Lover Blue ft. Tom×Sonic

💋)) beso ❞

Se encontraban en París, estaba atardeciendo y la ciudad se encontraba iluminandose poco a poco. Los colores del atardecer eran cálidos y suaves, ideales para la situación.       

— Wow... Ésto es, es increíble —Comentó el mayor, viendo asombrado el panorama.

— Parece un sueño, ¿No? —Añadió el erizo, sentándose, viendo el panorama igual que Tom.

— Nunca pensé que París fuera tan hermoso. —Comentó, tomando asiento junto al erizo.

— París es solo un pedazo de éste mundo. —Miró a Tom.— Hay más, como Londres, Tokio, Río de Janeiro, entre otros.

— ¿Cómo lo sabes? —Preguntó, viendo el paisaje.

— Digamos que he viajado de aquí a allá desde que tengo memoria. —Dirigió su mirada al frente.— Y ésto apenas es una muestra de lo que pueden hacer los anillos.

— ... ¿Vinimos a París solo para eso? —Preguntó el de cabellos avellana, levemente decepcionado.

— No, de hecho... Quería aprovechar y hablar algo contigo. —Dijo de orbes esmeraldas, jugando con sus dedos.

— Bien, adelante. —Dijo, volteando a verlo.— Escucho.

— ¿Por qué Maddie recibe más amor que yo? —Preguntó, bajando las orejas.

— Bueno, eh... —Rascó su nuca.— Ella es mi esposa y merece esa atención

— Ya lo sé, pero... —Siguió jugando con sus dedos.— ¿Yo puedo amarte igual?

El humano se sonrojó, notablemente alertado por las palabras del menor.

— ¿A-a qué te refieres? —Rió nervioso.

— Quisiera abrazarte y darte besos cuando llegues a casa sin temer a los celos de Maddie. —Dijo, sonrojandose.

— Ella no podría ponerse celosa, quizás... Ella entendería. —Dijo, acariciando la cabeza del erizo.

— ¡Ya sé! —Bufó.— Solo quiero decir que yo también puedo amarte igual que ella, solo si me dieras la oportunidad —Dijo, amenazando con llorar.

— Un momento, ¿Estás celoso de Maddie? —Preguntó, sentándolo en su regazo.

— ¡No estoy celoso! —Quejó, cruzándose de brazos.— Es solo que no me gusta no tener el mismo trato que ella recibe

— Tú lo que quieres es un novio, o una novia —Dijo, jugando con la nariz del cobalto.

— ¿Novio? —Preguntó.— ¿Serías mi novio?

Tom suspiró pesadamente, estaba recibiendo fuertes declaraciones de parte de Sonic y no sabía bien qué hacer.

— ¿En realidad estás tan necesitado de amor? —Preguntó, acariciando las púas del erizo.

— Sí, sufro de eso que se cura con una boda —Dijo, dolido.

El mayor negó, intentando que el de orbes esmeraldas no notara su sonrojo.

— ¿De qué hablas?

— Me callo los sentimientos que tengo por tí, de eso hablo —Dijo, separándose.— No quiero que te separes de Maddie, pero tampoco quiero que centres toda tu atención en ella

— ¿Y cuál crees que sea la solución? —Preguntó, notando que estaban totalmente a oscuras, bajo el manto de las estrellas.

— Un beso

— ¿¡Qué!?

— Un beso entre amigos, —Se levantó.— Por favor...

— Sonic...

— ¡Por favor, por favor, por favor, por favor! —Pedía a saltos.

— ¿Y solo por eso no me hablabas? —Preguntó, intentando hacer tiempo.

— Era por el bien de mi corazón, tú lo acelerabas —Quejó, quedándose quieto.

— ¿Solo uno? —Preguntó, agachandose.— ¿Solo un beso?

— Solo uno y me quedo quieto, —Dijo, afirmando con la cabeza.— ¡Pero! Cierra los ojos.

El mayor suspiró pesadamente, cerrando los ojos, esperando.

El menor estaba nervioso, dió algunas vueltas alrededor del humano, intentando calmarse.
Finalmente se quedó frente a él y dió un beso fugaz, casi imperceptible, el cuál logró que al separarse el menor estallase en alegría, dejando sin luz a media Francia.

— ¿Sonic? ¿Qué pasó? —Preguntó, abriendo los ojos.— ¿Dónde estás?

— A-aquí, —Dijo, tirando uno de los anillos, abriendo el portal de vuelta a casa.— Ha-hay que irnos

— ¿¡Otro apagón!? —Exclamó, alarmado.— ¡Por un demonio, lo que faltaba!

— ¡Vámonos! —Gritó el erizo, tomando al humano de los brazos para rápidamente ingresar al portal, el cual se cerró posteriormente luego de que entrasen.

La morena los vió volver, Tom estaba normal y el menor estaba sonrojado hasta las orejas.

— ¿So-?

— Hola Maddie, Adiós Maddie —Dijo, para posteriormente salir corriendo de la casa, dejando una estela azul.

La mencionada volteó a ver a Tom, enojada, apretando la mandíbula y con la frente en alto.

— ¿Ahora qué hiciste? —Preguntó.