C3: «Bolsas de Plástico [2]»

900 136 45
                                    

Regla personal de Agatsuma Zenitsu numero 19: Si alguien te trata mejor que Kaigaku, ruegale que se convierta en tu hermano/hermana」


Agatsuma Zenitsu no estaba teniendo un buen día.

No es como si nunca hubiera tenido un mal día [Zenitsu trata de ser positivo y no pensar que básicamente todos los días de su vida son horrendos], de hecho es raro cuando tiene un buen día, ya sabes esos raros días en los que su hermano mayor se acuerda que existe y le deja algo de su propio desayuno o esos raros y distantes días en los que Aoi o Makomo hacen almuerzos para todos y son los recuerdos [porque hace tanto que no suceden] de esas bonitas y banales cosas que hacen que el día de Zenitsu mejore al punto de olvidar que su vida es una maldita desgracia.

Pero hoy no es uno de esos días, aparte de no tener su desayuno [que ahora está en el estómago de Kaigaku] o siquiera poder recordar los momentos felices con sus [su familia] compañeros aparte de todo eso, Zenitsu está preocupado, no, más asustado que preocupado, porque ayer rompió la regla más básica de las reglas de los cazadores de demonios. Y Zenitsu estaba tan asustado que ni siquiera le dijo a nadie lo que pasó y la culpa lo estaba carcomiendo vivo.

Era un día malo.

Zenitsu deja que su lamentablemente ser se deje caer en su pupitre, su mejilla presionando contra la mesa y su cuerpo desparramado en una posición que está seguro le dolerá demasiado más tarde. Pero Zenitsu no está bien ¿Entienden? ¡Incluso olvidó llevar dinero para el almuerzo o un almuerzo en primer lugar!

Todo por estar profundamente preocupado por la situación con Obanai-san. De solo recordarlo Zenitsu podía sentir las lágrimas burbujeando en sus ojos, Zenitsu se congeló cuando un sonido familiar llegó al salón semivacío, e inconscientemente se quedó quieto y sis respirar, algo así como "Si no me muevo no me ve„ pero recapitulemos, Zenitsu no estaba en una novela coreana de las que tanto ama leer o en un anime o manga como para que esas técnicas funcionarán.

Entonces una mano se estrelló con fuerza en su pupitre, Zenitsu se sacudió completamente ante las vibraciones en su oído [maldice a su yo de hace cinco minutos por pensar que descansar el costado de su cara donde el sonido se amplía era buena idea], Zenitsu eleva los ojos lentamente, temblando ligeramente y con los ojos levemente vidriosos.

—Acompáñame afuera Agatsuma-kun, comamos juntos— Es la orden de Iguro Obanai, ojos heterocromaticos mirando directamente hacia los dorados cristalinos de Zenitsu. Y por un momento demasiado largo, Zenitsu piensa que saltar por la ventana sería una idea estupenda, se arrepiente cuando ve la expresión solemne de Iguro.

—Olvidé mi almuerzo y no tengo dinero para comprar algo en la cafetería— Es lo primero que sale de su boca y ruega porque suene como una excusa decente, aunque incluso él es consciente de que suena como una excusa mediocre.

Obanai parpadea dos veces antes de fruncir sus finas cejas y Zenitsu se encoge más en sí mismo cuando Obanai hace un sonido de molestia desde su garganta.

—Puedo compartir mi almuerzo contigo, ahora vamos— Obanai toma la muñeca de Zenitsu, el niño se hace el tonto mirando las uñas negras del mayor. Obanai sisea y eso hace que Zenitsu se levante y siga a Obanai dócilmente, como un perrito triste siguiendo a su dueño enojado. Zenitsu, muy ocupado mirando la espalda de Obanai con expresión perdida y la mente vacía no pudo hacer nada ante los susurros de la gente.

Cosas como "Mira eso" o "¡Oh dios mío! ¿Están saliendo acaso?" incluso un demasiado confiado "Apuesto mi almuerzo a qué están saliendo ¡Solo míralos, están yendo de la mano!", Zenitsu estaba muy ocupado pensando en todas las maneras en las que Obanai le obligaría a decirle la verdad, también pensando en cómo sus compañeros iban a asesinarlo por la estupidez que acababa de cometer. Zenitsu comenzó a llorar cuando se detuvieron en el jardín derecho que generalmente estaba vacío.

Pilares ModernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora