Capítulo 10: Expedición

370 26 7
                                    

Editado 19/03/2022

Después de aquella fiesta de pijamas los dos días siguientes pasaron muy normal y aburrido porque no había nada que hacer en especial como Caballero mágico. Algunos iban a explorar y a entrenar y otros se quedaban haciendo su rutina diaria en la ciudad o base. Yo me considero de esos "otros". Personalmente no hice nada en esos dos días, me sentía perezosa por la ausencia de mi querido Nacht. No lo he visto desde aquella noche, al día siguiente lo busqué, pero no lo encontré y hoy tampoco lo había visto. Supusé que estaría con Asta, porque tampoco le había visto. En cuanto le pille le castro y torturo hasta que hable. Y como si Dios me hubiera escuchado en ese momento escuché unos alaridos que me eran muy familiares provenir de fuera.

—¡Ajá ahí estabas!—me asomé a mi ventana y le grité.

—¿Kyoko? Claro que estoy aquí, sino ¿dónde quieres que esté? ¿me estabas buscando?

—En el fondo del mar...—susurré.

—¿Eh? ¿Qué has dicho?—dijo confuso.

—Nada, nada. Te estaba buscando, ¿has visto a Nacht?

—Ha pasado el día conmigo ayudándome a entrenar. De hecho ahora me está esperando así que debo darme prisa—dijo apresurado dándose la vuelta.

—¿Esperando para qué?

—¡Nos vamos de expedición al mar!—se giró y sonrió.

—¿Enserio?—me sorprendí.

—Sí, unos pescadores dijeron que en cierta zona dónde siempre pescaban gran cantidad de peces, ahora apenas con suerte pescan alguno porque parece estar desierta la zona inusualmente. Es posible que "algo" los
esté espantando—explicó.
—Uy pues me apunto yo también—me alejé de la ventana, salí de mi habitación y bajé hasta estar frente a Asta.

—¿Y tú qué pintas ahí?

—Evitar que me robes a mi futuro marido.

—Mmm tú y el vicecapitán están saliendo ¿no?

—Claro, nadie se puede resistir a mis encantos—hice pose diva.

—¿Pero qué me estás contando si nunca has estado en una relación?

—¿Y me lo dices tú, qué todavía no has dejado que Yuno te penetre? Anda no hables del tema qué llevas las de perder—dije con burla.

—Tú eres más virgen que el aceite de girasol que tiene Charmy en la cocina.

—Siempre he estado soltera porque no había conocido aún al hombre de mi vida y como puedes comprobar ya lo he conocido y él también me corresponde estos sentimientos.

—Pero ahora que recuerdo, no dijo exactamente qué estuvierais saliendo oficialmente sino que podríais probarlo esta semana como prueba. Todavía quedan tres días más para que se acabe esta semana, así qué hasta entonces y solo si Nacht lo aprueba seréis o no pareja oficialmente—reflexionó Asta.

—...

—Además ni siquiera se han besado.

—...

—¿Kyoko?

—¿Qué quieres, amargarme el día?

—No

—Pues vamos.

A los pocos minutos apareció Nacht y le comenté que yo también iría, se sorprendió un poco sabiendo como soy, pero aceptó que viniera. Cuando llegamos al embarcadero en la costa nos esperaba un señor que confirmaba ser quien nos llevaría a alta mar. En ese momento recordé una cosa...nunca he montado en barco...espero que todo vaya bien. Una vez zarpado me di cuenta de lo hermoso que era el mar. Me gustaría bucear e investigar... instintivamente me di la vuelta a un lado para mirar de lejos a Nacht, más concretamente, sus ojos. Su color se parece mucho al del mar y no pude evitar quedarme embobada. Se ve que me quedé mucho tiempo así porque Nacht se dio cuenta de ello y me devolvió la mirada. Habiendo captado la atención de su ojos aparté la mirada avergonzada para seguir observando mi alrededor.

𝐒𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐍𝐨 𝐂𝐨𝐫𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐢𝐝𝐨𝐬  [Nacht Faust]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora