THE CROWN 成 kth&knj ¡!。

Parte II; Capítulo XI: Rompiendo La Farsa Hecha.

El Rey del Norte Kim Theodore estaba en su habitación con una cara seria pero burlona. Miraba a la pareja de enamorados besarse con gusto y deseo, revolcarse en el césped verdoso y jugar como niños revoltosos por el patio. Bella se les unía de vez en cuando como una pequeña niña de papel, tan delicada y fina que contrastaba con la actitud de la pareja.

Theodore estaba enojado, y decepcionado en algún punto. Pues él había intuido a TaeHyung en un mundo digno de su estatus, no para enamorarse de un Omega que carece absolutamente de finura y con un concepto más que erróneo de la sociedad. También lo detestaba por que llevaba su plan de conquista hacia la borda, y eso él no lo permitiría.

Theodore era más que avaro, un hombre de gruesos rasgos masculinos y de una recta formación tradicional. Casi siempre se le encontraba serio y hosco, con un semblante burlón a su alrededor. Muy pocas veces la gente había alegado verlo reír. Esas veces era con su difunta esposa: Mónica. La amaba tanto que su avaricia creció en sobremanera, pues lo material según él era su consuelo y salvación. Una ambición detestable que él no podía dejar por muy dañino que fuera.

Su caballero Lowell entró con una sonrisa maléfica en su agudo rostro viejo. Traía una carta con una insignia del Reino del Oeste, una verdadera ciudad de política alta y reformadora. Mantenía una postura elegantemente recta, con la cabeza en alto y los pies juntos. Theodore le hizo un ademán para acercarse y relatar las noticias.

── Mi señor... El Oeste ha aceptado su propuesta. Se han tragado completamente el discurso que usted envió.

── Gracias Lowell ¿Algo más?

── Si. Quiero esclarecer una duda que tengo. ¿Su hijo, TaeHyung, que tiene que ver con el derrocamiento de los reyes de este Reino? ── preguntó cauteloso.

── Eres de confianza y te daré la respuesta para que entiendas sobre lo que estoy hablando. ── respiró hondo y sonrió con autosuficiencia ── TaeHyung es un Alpha puro, y eso es de mucha ventaja para nosotros. El es el único Alpha puro que ha pisado el Reino del Norte y quiero sacarle provecho a ello. La Casa Merwürdig es una buena arma para comenzar la operación, y ellos solo aceptaron por el hecho de que TaeHyung fuera un Alpha puro. Quiero tener el mundo en mis manos y con él lo lograré. Estoy seguro.

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TaeHyung entró por la puerta del despacho de su padre con sigilo. Había pasado cuatro meses desde su casamiento con Bella Jeon y la confesión de NamJoon. En ese plazo de tiempo, ideó la estrategia para mandar a las mazmorras a su padre, con la suficiente evidencia como para encarcelarlo y llevarlo a prisión de por vida. También hubo acontecimientos catastróficos. Hubo una huelga por un mal manejo que su padre había hecho halla en el Norte y también ocurrió un golpe de estado en el Sur por la desatención que recibía. Todo eso y muchos más llevaban al malgastado y podrido de su padre.

── Buenas Padre.

Su voz salió cínica de sus labios. Theodore se giro en su asiento con miedo en sus ojos y la melena de negro revuelta por estarse jalando.

── Hola TaeHyung... ¿Cómo te va todo?

── Todo está bien. Solo quería decirte algunas cosas que había averiguado de ti.

De pronto Theodore se puso pálido tal sábana blanca. Su mano derecha temblaba con pesar y su rostro desfigurado era el claro signo de que sus palabras tenían efectos en él. Se acercó a él aún con su sonrisa maliciosa, cada paso siendo una tortura para su padre.

── Fuiste tú quien mato a mi hermano. Fuiste tú quien trazo toda esta farsa para condenar este pueblo y el mío solo por tu avaricia y afán de conquistas. Y fuiste tú, el único que me ha hecho la vida imposible estos últimos veinte años. ── mencionó molesto y gruñendo en cada palabra que decía.

La oficina se quedó en un silencio infernal que hablaba por si solo. TaeHyung con eso reforzaba su teoría. Era claro lo que pensaba su padre, pero ya TaeHyung había jugado todas las cartas de la mesa y tenía el juego ganado desde hacía meses.

── ¿Cómo lo supiste? ── inquirió ansioso con los dedos golpeando la mesa caoba negro con inquietud.

── Todo fue una trampa para ti padre. La casa Merwürdig era administrada en secreto por mi, por lo que todos tus planes pasaban siempre a través de mi. La segunda es que la carta del Reino del Oeste es falsa. La escribió SeokJin antes de morir pues sabía que los negocios también iban al oeste. El Norte sabía de tus planes pues yo me tomé la tarea de decírselo al Consejo Supremo. Los Reyes del Sur sabían de esto y están acusados por obstrucción a la justicia por unos cuantos crímenes más. ── explicó tan tranquilo que mataba de la angustia de primera. TaeHyung sabía que teclas de la cordura putrefacta tocar con confianza y tirarla hasta que se destabilice y ver a la persona detrás de esa gran máscara oscura como su alma y corazón.

Su padre en ese momento que se quebró completamente. Gritó como un desquiciado en su despacho mientras halaba sus cabellos desordenados, arrancándolos desde la raíz sin importarle poco el dolor que ahora sentía. TaeHyung se mantenía frente a su padre con una gran sonrisa en su rostro. No había rastro de preocupación, y su orgullo estaba más que alto al ver a su padre pudrirse de aquella manera horrenda.

── Estas arrestado por tráfico de omegas, violación, asesinato premeditado, trámites ilegales y robo. ── sentenció TaeHyung después de unos momentos.

Su padre lo miró con ojos vacíos. Parecía un alma en pena con aquel aspecto deplorable que traía consigo. Ahora que lo miraba bien estaba más deteriorando que antes y hace mucho tiempo su alma había dejado su cuerpo cuando la muerte de su mujer, su madre. Su vestimenta estaban claras pero mostraban la ansiedad que lo carcomía por dentro, junto con el estado en que se mantenía la oficina.

Hombres entraron por la puerta del despacho para llevar a su padre al calabozo. Bella estaba ahí con una sonrisa de triunfo y NamJoon miraba con una bella sonrisa orgullosa el arresto. Su padre no se opuso. Estaba debilitado y la impresión lo había dejado paralizado, ingiriendo la derrota con lentitud. Cuando Theodore elevó la mirada vio a su hijo, un vivo recuerdo de su madre fallecida y la mujer que amo con más que el corazón. Lágrimas cayeron de sus ojos como aguas. TaeHyung también lloró. No sólo por el daño que le había hecho su padre a él mismo sin darse cuenta, sino porque a pesar de todo su padre era lo único que le quedaba en este mundo corrupto.

── Llevenselo

Con un asentamiento los guardias llevaron a su padre con calma al calabozo. Ese momento fue en donde que se quebró completamente. Sus piernas no respondieron y cayeron al piso frío de la oficina en un ruido seco, unos segundos más tarde retomando el llanto aún más fuerte.

Bella pasaba su mano por su espalda y NamJoon le decía siempre palabras reconfortantes y siempre alegres para subir su ánimo.

Cuando pudo con su llanto y tristeza, observó por el rabillo del ojo un portarretrato viejo en una de las esquinas del escritorio. Lo recogió con desgano para ver a la persona que se encontraba en ella. Era una foto familiar de cuando vivían en un castillo cálido y siempre con tonalidades naranjas y rojas. Su madre estaba ahí con una sonrisa mientras lo cargaba en el aire con simpleza; su hermano corría con su padre por el patio persiguiéndolo mientras reía a mares con una actitud jovial. Era tan familiar que le dolía. Había quedado sin nadie a su lado. Sonrió con amargura ante cada pensamiento que pasaba por su cabeza como daga, era hora de pasar el pasado y mirar hacia el futuro.