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Cuando ríes, tu cabello juega al raz de tus hombros, ¿lo sabías?

Me encanta.

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—Espera un segundo, ¿en serio relataste 600 páginas describiendo las razones por las que te enamoraste de mí?—. Adora se encontraba asombrada ante tal dedicación de parte de la morena.

—Pues... sí. No es como si estuvieras leyendo páginas en blanco—. La ironía salió por sus poros, sin que ella lo detuviera, a lo que la rubia sólo rodó los ojos con una sonrisa.

—Es que... No tengo palabras para expresarme. Yo...—. Su expresión decía tanto de manera tan poco específica que causó ese sentimiento tan conocido para Catra en su sistema.

—No necesitas decir nada, corazón. Sólo sigue leyendo—. Adora negó con la cabeza, empujando a la morena junto a ella sobre el sillón.

Un suave beso dejó la habitación en silencio, mientras sus cabezas quedaban completamente en blanco, exceptuando el presente mismo.

—Gracias...

—¿Por qué?—preguntó curiosa la de ojos bicolor. Adora recorrió su rostro con lentitud, observando sus pecas, el brillo de sus ojos, sus labios levemente hinchados y los colmillos que podían verse con la boca entreabierta si uno observaba en aquella cercanía—. ¿Adora?

—Por amarme como sólo tú sabes hacerlo—. Y procedió a besarla una vez más.

600 pages for you [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora