Cuando me propuse hablar con mi padre sobre la situación de mi hermana, no esperaba que él me respondiera con un "ya lo sé todo" y menos que lo dijera con un semblante tan tranquilo.
Estuve treinta minutos parada en la puerta, pensando en como decirle que mi hermanita pequeña, tiene una enfermedad mental que es incurable y que es hereditaria por parte de mi madre. Cuando me di cuenta que nunca encontraría las palabras para esta noticia, me adentré y opté por hacerle la historia del día que fuimos al médico.
Pero este hombre, que nos ha cuidado durante toda una vida, lo sabía y no ha hecho nada, esto no solo me insulta me hace preguntarme que le esta pasando y si el bipolar es mi hermana o él.
—No entiendo porque no me habías dicho nada —estoy tan intranquila que camino de un lugar a otro por la habitación.
—Para que preocuparte en vano, no hay nada que puedas hacer —dice muy tranquilo mientras se toma su vodka.
—Pero tu te estas oyendo, como que no hay porqué preocuparse. Mi hermana tiene un mundo muy distinto en su cabeza, como no me voy a preocupar si es solo una niña y cada mañana estoy con la duda de si está en feliz o en estado depresivo.
—Tu madre también padecía de eso, y te aseguro que pudo enfrentar la enfermedad sin ningún problema.
—Es incurable como enfrentas algo que esta en tu jodida mente y no tienes forma de detenerlo, es como una bomba del tiempo. Papá ya he investigado sobre este tema, y poco a poco pieden ir apareciendo otros trastornos.
—No si tiene tratamiento, la medicina ha mejorado mucho en estos tiempos. Acaso te crees que no sé lo que tiene mi hija.
—Alenka no debería pasarse la vida tomando antipsicóticos, ni hospitalizada. Esa no es la vida que mamá hubiera querido para ella. Como puedes quedarte tan tranquilo sabiendo que tu hija menor vive desconectada de la realidad. No somos una familia cualquiera, aquí hay riesgos que ponen su vida en peligro —las palabras salen tan rápido por mi boca, que hasta que termino de hablar no me doy cuenta que estoy gritando —si mañana entran los italianos por esa puerta y ella está depresiva puede ser capaz de meterse una bala en la cabeza.
—Acaso te piensas que no lo sé, porque crees que nadie ha sabido de ustedes, no sabía que sucedería si una de ustedes padecía de esto —. Finalmente se para y camina hacia mí, deteniendo mi caminata sin control por su habitación
—Pensé que lo hacías para protegernos del mundo exterior —digo mirándole a los ojos
—Si, pero también de ustedes mismas. Mira Alka, existe una forma de mejorar pero es muy riesgosa, podría quitarle la vida y perderíamos a Alenca ya me mataron a Akira no pienso perder a nadie más —se sienta en un largo sofá y puedo ver en sus ojos la tristeza por la perdida de mi madre.
—Tenías una tía y al igual que tu madre padecía de este trastorno, ellas eran mellizas por lo que imaginarás lo unidas que eran, pero Anya también padecía de esta depresión maníaca, con el tiempo su situación empezó y terminó asesinando a su padre —se detiene como si estuviera recordando —el drogaba y abusaba de sus hijas, les ofrecía vino y adentro había droga, ellas nunca recordaban nada al día siguiente pero un día Anya no bebió el vino y supo lo que pasaba a su alrededor así que lo mató. —me cuesta tanto creer esta historia, pero mi familia no es la más normal del mundo, mi tía y mi madre fueron violadas por su propio padre, eso es asqueroso.
—Tu abuela no sabía lo que sucedía así que no entendió porque tu tía había matado a su padre, por eso la envió lejos diciendo que estaba loca, Anya fue ingresada en una clínica donde supuestamente a través de unos juegos curaban la bipolaridad.
—No sé porque creo que aquí viene la parte mala de la historia
—Así es, no curaban nada, tu tía terminó suicidándose y tu madre se derrumbó tanto que su depresión fue tanta que la verdad temía por su vida.
Desde entonces me he dedicado a pagarle a médicos para que encontrarán una cura, tu madre mejoró muchísimo hasta volver a ser ella misma gracias a ellos.—No entiendo a que te refieres.
—Hay una operación que modifica las sustancias químicas y la estructura del cerebro —al escuchar esto un hilo de esperanza viene a mí —no sé bien como es, el caso es que en tu madre funcionó, ella quiso arriesgar su vida, pero no estoy dispuesto a perder a nadie más.
—¿Pero si en mi madre funcionó porque no lo haría en Alenca?
—A penas ha tenido éxito en cinco personas de veinte, he dicho que no podré a mi hija en peligro.
—¡Qué mierda de tratamiento! —digo moleta y me siento a su lado
—Por ahora solo podemos tratar de que su vida sea feliz y plena. Ocuparnos de que tome sus medicamentos y listo.
—¿Le dirás algo de esta opción?
—No, ni se te ocurra mencionarselo
—Esta bien, no lo haré —. Nos quedamos ahí sentados hasta que el servicio toca la puerta para avisarmos de que la comida esta lista y nos esperan en la mesa. Ambos nos levantamos sin decir una palabra.
—¿Cuándo me dirás que te traes con los italianos?
—Mañana, lo prometo —sin más sale por la puerta.
Es tan complicada toda esta historia, tenía una tía, otra pedazo de mi madre que jamás podré conocer, pensé que mi familia por parte de madre al no pertenecer a este mundo sería más normal, pero al parecer la locura viene incluida en mi boleto de vida.
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Espero que les haya gustado.
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Prometo actualizar pronto
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Maska (En Edición)
Science-FictionDe pequeña me contaban historias de un viejo mundo, uno que con guerras desapareció. Hace ciento veinte años ocurrió la Guerra Roja, por su nombre podrás imaginar que tan cruel fue, murieron países, si, países, muchos desaparecieron producto de la g...