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Una vez más, llego enero y con él, nuevas vidas. 

Los Potter se encontraban llegando y con ellos un Sirius Black muy feliz, un Sirius que era irreconocible a los ojos de la familia Black, llego sonriendo y riendo junto a James, la familia se acerco a los Lupin y comenzaron a platicar.

-Papá, ellos son Sirius Black y James Potter -dijo Remus hacia sus padres.

-Es un gusto, Remus nos ha hablado de ustedes -dijo el padre de Remus- Soy  Lyall y ella es mi esposa, Hope -dijo señalando a la hermosa mujer a su lado.

-Es un placer señores Lupin -dijeron James y Sirius. Los padres de James y los de Remus se quedaron hablando, mientras los tres jóvenes platicában de la hermana del Black.

-¿Entonces no pensaste en ir por Adhara? - pregunto Remus.

-No Remus, ya te había dicho que no -dijo Sirius- Adhara en estos momentos me ha de odiar como no tienes idea 

-Hable con ella hace dos días -dijo Remus llamando la atención de James y Sirius.

-¿Hablaste con mi hermana? -pregunto Sirius.

-Si, ella me mando una carta, para saber si sabia tu paradero, le dije que estabas con James -los jóvenes se miraron.

-Me mando una carta -dijo James- En realidad se la mando a mi mamá.

-¿Sabes que decía? -pregunto Sirius.

-Si, le daba las gracias por dejarte vivir con nosotros, también dijo que se lo pagaría algún día -respondió James- No supe que más le puso porque mamá se movió y fue con papá.

-Sirius, ya llegaron tus papás -dijo Remus mirando a lo lejos Regulus junto a sus padres.

-Ady no viene con ellos -dijo James.

-No y ya llegaron los Nott también -dijo Sirius.

Alrededor de las 10:50 se apareció una elfina domestica y con ella dos jóvenes.

-Ya llego Ady, chicos -dijo la señora Potter- ¿No van a ir?  

-No lo se mamá -dijo James- ¿Y si hay problema por parte de su familia?

Por otro lado, Adhara y Alec se acercaron a la familia Black.

-Padre -dijo Adhara sonriendo mientras abrazaba a su padre al separarse miro a Regulus con una sonrisa- Hola enano.

-Mira cariño -dijo Regulus- La enana aquí eres tu, yo mi 1.82 -dijo sonriendo y la abrazo- Te extrañe como no tienes idea y solo fueron dos meses -susurro en el oído de su hermana.

-Mucho abrazo ¿no? A mi nunca me abrazas, ¿Acaso no me quieres? -dijo Alec mirando a Regulus.

-No, ya no te quiero, te robaste mi flor -dijo el menor de los Black riendo 

-¿De que flor hablan? -pregunto Orion riendo.

-Atrapados -dijo Adhara.

-Alexander -dijo Walburga llegando- Adhara, es grato verlos de nuevo

-Madre -dijo Adhara mientras besaba sus mejillas.

-Señora Black -dijo Alec tomando su mano para besarla, acto que le agrado a la monarca de la familia...

Días después del regreso a clases.

La casa Black se encontraba llena de gente, todas las personas que estaban ahí, estaban vestidas de una manera muy elegante, estaban sentados en sillas, dejando un pequeño pasillo en medio, adelante de todos ellos, estaba un pequeño arco de flores blancas, y debajo de el estaban dos personas, uno del ministerio de magia y el otro era Alexander Nott.
De pronto todas las personas se levantaron y por el pasillo, se veía caminando al patriarca Black, el cual llevaba a su primogénita, vestida de blanco, con un hermoso vestido que sacaba suspiros a las señoras que la veían, detrás de ellos, sosteniendo la cauda del vestido, se encontraba Regulus Black. Al llegar al altar Orión le entrego la mano de su hija al que sería su yerno y Alec tomo la mano con suma delicadeza, Regulus beso la mejilla de su hermana y estrecho sus manos con Nott, para posteriormente pasar a sentarse al lado de su padre.
La ceremonia comenzó, Adhara esperaba que Sirius volviera por ellos, no porque no quisiera unirse con Alec, sino porque la estaban casando para tapar los errores de la familia, cuando ella menos se acordó, el juramento inquebrantable ya los había unido, ahora eran marido y mujer, Alexander y Adhara Nott...

Ady se despertó sobresaltada, de nuevo había soñado con ese día, miro la ventana de su habitación y se encontraba aún oscuro, desde que volvieron de vacaciones de navidad, no había hablado con su hermano ni con los que ahora se hacen llamar merodeadores, extrañaba sus pláticas con Remus en la biblioteca y sus risas con James, pero sobre todo extrañaba a su hermano, el que fue el primer hombre en su vida... El primer corazón roto y el primer ataque de la maldición Black.

Pasadas las horas, Adhara decidió que era momento de bajar al gran comedor, se levantó, fue al baño y se vistió, regreso al baúl que estaba al pie de su cama y saco su mochila, la colgó en su hombro y se dispuso a abrir la puerta, sacándose una sorpresa, frente a su puerta de encontraba Alec apunto de tocar.

-Te ves horrible -dijo Alec.

-Que gran amigo eres -dijo Ady.

-Lo se, lo sé -Adhara se hizo a un lado para que Alec pudiera pasar.

-¿Qué ocurre? -pregunto Ady.

-Ya es tarde y no has bajado a desayunar, así que decidí venir a verte y... -levanto su mano dejando ver su argolla- No sé que hacer con esto.

-Podrías dejarlo en la caja que me diste -dijo la Black acercándose a él, con la caja en manos- O simplemente nos los dejamos y ya, a este punto ya lo han de saber todos los de la casa.

-Si, pero no quiero que Sirius se sienta mal -respondió Alec llamando la atención de su ahora esposa.

-¿Porque lo harías  sentir mal? -pregunto Ady- Él se fue, él nos dejo, así que no vengas a decirme que lo harás sentir mal cuando el me hizo sentir como la mierda.

-Y explotaste -dijo Alec- Te dije que saldría tarde o temprano -tomo su mano- Si no quieres bajar, no lo hagas, yo voy por la comida y regreso.

-No, no, bajemos, total tenemos clase y debo bajar -sonrió.

Alec se acerco a Ady y la abrazo, la joven Black se aferro al cuerpo del chico y lloro, saco todo lo que le dolía en el corazón, mojando la camisa de Nott, al cual no le importo en absoluto, él solo quería que Adhara se encontrara bien y si llorando, mejoraría aunque sea un poco, pues que lo haga, Alexander Nott siempre estaría para Adhara, sin importar el lugar o la hora. 

Un Amor Imposible || Época Merodeadora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora