🄻🄾🅅🄴🄻🄴🅂🅂 [FINALIZADA]

VII.❄❄❄

☆゜・。。・゜FLASHBACK   ゜・。。・゜★

—  ¿Qué sucedió ?   — Fue lo primero que preguntó el castaño cuando despertó después de un par de semanas en las que había estado recuperandose de la complicada cirugía, sobre la cual sus padres se habían arriesgado.  Sin embargo, no tenían nada que perder... Si no tomaban la desición igual su hijo iba a morir. Así que finalmente, los señores Wang lo hicieron aún en contra de la voluntad de su hijo que se negaba a renunciar a sus sentimientos a pesar de lo desgarrador que podía ser. 

— A-Yi, no te enojes por favor. Yo no podía sólo verte morir. — El castaño desde ese momento no se conmovió por nada, así su madre estuviera sollozando frente a el. 

Pudo ver que nadie había mandado una tarjeta ni nada para su recuperación y su madre le explicó que todo se había manejado de manera privada y que sólo ellos sabían lo que sucedía y algunos  miembros del personal médico. Incluso había sido registrado con otro nombre, así que para el resto del mundo Wang Yibo estaba de vacaciones en alguna isla paradisíaca, lejos de todo y de todos. 

— ¿Zhan Ge? ¿Se casó? —

— Hijo, no te tortures más. — 

— Ya no importa... Sólo dime la verdad. — 

— Los rumores cada vez toman más fuerza y ahora trabajaran juntos en otra serie. Creo que son pareja. — 

Yibo se puso la mano en el pecho y lo único que pudo sentir fue la cicatriz que tenía, por lo demás su rostro no se inmutó y en su corazón no hubo ninguna sensación de amargura o tampoco hubo un vacío en su estomago. 

Los doctores empezaron a hacer pruebas para saber el impacto de la cirugía, lo cual no era muy dificil de predecir. Wang Yibo se había quedado sin sentimientos. 

— ¿Quiere decir que no quiere a nadie? — 

— Lastimosamente sus organos estaban demasiado comprometidos. — Dijo la doctra YangZi con pesar, quien también había esperado hasta el último minuto que apareciera esa persona especial para su paciente, pero no sucedió y ahora no debía demostrar ningún tipo de tratamiento especial. El castaño era sólo un paciente más. 

— ¿Qué hay de los otros sentimientos? — 

— Me temo que se vean también afectados. — 

Los padres del castaño sólo se pudieron abrazar a llorar por las repercusiones de la cirugía, lo único que los consolaba es que su hijo no los podría odiar y sobretodo que seguiría vivo. Sabían que la decisión había sido un poco egoísta, pero ya estaba hecho y no se arrepentían de ver a su niño con los ojos abiertos otra vez aunque no fuera para nada el mismo que había perdido el conocimiento. 

Aunque no debían también  agradecían que nunca volvería a pasar por un sufrimiento de tal magnitud. 

Justamente en ese momento Yibo estaba durmiendo y los dos padres hablaban afuera de la habitación cuando  el teléfono de Yibo sonó de nuevo, como lo hacía todos los días de manera insistente.