El príncipe y el dragón

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Cada capítulo es un AU diferente, capítulos únicos que tienen final, pueden explorarlos como gusten.

Sinopsis: Érase una vez un príncipe caminando sobre un cementerio de dragones. Érase una vez un dragón que estaba vivo.

Royalty AU / Magic (Barbarian Prince!Bakugo y Dragon!Kirishima).

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I am the chosen wretched and divine
I am the unspoken
The one they left behind
Feelings fire till we die
I am broken the wretched and divine

Wretched And Divine, Black Veil Brides

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Primera parte

Un príncipe sobre un cementerio de dragones

***

Érase una vez un príncipe buscando en un cementerio de dragones. Es un paraje horrible. Hay cuerpos muertos, a medio transformar, con las escamas arrancadas, con los cuernos cortados, llenos de flechas, de lanzas abandonadas.

El príncipe oye gritos y no sabe que son los suyos propios.

Nunca antes los oscuros habían llegado tan lejos en el reino dracónico. Nunca se habían atrevido a tanto. Nunca había visto un cementerio tan grande de criaturas tan majestuosas. Los cuervos no se acercaban a ellos. La rapiña había sido toda culpa de los oscuros, que comerciaban con dragones, con sus escamas, su cuerpo, su sangre, su vida.

Los gritos siguen sonando y al príncipe le duele la garganta. Podría desgarrársela de pura furia.

Los oscuros decían que no se juntaban con los salvajes del reino dracónico. Que incluso ellos estaban por encima. Pero el príncipe camina por el cementerio después de la batalla y sabe que los salvajes son otros. Son los que están en los tronos de piedra, de metal, de piedras preciosas, que permiten que los oscuros existan porque el mercado de dragones mantiene vivos sus reinos. Él no tiene un trono. Es sólo príncipe de nombre. Tiene que ganarse su derecho a gobernar. Pero es mejor que todos los que le apuntan con un dedo y lo llaman salvaje.

En su reino —que más que reino es un conglomerado de aldeas nómadas— no matan dragones.

***

«¿Estoy vivo?» es la primera pregunta que hace su consciencia al despertar. Si es que despierta en el mundo y no en el mundo de abajo, a donde van los dragones muertos. Después, lo golpea el hedor.

Es un olor asqueroso. No huele así ni en las tiendas de los pescadores cuando se pudre todo lo que pescan. Huele a sangre y a tierra mezclados. Hay pólvora todavía en el aire.

Va a abrir los ojos y se detiene, porque recuerda.

Recuerda los gritos, los alaridos. El ruido que hace un dragón al morir retumba en el cielo, le avisa al mundo de su partida, para que el mundo llore. Y hubo muchos.

Y luego siente.

Le duele una pierna. Es dolor común y corriente, como el de una caída. Es un dolor que le llega hasta el hueso, que lo paraliza.

«Sigo vivo».

Sólo alguien con sangre por las venas sentiría aquello.

Por eso grita. No quiere morir solo. Y la sangre sale y sale y le corre por la pierna. No quiere morir sólo. «No, por favor, no me dejen morir sólo». Pero no hay dioses. Nadie escucha.

***

Es un grito claro, agudo.

El príncipe se queda parado donde está un momento, intentando decidir de dónde viene la voz desesperada, que parece salir de todo el campo, de todos los cadáveres despojados. Luego se va moviendo, poco a poco, buscando la fuente.

En este mundo o cualquier otro [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora