Capítulo 6.

790 70 2
                                    

Pasó una semana y finalmente fue Hogsmeade una vez más. Los de tercer año caminaron todos juntos mientras se dirigían a los carruajes. Esta vez, sin embargo, Carina no fue a Hogsmeade porque estaba detenida, su último día de su detención de una semana con Filch. Pero ella no era la única que no iba a Hogsmeade. Roman también estaba detenido. Fue su castigo por petrificar a Draco Malfoy en el Gran Comedor, que también resultó en que se les quitaran cuarenta puntos de sus Casas.

–Siento que no puedas venir con nosotros, Carina.– Dijo Ron. –¡Por el lado positivo, es su último día de detención!–

–Gracias, Ron. Pero aún así prefiero pasar mi fin de semana en Hogsmeade que pasarlo aquí, limpiando la sala común.– Carina miró el desorden que los Gryffindors dejaron para que ella limpiara, Filch dejó en claro que nadie limpiaba la sala común, ni siquiera los elfos domésticos, para que Carina la limpiara.

–¿Supongo que Roman está teniendo el mismo tipo de detención?– Preguntó Hermione.

–Sí.– Carina suspiró. –Pero desafortunadamente, para él, los Slytherin hicieron un gran trabajo al hacer un desastre para que él lo limpiara... Desearía poder ayudarlo allí...–

–Estoy seguro de que estará bien.– Hermione dijo. –Además, Nott tiene que ayudarlo, ¿no?–

–Dudo que ese idiota holgazán le ayude.– Carina murmuró.

–De todos modos, nos vamos.– Hermione sonrió. –Les traeremos algo a Harry y a ti cuando regresemos.–

–Espera, hablando de Harry.– Dijo Ron. –¿Dónde está?–

ʕ  ۝  ʔ

Una fila irregular de estudiantes siguió a McGonagall hacia el puente. En el suelo nevado, aparecieron pequeñas huellas en la nieve, se movió rápidamente para unirse a los otros estudiantes. Sin saber que las huellas dejaban un rastro bastante conspicuo de un supuesto nadie, Fred y George, que estaban ocupados haciendo un muñeco de nieve, vieron el rastro de huellas y sonrieron al verlo. Esperaron hasta que ese rastro finalmente estuvo a su alcance antes de enganchar sus brazos alrededor de la persona debajo de la capa y arrastrarlo al interior del castillo.

–Listo, Harry.– Fred dijo.

–Pero no lo suficientemente inteligente.– George agregó.

–¡Vamos chicos, solo quiero ir a Hogsmeade!– Dijo Harry.

–Además, tenemos una mejor opción.– Fred sonrió.

Una vez fuera del alcance del oído o de los ojos distraídos, los gemelos Weasley le quitaron la capa a Harry. Fred luego rompió un gastado rollo de pergamino en las manos de Harry. Harry frunció el ceño porque estaba en blanco.

–¿Qué es esta basura?– Preguntó Harry.

–Basura le dice. Ese es el secreto de nuestro éxito.– Fred dijo.

–Es una llave inglesa dártelo, créeme.– Dijo George.

–Pero hemos decidido, necesitas más que el nuestro... George, si das los honores...–

George apuntó con su varita al pergamino.

–Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.–

Una tinta intrincada se alineó en la superficie de la fibra del pergamino, y luego todo el pergamino comenzó a mostrar sus secretos. Y Harry leyó el encabezado del mapa.

"¿Los señores Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta se enorgullecen de presentar El mapa del merodeador...?"

ʕ  ۝  ʔ

Black - Theodore NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora