Mew soltó un pequeño gemido cuando sintió, de nuevo, aquél roce en su entrepierna. No estaba seguro de lo que estaba pasando, pero tenía demasiado sueño, no quería abrir los ojos.
O al menos así fué hasta que distinguió un gemido más, que no era suyo...
Abrió los ojos en el momento preciso que todos los recuerdos de la noche anterior se desbordaron en su mente como una avalancha. Se sobresaltó un poco, abriendo los ojos de golpe y encontrándose con la cabellera de Gulf recostada en su pecho cómodamente.
Movió las piernas un poco, notando de inmediato la razón de sus gemidos y los del pelinegro: ambos tenían las piernas enredadas con las del otro, por lo que era de esperarse que sus entrepiernas quedasen juntas, frotándose constantemente entre sí.
No le tomó demasiado darse cuenta de que no podía moverse, pues los brazos de Gulf estaban fuertemente aferrados alrededor de su cintura, dejándole inmóvil.
Cerró los ojos con fuerza, intentando plantearse una idea de lo que le diría a Gulf, y cómo este podría reaccionar ante la historia nada trágica que Mew estaba deseando contarle, pues quería que Gulf entendiese el porqué de su actitud de siempre y la de anoche.
No iba a ser algo fácil de contar, porque probablemente el menor se reiría de él. Pero Gulf le gustaba, y le gustaba mucho... quería intentarlo con él. Por más que eso le costase el autocontrol, deseaba que con Gulf no fuese únicamente algo sexual.
Sintió un par de cosquillas en el cuello y miró hacia abajo, encontrándose con que Gulf parecía estar despertando, pues se movía inquieto, por lo que su cabello cosquilleaba en el cuello suyo, quién no pudo reprimir sus impulsos y acarició sus cabellos delicadamente.
Gulf paseó sus manos por el abdomen del mayor, poniéndole nervioso.
Él le miró en ese momento, y Mew temió que pudiese escuchar el inquieto y fuerte latido de su corazón, pues este se había agitado notablemente al ver la adorable cara de Gulf recién despierto, con pequeños y hermosos ojos perezosos medio abiertos, sus labios exquisitos y rosaditos como siempre, y sus cabellos apuntando en todas las direcciones, dándole una apariencia más que preciosa.
ㅡ¿Boo...?
ㅡBuenos días, Mew...ㅡGulf murmuró, trepó hasta quedar sobre Mew y le besó en la mejillaㅡ. ¿Cómo dormiste?
Mew le miró, estupefacto. ¿Acaso había olvidado lo que sucedió en la madrugada? Era cierto que deseaba que Gulf recordase cada minucioso detalle, como él lo hacía, pero, de cualquier modo, aún no sabía cómo lidiar con ello. Así que no tenía idea de qué hacer o qué decir.
ㅡB-bien...ㅡse limitó a responder, forzando una sonrisaㅡ. ¿Y tú, Gulf?
Gulf rió, sacudiendo sus hombros y confundiendo al mayor.
ㅡHace un par de horas estabas: "Gulf, me gusta el control", "Gulf, cállate", "Gulf, eres muy inquieto", Gulf, Gulf, Gulf-Se burló, enmarcando una ceja. Mew enrojeció por completo. Gulf apoyó sus manos en el pecho de Mew, y, en estas, su caraㅡ. Es un poco demasiado raro que ahora te dignes a tratarme lindo.
Mew se mordió el labio inferior. Debía admitir que se había estado armando de valor para contarle todo a Gulf desde hace más de una semana, pero, justo en ese momento, ni una sola palabra era capaz de salir de su boca.
Pero parecía no ser necesario, pues, estando completamente hundido en sus pensamientos, lo único capaz de sacarle de allí, fueron los tercios labios de Gulf posándose sobre los suyos.
El menor se acomodó de modo que quedó sentado sobre el abdomen de Mew y enredó sus dedos en el cabello creciente de la nuca del mayor, quién se derritió instantáneamente ante el toque, enlazando su lengua con la de Gulf.
Mew se recostó contra el cabecero de la cama, sentándose, haciendo deslizarse a Gulf por su estómago hasta que su trasero cayó en su entrepierna. Mew se acomodó, moviéndo sus caderas contra las del más alto, a lo que este no pudo evitar jadear en medio del beso, apretando los ojos y apartando al menor, quién le miró con los ojos anhelantes y brillosos, con los labios hinchados y rojizos.
ㅡNo puedo, Bii... no puedo...ㅡle murmuró, revolviéndose el cabello.
ㅡ¿Qué no puedes?ㅡinquirió Gulf, elevando una ceja. Mew dudó muchas veces antes de mirarlo, pero al final, lo consiguió.
ㅡNo puedo hacer nada contigo hasta que sepas... todoㅡconfesó, mordiéndose el labio Gulf sonrió, comprensión brillaba en su mirada y Mew tuvo que contenerse un infierno para no lanzársele encima en ese momento.
ㅡBueno... empiezaㅡpidió, acariciándo levemente las clavículas del mayor.
ㅡPrimero... siéntate en otro lugar, no puedo concentrarme si estás ahíㅡle hizo saber, señalando un lugar a su lado en la cama. Gulf suelta una risita traviesa y se acomoda dónde se le ha pedido.
ㅡAhora empieza.
El mayor se lamió los labios, ansioso.
ㅡSoy un sátiro*ㅡsoltó de golpe, haciendo a Gulf sobresaltarse.
ㅡEhhh... bien... supongo que...
ㅡNo he terminadoㅡlo interrumpeㅡ. La primera vez que tuve sexo fué a los dieciséis. Fue con una chica y fué... horribleㅡla mueca de asco que hace Mew en ese momento hace reír a Gulfㅡ. No lo intenté hasta medio año después... pero fué, esta vez, con un chico. Él no quería dejarme ser el activo por mi falta de experiencia, pero me negaba a ser el pasivo, así que esa noche sólo nos tocamos y no pasamos del sexo oral. A pesar de eso, fué una de las mejores noches de mi vida. Así que asumí que el problema eran las chicasㅡhace una pausaㅡ. Entonces me eduqué en el tema del sexo homosexual y empecé a hacerlo con chicos... demasiado seguido. No podía estar un fin de semana sin estar entre las piernas de un chico... con el tiempo empeoró, porque los chicos no eran suficiente para mí. Por más que me había traumado con el tema de las chicas, no pude resistirme. Empecé a hacerlo con chicos, chicas y con ambos al mismo tiempo. Llegué al punto de no poder pasar un día sin tener sexo. Mi resistencia se volvió aterradora...ㅡMew hace una mueca de angustiaㅡ. Podía hacerlo cinco veces seguidas... incluso a veces sentía que no quedaba satisfecho. Mi familia se dió cuenta... fué lo más vergonzoso que tuve que admitir ante ellos, pero, en ese punto, yo ya sabía hace mucho que tenía un problema de hipersexualidad. Así que fuí a tratamiento durante un año y medio. Para cuando salí, tenía dieciocho, que fué cuando me fuí de intercambio. Cuando llegué a Australia, me dí cuenta de que llamaba mucho la atención, las chicas y los chicos literalmente me caían por todos lados. Así que pensé que no era bueno para mi autocontrol si tenía la tentación tan cerca. Siempre he sido un chico un poco tímido, así que me encerré en mí mismo, así era hasta que cumplí veinte. Pareció funcionar porque nadie me prestaba atención...ㅡel chico se cubre la cara con las manosㅡ. Hasta que tuve que volver a Tailandia y entonces a la universidad y entonces tuve que entrar en el equipo y ahora todos están detrás de mí...
Mew se calló de repente. Quizá una apresurada confesión después de una historia tan patética como aquella no era una buena idea... lo mejor era esperar por la reacción de Gulf.
Así que se volteó a mirarlo, encontrándose con los adorables ojos de Gulf muy abiertos y perdidos en la nada, procesando la información recién recibida.
ㅡBueno... yo... no sé qué decirteㅡadmite el menor, encogiéndose de hombrosㅡ. Lo único que puedo pensar es que no te va a servir de nada reprimirte sexualmente. Todo saldrá peor. Además, tienes las bases de tu tratamiento y las pautas a seguir, sabrás qué hacer cuando sientas necesidad de tener sexo... como lo has hecho todo... este tiempo.
ㅡHay un problema más grande que ese...ㅡmurmura él, mirándolo fíjamente. Gulf corresponde su mirada, sonrojándose levemente.
ㅡ¿Cuál es el problema?ㅡpregunta, moviéndose para volver a su posición anterior, sobre el regazo del mayor.
Mew tragó saliva, desviando su mirada de los labios a los ojos del menor en repetidas ocasiones.
ㅡQue me gustas.
Sátiro: persona que tiene un exacerbado (que se llega a convertir en una enfermedad grave) deseo sexual
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Falofilia 🔞(MewGulf) ✔️
RomanceDonde diecisiete centímetros no son suficientes. -Créditos de la portada: DKSooMG -créditos:Thebunnyshiteu