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"Como voy a entender lo nuestro, si nunca te entendí ni a ti"

—Sueltame, te dije que no quiero trabajar y punto, no eres nadie para mandarme, nadie ¿entiendes?— el pelinegro se zafaba de aquel pelicastaño que yacía llorando en la puerta de la casa

—por favor hazme caso, tus padres y yo estamos preocupados por ti, esto no esta bien. Tu como doctor lo tienes que saber bien— el pelicastaño trataba hacer entender al pelinegro pero no podía

—¡Sueltame!— dijo zafándose del castaño ocasionando que este callera al suelo

— Tienes razón. No soy nadie para detenerte. Ni siquiera se que soy yo para ti. Tu novio. Tu vida.o. Un conocido. Jamás te podré entender.—empezo a llorar el castaño, simplemente no iba a lograr nada

Poco después pudo ver como el pelinegro agarró su coche y se fue hacia el bar donde ahora echaba a perder su vida, era tan patético que el pelinegro no se diera cuenta de las malas influencias que tenía como amigos, era tan patético que prefiriera una botella antes que a su familia, era tan patético que aún así el pelicastaño lo siguiera amando

Le dolia ver como su pareja empezaba a meterse en el mundo del alcohol, el no era así. Una vez se fue empezó a llorar ¿que debía hacer para hacer entender al pelinegro?, no lo sabía

Ya eran más de las 2:00am y Yoongi apenas regresaba a casa, estaba muy tomado y adentro del coche tenía una discoteca prácticamente, su playlist estaba hasta el tope de volumen y mientras conducía gritaba de placer, estaba en otro mundo, tanto fue así que no se dio cuenta cuando aquella persona cruzó la calle

El pelinegro sólo pudo sentir como chocó con aquel cuerpo y este pasaba por su espejo delantero. Quedó en shock, rápidamente freno el coche y salió corriendo hasta llegar a su casa, tenía que contarle todo a su novio. No sabía que hacer. Su novio tenía razón, por culpa del alcohol iba a causar problemas y ahora es lo que estaba pasando.


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Yoongi despertó Fuertemente, hizo que causará un mareo en si mismo. No sabía como pero ahora tenía lágrimas recorriendo sus mejillas. Puso ambas manos en su boca y empezó a gritar internamente mientras lloraba, estaba en su consultorio así que no quería hacer ruido pero aquellos recuerdo hacían que se lamentara y se odiara a si mismo. Su cara pronto se puso roja por tanto aire que retenía hasta empezar a formar varias venas sobre su frente

—¡¿por que!?— dijo golpeando la mesa haciendo que callara el pequeño letrero que decía "Dr. Min YoonGi" — te extraño — fue guiando una de sus manos hasta la foto donde yacía un castaño sonriendo, esa hermosa sonrisa cuadrada que lo identificaba— perdón Tete, jamás pensé que terminaría así, y-yo debí hacerte caso— siguió llorando mientras ahora formaba hipidos que no lo dejaban hablar bien— De seguro ahora estarás odiandome allá arriba. Como puede ser que el que decía ser tu novio te halla atropellado, halla acabado con tu vida. L-lo siento

Pronto el pálido volvió a llorar, esa pesadilla lo tenía atormentado desde ya hace cinco años.

su mundo se había ido abajo cuando al llegar a casa no estaba su novio así que había decidido ir a buscarlo para contarle lo ocurrido. Era asombroso que por aquel susto se le había bajado todo el alcohol que traía en su cuerpo, ahora se encontraba más sobrio pues pensar en la idea de que había matado a una persona le asustaba.

No había encontrado a su novio así que volvió a aquel lugar para darle primeros auxilios a aquella persona. Por todo lo que traía en la mente se le había olvidado por completo que el era un doctor así que una vez que llegó puedo visualizar a aquel cuerpo que yacía bocabajo y sólo era iluminado por las luces del coche.

Apresuradamente fue a su coche y sacó las cosas necesarias para hacerle primeros auxilios y una vez tenía todo preparado se agachó y se sentó sobre sus rodillas para así voltear el cuerpo que sólo yacía inconsciente y con un gran charco de sangre.

Los ojos del pálido empezaron a humedecerse mientras que colocaba sus manos en su boca, su cara estaba deformada por tan grande sorpresa que se había encontrado.

—¡No Tae! ¡Mi Tete!— el pálido tenía miedo, demasiado

Sus manos temblaban al tocar el cuerpo de su novio, no sabía que hacer, quería hacer su parte de doctor pero simplemente sus manos se encontraban congeladas.

Rápido sacó su teléfono y llamó a la ambulancia. Después puso ambas manos sobre el pecho del chico y empezó a hacer presión

¡tae, reacciona! ¡No me dejes!— decía el pálido mientras trataba de estabilizar al chico pero consiguiendo nada. Sabía que ya no había nada por hacerse, desde que lo vio sabía que ya no había nada más por hacerse pero el seguía creyendo que si lo habría. Y es que el era su novio, su todo. ¿Como pudo hacer eso? Era un gran idio**.

Varios minutos después las sirenas de la ambulancia llegaron y una vez se estacionaron salieron los paramedicos de la parte de atrás rápidamente con una camilla y varios aparatos. Hicieron todo lo posible pero no consiguieron nada, así que finalmente taparon el cuerpo con una sábana y se lo llevaron. Aquel pelinegro sólo se quedó en el suelo, con sus manos manchadas de sangre, su vida destrozada, su cara roja, y su mundo roto.

Después de haber pasado por todo, el funeral, la despedida. Yoongi se entregó a la policía y se culpo por la muerte de su pareja. Por entregarse a si mismo y por tener buena conducta, salió después de dos años y decidió seguir con su trabajo, sólo que ahora con un gran vacío, lamentándose y odiándose a si mismo por matar a lo que las amaba en esa vida.

Se juro a si mismo que jamás iba a volver a tomar ni una gota de alcohol pues precisamente esa era su desgracia, su maldicion

Pero ni una promesa puede ser más fuerte cuando eres adicto, si paso una vez, ¿por que no otra?

미안 해요-KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora