Capítulo 6: Rival

577 43 10
                                    


Editado 19/03/2022

Era un día normal para variar. Había salido  con Vanessa rumbo al Bosque de las Brujas ¿motivo? La verdad es que la mayoría se habían ido de misión y se sentía vacía la base. Incluso el capitán Yami se había reunido con los demás capitanes para planear como poder derrotar a la Tríada Oscura. Ellos aún tenían a Veangeance, pero no a Yami, mientras no le tuvieran no podrían llevar a cabo su plan así que querían anticiparse. Asta y Nacht me invitaron a irme con ellos, pero por evidentes razones me negué, más bien salí corriendo en cuanto vi a Nacht.
Al final me acabé yendo con Vanessa, ir al Bosque de las Brujas me vendría bien para desconectar. Eso pensé, aunque ahora no estaba del todo segura. No sé cómo ni cuando pasó, pero en estos momentos nos encontrábamos peleando con dos brujas.

—¿Qué demonios las pasa?—estaba esquivando su magia sin hacer uso de la mía. Primero quería dialogar, si era posible claro.

—Si te soy sincera yo tampoco lo sé, pero creo que deberiamos defendernos—propuso Vanessa al ver lo violentas que estaban siendo con nosotras.

—Tienes razón...pero...—me mira Vanessa—Quiero saber porque nos atacan, no me gusta la violencia—me acerqué a ellas con las manos arriba—Oye vosotras, ¿por qué nos atacan? ¿qué les hicimos?

Enfoqué la vista. La primera bruja era rubia con pelo largo, con ojos verdes y su expresión daba miedo. En cambio la otra tenía el pelo corto y castaño, ojos grises y parecía inocente.
La primera me miró y frunció más el ceño.

—No nos gusta la gente de fuera.

—¿Eh? ¿Solo eso? ¿Nos atacan por ser de fuera sin siquiera hacerles nada malo?—alcé un poco el tono—Para su información mi amiga también es bruja como ustedes.

—Pero abandonó el bosque hace años atrás ¿verdad?... Por esa misma razón consideramos que dejó de pertenecer a aquí en cuanto se fue. Después de todo se fue porque estaba harta de este lugar

—¿Uh?—la miré desagradablemente

—¿Me equivoco? Si tanto quería salir de aquí no sé qué hace volviendo.

Miré que Vanessa tenía la cabeza agachada sin expresión. Me estaba empezando a cabrear.

—Tienes razón—cerré los ojos y crucé los brazos—Un sitio como este con unas reglas que no te permiten salir al exterior y permanecer enjaulada no debería llamarse hogar. Es un alivio que al menos Vanessa usara la cabeza para percatarse de ello—hice una pausa—En cambio parece que ustedes tienen la cabeza de adorno.

Ella me miró dudosa.

—¿Qué dijiste? ¿Qué derecho te da hablar así de este lugar cuando ni siquiera eres de aquí?—su mirada me decía que yo tenía razón.

—Ninguno. Solo digo que si me prohibieran salir fuera y conocer otros reinos u hacer una familia, y además estar siempre aquí me acabaría volviendo loca.

La bruja se calló para luego acercarse a mí.  Cuando se puso frente a mi noté la diferencia de altura, soy demasiado bajita. Ella suavizó la mirada, pero seguía con el rostro serio. Esperaba que no me lanzara por los aires o algo así. Aunque antes estaba siendo violenta con nosotras sus ataques no iban enserio y ademásen el fondo no creo que en verdad piense lo que dice y que nos atacara solo era para deshaogarse.

—Siempre hemos estado aquí. Desde pequeñas nos han enseñado a obedecer sin quejas las reglas de la reina. Pensaba que era lo correcto, que mientras estuviéramos aquí no nos pasaría nada—hizo una pausa—Pero luego me enteré de que una bruja desertora había vuelto por asuntos personales. En ese momento sentí curiosidad, siempre tuve miedo del exterior, pero al ver que una bruja desertora había vuelto sana y salva después de varios años y además había hecho amigos me hizo querer a mi también salir...pero es imposible para nosotras, unas brujas normales, desobedecer las reglas. Solo podemos quedarnos aquí—miró a su amiga que tenía la mirada triste.

𝐒𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐍𝐨 𝐂𝐨𝐫𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐢𝐝𝐨𝐬  [Nacht Faust]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora