tercer capitulo.

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Capítulo 3

"Sin darse cuenta, cada uno era fuente del otro, tu bella sonrisa hacia que las gotas provenientes de tal nube se hicieran abundantes; los pedazos de hielo desaparecían cada minuto que te miraba y en ti se perdía."

"Puede que con las palabras que dabas para relatar, te mostrabas como alguien oscuro que solo era orgulloso y vivía constante en su propia tiniebla; de ser así te volvías claro y envidiado cuando la lluvia estaba de tu lado"

<Lluvia eterna alejada de su nube>

-Silvia González, 2021

La ansiedad invadía todo mi cuerpo dejando así un paso de desdicha que me llevaba directo a un cansancio muy evidente; mis extremidades estaban totalmente adormecidas y no entendía la verdadera razón del porque me sentía así. De ser algo grave llegando a ser notable, le pediría ayuda a alguien pero de ser algo opuesto no hablaría de ello con nadie, no creo que les importase o me prestaran atención.

Y por otro lado, el día de hoy era cuando conocería a mi "compañero" Rubén doblas Gundersen. Lo fuera de lugar era que ese nombre no me dejo en paz desde que lo había escuchado, así que supongo que al no desayunar y tener insomnio toda la noche seria el resultado de mi mal humor, con ese dolor de cabeza insoportable que tenía (eso creo).

Ya había llegado al hospital donde me encontraría tanto con Guillermo y Roberto pues esa fue la indicación que me habían dado hace poco en el mensaje de texto. Según por lo que tenía entendido ahí estaría el juez Rivera junto a Rubén y Samuel; desde ese lugar miraríamos las pruebas de las violaciones que se nos serian permitidas por los familiares y director del hospital.

Según lo que ya me habían comunicado era que al parecer el culpable tenía que ver con desaparición tanto de mujeres y hombres, pero seguía haciéndome falta muchos factores para que el caso estuviera completo muchas incógnitas se me hacían presentes, ¿Por qué solo mujeres eran abusadas? ¿Porque desaparecían y regresaban, luego en poco tiempo se suicidaban o morían por causas naturales? ¿Porque eran tan jóvenes?...

Mis pensamientos fueron interrumpidos por un fuerte sonido que me llevó otra vez a la realidad misma, al darme cuenta de quien había sido golpeado sentí que el dolor de cabeza a causa del estrés desaparecía y era remplazado por un miedo legible, desastroso además de caótico. No espere nada de parte de quien recién se levantaba, se acercaba a la fuerza cogiéndome del cuello; sus ojos reflejaban una furia inimaginable. Solamente agache la cabeza sintiéndome como hace muchos años atrás. Inferior, desprotegido...diminuto.

-¡deberías de tener más cuidado, inútil!-me grito y yo no le dije nada ni mucho menos me defendí sintiendo las miradas de los demás, viendo la escena con un aumento de curiosidad un poco creíble pero con preocupación falsa e hipócrita-haz silencio, estas llamando toda la atención por un error mío; suéltame y hablemos de esto en un lugar más privado-lo mire a los ojos enojado pero sintiendo como mis temblores eran más fuertes cuando lo vi sonreír se me entraron unas gana imaginables de correr y escapar de allí. No era capaz de golpearlo con solo pensar en ello me daba pánico.

-¿eso quieres? Bueno, tu deseo será concedido- sin soltarme del brazo me llevo hacia una habitación que no estaba ocupada y me soltó, por inercia caí en el suelo dándome un golpe fuerte que me dejo la espalda adolorida. -y dime ¿Qué te trae tan distraído, hijo mío?- me dio asco, náuseas y repugnancia cuando sentí su mano en mi mentón levantándolo para que lo viese directamente a los ojos.

-nada no es nada ahora si me disculpas me quiero largar de aquí, padre- quito la mano de donde la tenía puesta, levanto su mano a una mesa donde había un par de tijeras y las trajo hacia su pecho, por un momento creí que se las enterraría en el pecho y el que ahora disfrutaría de ver sangre ajena seria yo, aunque eso se me hacía imposible.

Destino incierto-RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora