cuarto capitulo..

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Capítulo 4

Ilusiones, así empecé cuando sentía alguna salida en tu mirada que lejos de mí se encontraba; sabía que estaba mal pero igual seguí, pensé cada instante en si un error mío era evidente sería fácil echarme a perder dejándome en mi tempestad otra vez. Era muy temprano para alcanzar el cielo inerte de alguien que ni su reflejo podía ver ¿Dime, me creerías si te dijera que me esperanzo con tus deseos y anhelos? ¿Me creerías si te dijera lo alegre que me hace verte a través del reflejo? No es fácil y es demasiado pronto, pero aceptar que me haces creer más allá de mi mundo es agotador...no soy como aparento que soy.

<Reflejo>

- Silvia González, 2021

A pesar de que no contase toda mi vida era muy obvia, poco a poco avanzo el tiempo y comencé a darme cuenta de que no era perfecto como yo creía que era; de ser así como iba a saber de ello, como iba a predecir mi vida si existiese una forma de esto.

Hace mucho tiempo deje de creer en los dioses, eso no quita el hecho de que no existieran porque no habían pruebas contundentes de esto ni la irrelevancia misma, había prueba de su contradictorio y que si existían o no, nunca me beneficiaron por lo tanto nunca me beneficie de ellos, pero había algo que me había marcado desde que tengo memoria.

Sombras, oscuridad, soledad y perdición algo de lo que no estoy rodeado pero me estaba persiguiendo inerte para asechar cada rato, parecía que se encontrara hambriento y deseoso. No creía la vida de una luz opaca y diminuta en estas abominaciones. Quería más de eso, sabía que no hallaría la respuesta del mismo demonio saltando en victimas que se esfumaban como polvo en el viento, quería entrar a la boca del lobo. Quería saber que había explicaciones en lugares más remotos de los que nadie prestaba atención y ese pensamiento me llevo a una clara obsesión por los asesinatos en serie. Sí, antes era un detective que saciaba su curiosidad por los problemas de los demás.

No se confundan, jamás cambiare mi curiosidad frente a la vida humana, solo que estaba en algo más grande o eso era lo que quería; sabía que pronto esta avaricia de querer más me iba a afectar pero seguía ahí para ver cada sombra burlona y tétrica en los rincones inhabitados o eso creían más de uno, pensar en que la maldad era remota y sublime era inútil, están siendo afectados por la inmensidad de su albedrio había maldad en cada lugar pero se me hacía más expectante y retador. Caminando en las calles habitadas dirigiéndome para el hospital donde el Juez Rivera me iba a presentar a su hijo Miguel Angel Rivera. Ese nombre se me hacía más allá conocido del típico "abogado joven alias niño mimado de papi" ese nombre era una pulsada molesta y frustrante en mi pecho era asfixiante, intentar decir su nombre me daba deseos de hacerle daño a alguien más por él, sabía que había algo más que eso pero de ser así me acordaría luego puesto que no sería tan importante por ahora.

Entrando a las puertas de ese inmenso hospital me dio un escalofrió, odiaba con todas mis fuerzas esos inmensos lugares; de los cuales una vida se daba a cambio de otra, mientras alguien muere otro nace. Sé que es el ciclo de la vida pero pensar en la muerte y en su más allá era aterrador e inquietante, ya que jamás encontrarías una respuesta solemne en esta. Me estresaba llegar a preguntas sin respuestas, preguntas infinitas que no tendrían nunca una respuesta sufija. Jamás terminarían de acabar mi curiosidad naciente, ¿Qué sería de mi sin mi curiosidad insaciable exigente? Sería un don nadie porque "él saber por cuenta propia es la sabiduría pura e infinita"

Llegue a la recepción encontrándome con un estruendoso ruido y dos personas en el suelo dándome cuenta de que era el Juez Rivera y al parecer un joven de cabellos oscuros, lentes negros y piel morena, un poco bajo; llevaba una camisa gris con pantalones negros que hacían juego con sus lentes y cabello. Me pareció raro el susurro que causo que se lo llevaran a la fuerza al fondo de los pasillos, alejándolo de las miradas que delataban esa hipocresía de un ser humano, ridículo.

Destino incierto-RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora