Habitación cero

74 4 0
                                    


En uno de los robos del afamado ladrón Kaito Kid, se encontraba un pequeño detective, Conan Edogawa, admirando todo el espectáculo que el mago escurridizo creaba. Pero no estaba solo en esa ocasión, el profesor Agasa había expresado su curiosidad por los shows de Kid, por lo que él y Haibara estaban con Conan. Pero no contaban que se les pegarían tres niños, estos eran Ayumi Yoshida, Mitsuhiko Tsubaraya y Genta Kojima.

A Conan no le hacía gracia el que los pequeños detectives, como se autoproclamaban ellos estuvieran en uno de los casos de Kaito Kid.

Ya que como en muchos de los casos que habían resuelto, Conan huía de ellos para obtener las pista para resolver un caso y no ponerlos en peligro, los chicos habían estado vigilándolo más de lo normal, para si se volvía a escapar seguirlo de inmediato, para ellos no era justo que la mayoría de los casos lo resolviera Conan.

Conan, aunque no lo demostraba, disfrutaba mucho el acto del mago ladrón, el descubrir el cómo había hecho los trucos era muy entretenido, y el desenmascarar estos en frente de Kaito era aún más satisfactorio. Y aunque fuera un poco grosero, ver como el tío Kogoro junto con el inspector Nakamori y su equipo trataban y fallaban al querer atrapar al mago, era divertido.

La joya que en esta ocasión era el objetivo de Kaito Kid fue el “Diamante Hope”, un gran diamante azul. La policía había puesto un gran empeño para proteger la costosa reliquia, sin embargo, el mago ya había cumplido su objetivo y la joya ya no se encontraba en posesión de los oficiales.

Una noche exitosa para el joven mago.

Dicho joven se encontraba escapando por las escaleras del museo para llegar a la azotea y así poder escapar en su ala delta, con lo que no contaba era que el pequeño detective le pisaba los talones, y a su vez Conan no contaba que sus cuatro amigos también le seguían.

Cuando el ladrón llegó a la azotea buscaba un buen lugar del cual lanzarse y evitar los helicópteros de la policía. Conan aprovechando que el mago estaba distraído iba a patear el balón, pero el grito de Ayumi ocasionó que fallara su objetivo y que el mago se percatara de su presencia.

- Ohh Tantei-kun que sorpresa – dijo el ladrón con una de sus sonrisas.

Conan quería darse un golpe en la cabeza por no darse cuenta de que los chicos lo habían seguido. De esa manera hubiera tenido una pequeña oportunidad de atrapar al escurridizo ladrón.

- Oi, chicos ¿qué hacen aquí? – les gritó Conan fulminándolos con la mirada, más a Haibara ya que confiaba de que ella podría mantener a los otros tres lejos de él.

- No es justo Conan – renegó Genta – siempre eres el que desaparece sin nosotros para resolver las cosas.

- Es cierto Conan-kun deberías de confiar más en nosotros – siguió Mitsuhiko.

Detrás de ellos Ayumi lo veía un poco enojada, mientras que Haibara solo lo miraba con expresión burlona.

Kaito veía divertido la situación, era entretenido observar el cómo el pequeño detective era regañado por sus amigos que también querían tener crédito de tratar de atraparlo. Porque ni el pequeño Conan ha tenido la suerte de hacerlo. Por lo que no estaba preocupado por la presencia de los niños.

Mitsuhiko y Genta avanzaron hacia el ladrón ignorando la advertencia de Conan, que fue el siguiente en seguirlos con cara de fastidio.

Cuando estaban en medio del edificio, un extraño sonido se produjo. Y antes de que se dieran cuenta una sección del piso había desaparecido ocasionando que los tres niños cayeran.

Conan tuvo la fortuna de poder agarrase del borde, sin embargo, los otros niños no habían tenido la misma suerte por lo que no se veían por ningún lado. Las dos pequeñas junto con el mago se acercaron preocupados, pero solo pudieron ver a Conan.

Lograron sacarlo antes de que se cayera, todos se preguntaban a donde llevaba esa caída, Conan activo sus anteojos para así ver la ubicación de sus amigos, pero algo interfería con las señales de los pin, por lo que no los podía encontrar. La única manera seria entrar y ver donde estaban.
Conan se lo comento a Haibara, y le dijo a Ayumi que lo mejor seria que ella volviera con el profesor Agasa para que estuviera segura y no corriera peligro, pero la pequeña no hizo caso y quiso acompañarlos para salvar a sus amigos.

Kaito Kid que hasta ahora se había mantenido en silencio se ofreció voluntario para ir con ellos, aunque sabia que el pequeño detective era capaz de defenderse, seguía siendo pequeño por lo que Kaito no podía evitar ayudarlo. Y aunque no era su culpa, se sentía mal por los pequeños que cayeron en esa trampa.

Conan, aunque un poco a regañadientes acepto la ayuda del joven mago, pues no sabia a lo que se enfrentaba por lo que una ayuda de más era muy recibida. Kaito posicionó a los niños en sus brazos de una manera para que no se separan en el trayecto. Ayumi estaba sostenida en el brazo derecho, Haibara en el izquierdo y Conan estaba agarrado de su cuello en su espalda.

Juntos cayeron a la oscuridad.

-Bliz DlP

¿Puedes escapar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora