Capítulo 13: Asta y Yuno

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A veces la vida no es fácil, al contrario, desgraciadamente para poder tener una vida tranquila y sin preocupaciones tenemos que poner nuestro empeño en que las cosas salgan como queremos o, más bien, como la sociedad nos lo indica.

Este mundo está gobernado por estereotipos qué nos indican siempre que hacer o cómo ser y que si no entras dentro de ellos ya te pueden discriminar porque la gente es así. Por mucho que el ser humano sea un ser racional, la gente es fácil de influenciar y dejarse llevar por esos prejuicios sin pensarlo detenidamente para luego juzgar a esas personas que son "diferentes" para ellos. Al igual pasa que aquellas personas qué son vistas mal injustamente tienen que soportar esa presión. Lo más triste es que haya personas que fingan ser lo que no son y tengan que cargar con el peso de mantener su apariencia en los hombros, pero también es comprensible tendiendo en cuenta como es la sociedad, no sería nada raro que la gente ya no sepa cómo pensar o si está haciendo lo correcto.

Esto complica bastante la vida de muchas personas que no saben cómo pensar o sentirse.

(...)

—¡DESPIÉRTATE DE UNA VEZ YA!—por quincuagésima vez repetía una voz pasadas las 10 de la mañana en la base de los Toros Negros.

Este llamado era ignorado por la persona contraria que dormía plácidamente entre sus sábanas sin inmutarse de esos gritos que ya habían despertado a todos allí menos a ella. No lo hacía a propósito, simplemente tenía el sueño pesado y aunque cayera una bomba ni se enteraría de ello.

Cansado de ser ignorado, y no de gritar, se acercó desde la puerta hasta la cama para empezar a sacudirla mientras seguía gritándole que se levantara.

—¡Kyoko! ¡Ya es muy tarde! Yuno nos estará ya esperando joder...—se desesperó por el increíble sueño pesado que tenía su querida amiga y frustrándose de ello.

—...—algo de efecto hizo sus intentos al fin al ver que a los pocos minutos se empezaba a levantar lentamente abriendo sus ojos y murmurando.

Una vez abiertos los ojos los entrecerró por la luz mañanera que entraba por la ventana a su cuarto para luego quedarse sentada en la cama mientras enfocaba su vista en la persona que tenía frente a ella con el ceño fruncido.

—¿Qué?—dijo tras procesar que aquella persona era quien había irrumpido su sueño.

—¡Kyoko!—le reclamó.

—¡Ay! ¿Qué coño quieres, Asta?—dijo tallándose los ojos e irritándose de soportar los gritos de alguien recién levantada.

—¿Tú estás tonta? ¿Acaso olvidaste que día es hoy?—preguntó sin cambiar su gesto.

—Lunes

—¿Qué día?—la alentó a que siguiera

—2 de enero. ¿Qué no sabes el día en el que vives? Literalmente ayer fue año nuevo.

—No ¿Enserio? ¡No lo sabía!—dijo con sarcasmo de manera exagerada—No me refiero a eso, ¿qué pasa hoy?

—¿Es tu cumple?

—No

—¿Tu santo?

—No

—¿El cumple de Yuno?

—¡No!

—¿Mi boda?

𝐒𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐍𝐨 𝐂𝐨𝐫𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐢𝐝𝐨𝐬  [Nacht Faust]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora