One Shots [MewGulf]

Oye Suppasit

Gulf Kanawut Traipipattanapong

Un omega con un lazo roto.

Sí, eso era yo en estos momentos.

Estaba completamente desecho, no había nada más que hacer por mí.

Había fracasado en todo lo que ya había intentado tantas veces, seguir sin ese tonto Alfa.

Alguien que solo había jugado conmigo, que me había utilizado por tantos años, el mismo que me había marcado como suyo.
Para después tirarme sin importarle que pudiera pasar conmigo.

El había encontrado a su destinado, cosa que me había destruido.

Como es que el había encontrado a su destinado, cuando yo mismo me había convencido de que yo era su destinado y el era el mío.

Pero todo había sido mentira.

Y el ahora estaba muy feliz lejos de aquí, y seguramente había marcada a su nuevo omega.
Es por eso que ahora me sentía tan mal, ese lazo que me unía a él estaba hecho añicos.

No había nada que podría sacarme de aquí.

Era un vacío muy grande, yo estaba totalmente acostumbrado a mi supuesto alfa, vivir con él era un paso muy grande para mí.
Pero aún así lo hicimos, es por eso que siempre estábamos juntos.

Joder, que equivocado estaba.

Pero si yo no era su destinado, ¿por qué sentía todo aquello que se dice que pasa cuando encuentras a tu alma gemela?

Seguía siendo una muy grande mentira, la que ya había terminado.

Por supuesto que ya no creía que existiera esa historia antigua de encontrar a tu otra mitad.

O al menos, la mía, nunca fue verdaderamente mía.

Sonthi, el alfa que había destruido mi vida y se llevó consigo mis ilusiones, el mismo alfa que tenía la culpa de que ahora estuviera llorando como si no hubiese un mañana. Y rogando porque este mañana realmente nunca llegará.

Diablos, no era sólo un corazón roto lo que dolía, sino también, la marca que había hecho Sonthi en mi cuello también estaba rota, y eso hacía que todo mi cuerpo doliera, es como si estuviese desapareciendo por completo.

Voy a morir.

Esos eran mis pensamientos desde que sentí ese dolor en mi pecho cuando vi a mi ex-alfa besar a otro chico, con el mismo amor que alguna vez dijo tenerme.

O aún más fue el dolor que sentí cuando me encontraba limpiando el apartamento que compartimos por tantos años.
No quería que hubiera rastros de él aquí mientras yo seguía viviendo en el.

Con lágrimas en los ojos tomaba con rudeza todo lo que tuviera algo que ver con mi alfa.

Oh, bueno, del que fue mi alfa.

Sostenía con firmeza un marco de cristal que contenía una foto de nosotros dos, cuando de pronto un dolor justo en dirección de mi corazón, comenzó a ser más duro.

—Diablos—grite cuando escuché como el marco se hacía pedazos.

Mi mano fue directo a mi cuello, donde comenzaba a sentir como algo quemaba allí.

Con pasos largos llegue hasta el baño, me pare frente al espejo.

Pero tarde un poco antes de poder prender la luz de la habitación, no quería ver lo que ya sospechaba.