CAPÍTULO 21

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C: (caía en cuenta de lo que acababa de pasar) Victoria yo... Perdóname, estoy algo tomado, no quise decir eso, yo se que me amas como yo te amo a ti, pero por favor perdóname (trataba de tomarle la mano)

V: (se alejaba) No... A veces el alcohol nos ayuda, nos da ese empujón para decir lo que realmente pensamos, por hoy no quiero verte más, me voy a mi cuarto y por favor, no me vayas a molestar.

C: Victoria por favor hablemos, no quiero dejar esto así.

V: ¿Que prefieres? ¿Dejar esto así por ahora o que mande todo al demonio de una vez? Alomejor y el alcohol me da ese empujoncito ¿no crees?

C: Esta bien, mañana hablamos, dejaré que nos calmemos pero no se queda así. Te amo y por favor perdóname.

Victoria no le dijo nada más y se fue a su habitación, se tiró en su cama y comenzó a llorar hasta quedarse dormida, no cabe duda que es la peor forma de dormirse. Cesar sintió que la borrachera se le bajó de una cuando vio a Victoria irse, ¿cómo pudo ser tan cruel en haberle dicho eso? Si el mismo no podía perdonarse haberle dicho eso, no quería imaginar Victoria. Sabia que sus celos desmedidos le costarían sangre y muchas lágrimas, pero no le importaba con tal de que Victoria no lo dejara.

A la mañana siguiente, Cesar salió temprano a buscarla a su habitación, pero cuando entró se dio cuenta que no había nadie, le extrañó mucho y de inmediato el corazón comenzó a latirle al mil pues pensó que Victoria en su coraje se había marchado de la hacienda sin decirle nada, no era para menos ella estaba muy molesta y sentida con lo ocurrido la noche anterior. Salió corriendo de la habitación a preguntarle a la única persona que sabía le diría dónde estaba.

C: Chava por favor...

SM: (Lo interrumpe) Ah si ya se a que vienes. (Riendo)

C: ¿Como que ya sabes? Bueno entonces dime donde está.

SM: Primero buenos días, ¿quieres un café o algo?

C: Chava... (desesperandose)

SM: (Se rie) Ya hombre tranquilo, mira ella estuvo aquí temprano, vino a reportarse donde iba a estar por si la ocupaba para algo.

C: Entonces ya dime donde está catajo.

SM: Me dijo que no te lo dijera (encogiendose de hombros)

C: Chava por favor, es de vida o muerte que la vea ahora mismo.

SM: Si me dijo que me dirías eso pero que de todas formas no te dijera.

C: Mira no me digas donde está yo te voy a decir ciertos lugares y tu solamente me dices si o no.

SM: Me pones en un dilema hombre, los dos son mis amigos y no quiero decirte porque se enojaria ella conmigo y si no te digo te enojaras tu conmigo.

C: Lose Chava pero de verdad puedes ser quien nos ayude a reconciliarnos.

SM: Cesar si Victoria...

V: Ya Chava gracias, ya se como es de insistente este señor.

SM: Me salvó la campana (rie) Bueno yo los dejo para que hablen, iré a terminarme mi café al salón.

Él Contrato Del PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora