Capitulo 1.

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Vaya si que el vuelo fue muy largo para su gusto, estar tanto tiempo sentado era un problema cuando querías pararte, lo único que deseaba era poder estar en su casa con su bella esposa.

Se encontraba divisando los alrededores cuando una voz muy familiar lo llamo, no lo creía su esposa a pesar de su estado fue a recibirlo no podía estar mas feliz al verla hay con su sonrisa, con esa sonrisa que tanto le gustaba.

-Eli que haces aquí, te encuent...- no termino de hablar porque su bella esposa lo abrazo contra sus dos enormes colinas.

-Mel no te pongas lunático, estoy bien- no podía estar mas adorable para los ojos de la albina con sus mejillas rojas por la vergüenza de estar abrazados en un lugar publico- además quería verte o acaso tu no me extrañabas- poco a poco la albina fue bajando la cabeza al creer en esa posibilidad.

Meliodas se había dado cuenta, había olvidado lo bipolar que su mujer se conportaria por el resto de los cinco meses, haci que la tomo del menton y la beso para demostrarle cuanto la ama y la extraño los días que estaba fuera, luego que rompieran el beso aprovecho su baja estatura para enterrar su cara entre sus pechos, acción por lo cual la albina dio un respligo y se sonrojo fuertemente.

Minutos mas tarde la pareja se encontraban rumbo a la salida. Grande fue su sorpresa al ver su carro parado, volteo a ver a su mujer al modo de reflejo, ella dio una pequeña risita causando mas los nervios que comenzaron a brotar por los pensamientos que le asaltaron en ese momento, acaso ella fue quien trajo su auto, no era posible apenas y podía encender el auto- E-Eli tu trajiste al chofer v-verd-dad?-su corazón se aselero al escuchar la respuesta a su pregunta.

-No, no quise interrumpirlo además Ban me trajo-

El alma le regreso al cuerpo por un segundo pero al siguiente se puso pálido, acaso escucho mal su respuesta.

Al ingresara al vehículo lo confirmo, su mejor amigo se encontraba bien sentado en el asiento del piloto- bienvenido capitán- agrego con su voz cantarina, tomaron asiento en la parte de atrás- agerrese fuerte.

-hee...!- y ya no pudo hablar ya que Ban aselero a una velocidad considerable.

***

Por fin en su casa, en su cama, era lo mas agradable que sentía Meliodas después de la aterradora experiencia que vivió, su amigo conducia como si escapara de la policía, aun se preguntaba como es que no lo detuvieron hasta las luces rojas se pasaron de largo y para empeorar ni siquiera miraba al frente volteaba constantemente para atrás riendo, por los cielos llevaba una mujer enbarazada!! Se alivio al ver que los dos amores de su vida se encontraban bien.

-Me hubiera vuelto loco si algo les pasaba- hablo acariciando su vientre con su mano derecha.

-Te extrañe mucho- solto un sollozo, el de ojos jade tan solo la abrazo mas fuerte, acción que imito su mujer.

-Ya te he dicho lo mucho que me gustan tus ojos- la de ojos bicolores levanto su rostro acercándose al rostro del contrario, fueron acercando sus rostros sintiendo la respiración del otro hasta fundirse en un hermoso beso que transmitía lo mucho que se extrañaban.

La mano de Meliodas bajo al inicio de su trasero y lo apretó causando un suspiro a la albina, al escucharla se alejo lo mas rápido que pudo, no se sentía digno de tenerla en esos momentos.

-Mel que pasa?-

-Nos estamos adelantando- agrego un risa nerviosa la cual no paso desapersibida, conocía muy bien a su esposo, sabia cuando le pasaba algo, además el fue quien inicio porque arrepentirse después.

La conversación se vio interrumpida al sonar el timbre de un teléfono muy conocido para sus oidos. El telefono de su esposo.

Al mirar la pantalla y darse cuenta de quien se trataba, intento apagar su aparato acción que causo mas curiosidad en la albina, pues sabia bien que Meliodas nunca ignoraba una llamada.

-Deberías responder puedes ser importante- escucho esta vez el timbre del telefono de su casa, lugar donde su esposo fue corriendo.

POV MELIODAS:

Diosas porque ahora, estaba tan tranquilo espero que Eli no se haya dado cuenta jamás podría mentirle si le miraba directo a sus ojos, llegue los mas rápido que pude al piso de abajo, agarre el telefono y conteste.

Como lo sospeche se trataba de- meliodas estas escuchándome!!- apenas y pude salir de mis pensamientos.

-Si que es lo que quieres Zaneri- dije lo mas frio posible.

-Te decía si podemos vernos necesito hablar de lo que paso en Honduras- me hablo en tono como exigiéndome no la culpo también fue mi culpa, una culpa que no me deja en paz haci que lo mejor era arreglar las cosas hablando- en donde...-

Tres minutos después Meliodas se encontraba tomando su gabardina con la mirada curiosa de su esposa sobre el, debió notarlo porque fue hacia ella para darle un beso sobre la coronilla explicando sus supuestas "razones" por la cual debía salir a esa hora y en Domingo.

Bueno primer capitulo terminado aunque un poco corto.

POR MI CULPA (Melizabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora