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4 días después...

*

Hace ya como cuatro días que no veo al señor Jeon.

Cuatro días desde mi arranque de valentía ante Jungkook.

Cuatro días en los que ni Taehyung ni Jin han venido, supongo que le prohibieron venir a verme.

Cuatro días en los que he estado encerrado en mi habitación con solo la compañía de una chica que viene a dejarme comida y agua, pero por más que le pregunte algo ella no dice nada, deja la bandeja en mi mesa de noche, hace una reverencia y se va.

Cuatro días en los que mi único entretenimiento es probarme el inmenso guardarropa que tengo. Debo admitir que en cuanto vi la etiqueta de una simple camisa casi se me salen los ojos. Con ese pedazo de tela podía pagar mi matrícula en la universidad y aún me quedaría dinero para comprarme un teléfono último modelo, no quise tocar nada y que se estropeara, pero vamos... La tentación pudo conmigo y si voy a estar pricionero en  una habitación con una tienda de ropa personal, ¿Porque no aprovechar? Después de todo según lo que me dijo Taehyung todo esto es ahora mío. Y a decir verdad  hay muchas prendas que me encantaron. Lástima que nunca las llegaré a estrenar todas como se debe, probablemente nunca las use todas.

Pero también fueron cuatro noches en las que estuve teniendo sueños... Raros.

Sueños en los que Jungkook me miraba con amor en los ojos y no indiferencia.

En los que en vez de forzarme a tener sexo me hacía el amor tan apasionadamente.

Y sueños en los que yo en vez de temerle... Le amaba...

Creo que está situación me está volviendo loco, es imposible que yo llegue a amar a alguien como Jungkook. Porque yo sinceramente lo odio...

A veces me siento a ver el atardecer en el balcón de mi habitación. Era algo que me relajaba bastante, sentía que mis problemas se iban junto al sol tras el horizonte.

Pero tras el atardecer viene la noche, noches en la que a pesar de estar bien abrigado, se sentían tan frías. Tan solas.

Aquella persona que me abrazó mientras lloraba, jamás volvió. De seguro fue un sueño, una mala jugada de mi cerebro para hacerme creer que no estoy solo.

Pero es así como estoy. De seguro que en mi vida pasada hice algo muy malo, y la estoy pagando en esta.

Solo espero que en mi próxima vida pueda ser un poco más feliz.

Me encontraba recostado al espaldar de la cama con mis rodillas abrazadas y mi mentón apoyado en estas, observando un punto fijo en la habitación, perdido en la nada, hasta que unos ligeros golpes a la puerta me sacaron de mis pensamientos.

Musite un "adelante", no se si esa persona me halla escuchado o no, no me importaba, estoy lo suficientemente ocupado en sumergirme en mi desgracia.

La puerta dejo pasó a la chica que me traía la comida. Sin prestarle atención, no dije nada, ya me rendí con intentar sacarle conversación, si ella no quiere hablar pues que no lo haga. Simplemente me quedé en mi posición sin inmutarme.

Como siempre hacía dejó la bandeja con mi almuerzo en la mesa de noche, pero en vez de hacer su reverencia e irse pude notar con el rabillo del ojo que se quedó parada a un lado de mi cama.

La miré un poco extrañado, pero en cuanto lo hice ella bajo la mirada a sus pies.

— Disculpe que lo moleste señor Park, pero el señor Jeon me pido que le dé un recado. — Dijo en un susurro casi inaudible pero gracias al silencio lo pude hacer.

⛓️Twisted ⛓️ Kookmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora