Capitulo 5.

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El amanecer se podía distinguir de cerca aun era oscuro menos en uno de los cuartos de esa casa ni tan grande ni tan pequeña. Se distinguía una luz tenue un gruñido se dejó apreciar por lo bajo acompañado de la bola de papel arrugada que caía en el cesto como si de una pelota se tratase, papeles y recortes esparcidas por todo el escritorio, laptop prendida a todo el brillo uno que otros lapiceros y plumones cayeron al suelo.

Ya llevaba como una hora encerrado en ese lugar buscando una idea para que la empresa se pueda quedar con esa cuenta, no era tan facil como parecía, hay esta el problema nadie le advirtió lo difícil que seria, se levanto con pesadez pasando las manos por su alborotado cabello rubio.

Al pasar por las mesas vio un sobre— y esto— leyendo cureseo— es mi suedra— río mentalmente al recordar que no le gustaba que la llamara así, dejando al lado el sobre fue por lo que bajo, un relajante café para empezar su día.

—Meliodas— jamas olvidaria su voz sonrio para si mismo volteando a verla aun en pijama y bostezando.

—buenos días cielo—saludo dándole un beso en la mejilla— ¿que haces despierta a estas horas?— cuestiono al verla volver a bostezar.

—sentí que no estabas y vine a buscarme— una idea perversa cruzo por su mente.

—ya me extrañas y aun ni salgo de casa— comenzó con algo inocente mirando de reojo a la albina que no entendió muy bien por el sueño, — o sera que quieres terminar con lo que comenzamos ayer—

Pov Elizabeth:

Sentía mus mejillas arder y mi cuerpo estremecerse por los recuerdo que azotaron a mi mente dejando atrás el cansancio y sueño que tenía.

—tengo sed— no era una buena escusa pero logre que dejara el tema y en su lugar me pasara una taza de café.

Tu vista no se iba de mi y eso me ponía nerviosa.

Solté un chillido cuando me abrazaste besaste mi mejilla, solo tu logras estas reacciones en mi, solo tu Meliodas.

—ya me voy si no quiero un sermón de parte de mi padre— un ultimo beso y cruzaste la puerta para perderte por la sala.

—Hawk que haces ahí — bromee como si fuera a responder, estaba quieto mirando con... ¿odio? la puerta— Hawk— volví a llamar logrando que volteara a verme.

Movió su cabeza mirándome se fue acorrucar contra el sofá, deje la taza a un lado, tenía hambre hací que pensé en cocinar. Con eso en mente me acerque hacia la cocina grande fue mi sorpresa al encontrarme con el desayuno, hay Mel entrega domicilio suguro. Dudo mucho que allá cocinado si no quiere intoxicarme y de paso a su hijo.

***

—encerio te quedaste sin dormir por la campaña hermano — pregunto el azebache.

—tenia que terminarlo— el menor solo negó apoyándose contra la pared.

—bien papa ya me conto—

Sus ojos se ampliaron dejando de inmediato su computadora de lado, levanto la mirada hacia su menor quien para su sorpresa se mantuvo indiferente respecto al tema.

Sin realizar ninguna palabra bajo la mirada aun la culpa no lo dejaba —Zeldris preferiría dejar esta conversación hasta aquí—

Intento devolver su mirada hacia la pantalla ignorando la sonrisa burlona que se le formo al azebache.

—Meliodas te conozco se que no quieres dejar esta conversación— se paro de su lugar solo para darle unas carpetas donde venia la marca en la que estaba trabajando—valla si que estuviste en vela— exclamo al ver que ya lo había terminado.

Suspiro para si mismo su hermano a diferencia de otros era mas distraído aunque no lo pareciera, dale un tema de la cual cuestionar y inmediatamente se olvidara de lo demás.

La puerta al cerrarse lo relajo un poco, fruncio el seño, no tenia tiempo de relajarse aun era pronto para cantar victoria, pero aun había ese miedo que lo atormenta. Cuando pensó que todo se quedaría olvidado de nuevo lo asaltaba esa inseguridad.

***

La empresa de los Demon, una muy reconocida por las diversas campañas que realizo a lo largo de su función.

—valla si que es grande el lugar— admiro —deberíamos irnos Zaneri—

Pensó que la convenceria, si tenían una empresa exitosa tambien los rumores que los dueños son gente peligrosa serian ciertos.

—si quieres vete Jenna— mas no quería, era su hermana después de todo no podía dejarla sola.

—bien cual es tu plan — quería saber que tramaba, desde que se obsesiono con ser dueña de ese lugar se alejaba mas de ella, no quería perder a su hermana, no tenia salida tenia que ayudarla, en su corazón quedaba la esperanza que todo cambiaría y volverían hacer las hermanas alegres de antes.

—la face una ya esta completada, hermanita ahora te toca encontrar un puesto— asintió con la cabeza dispuesta a entrar a esa empresa codiciada por su hermana.

Pero aun le quedaba una duda de que face uno hablaba acaso ya había echo algo de la que no estaba enterada.

***

—tendrás un hermoso futuro mi amor — acaricio una vez mas su un poco abultada panza.

Elizabeth se levanto, estaba aburrida tal vez una conversación con Diane la ayudaría, tomo el teléfono marco el número de la castaña. La llevo directo al buzon.

De seguro estará ocupada pensó la albina, al devolver el teléfono su vista se desvío hacia un sobre, lo tomo, río por olvidar leerla lo abrió.

Su facciones cambiaban a medida que iba leyendo, en un segundo su mundo se derrumbó, lágrimas salían por sus ojos, sus piernas no podian sostenerla, su corazón le oprimía dolía a sobremanera— no...porque— titubeo, si creerce lo que contenía dicha carta.

***

Lamento las faltas de ortografia.


POR MI CULPA (Melizabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora