•13•

605 54 9
                                    

"Por que somos tan iguales que si tu te vas, yo me voy también"

Los pasos eran pesados, la energía era la misma de siempre, la mirada fiel al piso.

—Hola doctor Jeon— saludo la enfermera mientras pasaba al lado del deprimente hombre. Una respuesta muda fue lo que recibió la chica, no le extrañaba pues aquel hombre miserable ya no hablaba con nadie, sólo hacia algunas labores simples en el hospital y se retiraba. Pobre, daba lástima. Y no en mal sentido, claro que no, sólo que era tanta tristeza que cargaba que hasta ya en cierto punto era contagiosa. Poco a poco todos en el hospital se habían enterado de lo ocurrido y como no, después de tremendos gritos que había dado el doctor Jeon ese día ya todo mundo se había enterado.

Jungkook se dirigió al estacionamiento, ya era hora de irse a casa. Todo su camino fue tan lento, realmente ya no tenía fuerzas ni para caminar, ya no tenía fuerzas para nada. Una vez llegó a su auto abrió la puerta y se adentró a este para después cerrarla con un brusco golpe. Sin cuidado se agarró del cabello con ambas manos y empezó a devolvérselo de tanta frustración, simplemente ya no tenía paz, ya no tenía vida

—¡Mierda Jimin! ¡Te odio!— vociferó para después golpear el vehículo con sus puños, golpeaba y golpeaba pero aún así no se le iba aquella tristeza y ausencia que todos los días sentía.

Inmediatamente su cara empezó a humedecerse, otra vez se sentía miserable. Otra vez se sentía inutil por no aver estado con Jimin. "Si tan solo pudiera volver en el tiempo". Volvió a pensar el de cabellos negros. El ruido de aquel llanto no se hizo esperar y unos grandes e incontrolables hipidos le acompañaron. Simplemente lo extrañaba. Se maldecía y maldecía a Jimin mientras más lágrimas salían

—¡vuelve! ¡Te lo ordenó! ¡Yo te cuide, yo estuve contigo todo este tiempo. No merezco esto!— grito Jungkook a una foto que tenía del rubio en aquel auto— tanto era su coraje y desilusión que pronto le empezó a dar un ataque, no podía respirar. Así que rápido sacó de uno de los cajones del auto sus pastillas, las dirigió a su boca y las trago de un golpe. Poco a poco se iba calmando y una vez mejor decidió empezar a conducir.

En el camino iba limpiándose las lágrimas pues no lo dejaban ver bien el camino. Agarró un pañuelo y empezó a limpiarse la cara y ojos. De pronto sintió como alguien le tocó el hombro, "eso no es posible, no hay nadie en el auto" se dijo a si mismo así que decidió ignorarlo

—realmente vas a ignorarme Kooky, hace bastante que no nos vemos y lo que decides es ignorarme— habló esa voz muy familiar

—J-Jimin ¿e-eres tu?— dijo el pelinegro sorprendido, claro que eso era imposible, totalmente imposible

—no, claro que no. Soy el presidente de Corea. Claro que soy yo tonto — río el rubio

—Eso no puede ser posible— aclaro Jungkook mientras veia enfrente unos segundos para asegurarse de no tener un accidente

—que molesto eres Jeon. Pensé que me dirías algo como de "te extrañe" "que bueno verte" pero no — reprochó el rubio cruzándose de brazos

—claro que te extrañe Minnie— dijo Jungkook soltando varias lágrimas —quiero abrazarte

—¿y por que no lo haces?

—por que estoy enojado con tigo. ¡Me dejaste solo! ¡Me dejaste vulnerable!

—tu no llegaste a tiempo. Además te deje una carta, junto con la de jisoo. Estaba en mi almohada.

—lo se. La leí, pero no justifica el que me hayas dejado solo

—lo siento ok?, realmente quiero que me abraces— puchereo

Instantáneamente Jungkook alargó sus brazos y atrapó al rubio sobre su cuerpo, era tan malditamente feliz en ese momento. Poder abrazar a su pequeño le hacía feliz. Por algunos segundos pudo sentir como Jimin también lo abrazaba Fuertemente, a tal grado de pensar que sus huesos se rompían. También el lo extrañaba.

—te extrañe mucho pequeño, no me vuelvas a dejar— dijo Jungkook besando la frente de este y despeinado la cabellera ajena

—claro que no Kooky. En este momento estamos juntos y te aseguro que ahora será para siempre

Jungkook no supo en que momento había frenado, no le importó, salió del auto junto con Jimin y nuevamente se tomaron de las manos

—¿y ahora? ¿A donde vamos?— pregunto Jungkook

—a donde sea, donde quieras. Sólo se que ahora somos felices ¿no lo crees?

—lo creo pequeño— dijo dandole un gentil pico— vámonos

—¡siiii! Ahora seremos felices— grito de entusiasmo Jimin mientras daba pequeños saltos en el camino











•••••••

—¡rapido! Lo perdemos—grito una doctora mientras hacía un intento de resucitación en pleno pasillo del hospital

—¿ahora que pa- ¿que? ¿Que le pasó? — habló Zico quien iba caminando por aquel lugar — ¡¿que le pasó!?

—tuvo un accidente automovilístico, al parecer en el cuerpo de Jeon se puede notar que tomó pastillas para el insomnio.

—¡¿que pensaba?!

—ese era el problema, que no pensaba —la doctora empezó a entrar en pánico, ya era demasiado tarde. No se podía hacer nada. El cuerpo en si estaba más que muerto, había tenido una hemorragia interna, al parecer la mayoría de sus huesos estaban rotos—ya no se puede hacer nada— dijo para después tapar el cuerpo con la manta blanca

Tal vez era lo mejor, tal vez era el final, tal vez era lo correcto. Todos tenemos un propósito en la vida. El de ellos era ser felices en el otro mundo

—Hola Min y tu debes ser tae cierto?

—hola, si ese soy yo

—un gusto, yo soy Jungkook y el es mi novio Jimin

—como lo dijo Kooky, soy Jimin pero puedes llamarme mochi

—jaja ok. Pueden llamarme Tete igualmente

미안 해요-KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora