphemia- No seré una carga.
-Cariño -dijo Euphemia, Sirius la miro recordando a su hermana que le decía del mismo modo- Te quedaras aquí, no nos incomodas, ni seras una carga, somos tu familia ahora.
-Así es muchacho -dijo Fleamont- Somos una familia y la familia nunca te abandona.
-Dígale eso a mi madre -dijo Sirius
-Hermano -dijo James mientras se sentaba a su lado- No te preocupes, aquí estarás bien, estamos juntos, Remus llega mañana y podremos ir por Adhara y Regulus.
-De aquí a mañana, ella ya estará casada -los Potter lo miraron con las cejas alzadas- Walburga dijo que en el momento que yo cometiera una estupidez, Adhara se casaría y yo seria borrado del árbol -sonrió- En realidad creo que ya no estoy ahí.
-Vayan a dormir -dijo Euphemia- Ya es tarde.
Los dos jóvenes, asintieron con la cabeza y subieron al cuarto de James, donde dormirían juntos por unos días, mañana en la visita de Remus, le contarían todo.
De regreso a la mansión Black, Adhara y Alec se estaban despidiendo para irse a la mansión Nott, una vez que fueron despedidos, se fueron por medio de la red flu, llegando así a la que ahora seria casa de los dos.
-Esto es raro -dijo Alec
-Concuerdo -Adhara sonrío.
-Lamento todo esto -dijo de nuevo Alec mientras se sentaba en uno de los sillones, mientras se quitaba el saco, la corbata y desabotonaba un poco su camisa.
-No deberías hacerlo -Adhara se quito el velo y los zapatos para poder sentarse frente a él- Sabíamos que pasaría.
-Si, pero no de esta forma -dijo Alec- Cambiando de tema, dijo mi mamá que aquí hay un elfo domestico -posteriormente Alec lo llamo y frente a ellos se apareció una elfina.
-Mis nuevos amos -se inclino- Mi nombre es Pinky, el ama Nott me lo dio.
-Bien Pinky, vamos a establecer unas reglas -dijo Alec llamando la atención de la elfina- Numero uno, no nos digas amos.
-Dos, no te inclines al aparecerte -siguió Adhara.
-Tampoco te castigaras -dijo Alec
-Tendrás un salario -dijeron Alec y Ady a la vez.
-Tendrás días de descanso y te sentaras con nosotros al comer -dijo Adhara terminando- En esta casa, todos seremos amigos, sin castigos ni gritos.
-Ustedes son los amos que siempre soñé -dijo Pinky con lagrimas en los ojos.
-Es momento de irnos a dormir -dijo Alec.
Así comenzó una nueva vida, pasado el tiempo, las vacaciones de navidad terminarían y deberían regresar al colegio... las cosas estarán cambiando, pero con algo de suerte, no todo.
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Un Amor Imposible || Época Merodeadora
Fanfiction¿Qué sucedería si por las decisiones de Sirius su hermana tuviera que pagar? Sufrir la maldición Black tres veces no es nada bueno. No lo digo yo, lo dice la historia.