CAPÍTULO 13

504 32 1
                                    

V: (Dejándose besar por él, no sabía porque era tan sumisa con él, ¿porque no podía ponerle un alto? ¿o es que no quería ponerle un alto?) Cesar por favor, yo tampoco soy de aventuras, y se que amo a Omar, pero tienes algo que me pone a pensar si de verdad lo hago. Por favor no arruinemos la buena amistad que tenemos por bajas pasiones, así que no repitamos esto más porque podemos llegar a arrepentirnos de algo peor.

Victoria sin decir más salió de ahí, se vistió y se fue. Cesar se quedó ahí pensando en las palabras de Victoria, no queria resignarse a no besarla más, pero sabía que estaba mal lo que estaba haciendo, tendría que tomar una desicion que tal vez no le gustaría. ¿sería lo correcto? ¿o estaría cometiendo el más grande error de su vida?.

Pasaron los días, Cesar buscaba un momento a solas con Victoria para poder hablar con ella pero parecía cosa adrede que siempre estaba acompañada de alguien o se iba antes que el, estaba de más no darse cuenta que lo estaba evitando, era una impotencia tan grande la de él. Victoria por su parte sentía mucho temor de estar a solas con el porque sabía que no sólo hablarían, sabía que flaquearia y no se resistiria a besarlo.

•Casa de Victoria•

O: Mi amor necesito hablar contigo, ven un momento por favor (tomándole la mano y sentandola a su lado en el sofa)

V: (nerviosa) ¿Que pasa Omar?

O: Más bien que pasa contigo, te he sentido muy distante en estos últimos días, tu estas físicamente pero tu mente anda vagando en otro mundo. ¿Has tenido algún problema con tus compañeros?

V: No amor claro que no, todo va muy bien simplemente que (nerviosa pensando en una respuesta lo menos sospechosa) que estoy preocupada por José Eduardo porque no a visto a su papá y siento que su ausencia le afecta mucho.

O: Si lo se, es normal que lo extrañe y lo necesite, ¿crees que sería bueno que hablara con él?

V: Si amor te lo agradecería mucho.

●En el patio●

O: Hola muchachon ¿cómo estas? (Sentandose con él en la mesa)

JE: Hola Omar, ¿quieres armarlo conmigo? (Señalando las piezas de un rompecabezas regadas en la mesa)

O: Claro... ¿Te puedo hacer una pregunta?

JE: Ya la hiciste (riendo)

O: (se ríe) Si, bueno, otra... Te he notado muy distraído, como que pensando mucho en algo. ¿Te preocupa algo?

JE: No nada, todo está bien.

O: ¿Seguro? Recuerda que puedes contar conmigo para todo y confiar también.

JE: Bueno va, pero queda entre nosotros. Veo a mi mamá que se mata trabajando día y noche, a estado bajo mucha presión y quiero regalarle algo para que se sienta mejor.

O: ¿Sabes? También la he notado así, que te parece si te ayudo.

JE: Me parece bien, iba decirle a una de mis tías, pero no han venido.

Así se quedaron un buen rato hablando sobre la sorpresa que le harían a Victoria. Ella por su parte estaba en su habitación pensando en aquel hombre, lo mucho que estaba preocupada por el distanciamiento que tenían, se preguntaba si él también pensaba en ella, si el la extrañaba tan siquiera una cuarta parte de lo que ella a él. Pero, sólo habían sido unos besos y a lo más unos roces de sus cuerpos en aquella cascada, para la fecha ya debía haber superado todo eso ¿pero porque no? Sabia que en el fondo deseaba más, mucho más...

Él Contrato Del PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora