02

142 15 0
                                    

Tres golpes en la puerta y a los minutos tenia una alta figura enfrente, un rubio de ojos claros.
Su nombre era Joaquin, y aunque no eran amigos, no conocía a otra persona mas buena que él. Joaquin era dos años mayor, y era el primo de un ex compañero que había sido amigo, se habían juntado muchas veces pero jamás tanto como para considerarse amigos.  

Mateo había cesado su llanto cuadras antes, pero al ver la cara de preocupación del mayor rompió en llanto nuevamente. Joaquín lo abrazo fuerte y lo llevo dentro de su casa.
En el living de su casa estaba su novio, un chico de trencitas, el cual estaba mas confundido que él por todo.
Cuando Mateo se tranquilizó, Joaquín lo hizo sentarse en el sillon grande, que estaba frente a su novio.

— Hola.— dijo con su voz algo —entrecortada y temblorosa Mateo, quien se había asustado al ver al chico de trenzas enfrente suyo.

— Hola...—dijo el otro.— Soy Ivo, el novio de Joaquín, ¿tu nombre es...?

— Mateo, y perdón por interrumpirlos, no fue mi intención, solo que no sabia donde ir.

— No pasa nada... no molestas, de verdad.

Pronto llegaría Joaquín con tres tazas de café, esperando una explicación sobre la situación del menor.
Las palabras lo ahogaban a Mateo, y aunque quería decir por primer vez todo, no pudo.  

— Mi novio me engaño, y hoy a la mañana me pelee con mi mama. Se que no es la gran cosa, pero últimamente me pasaron muchas cosas y no tengo a nadie... creo que si no venia aca me iba a matar, perdon por decirlo asi, tampoco quiero preocuparlos o algo asi porque seria muy egoista cargarlos con mis problemas, solo necesitaba la compañía de alguien antes de volver a mi casa y tener que repetir otra vez que mi novio me engaño.

— El primer amor es muy complicado, y doloroso, a mi también mi primer novio me engaño y en su momento tenia otros problemas familiares, con todo eso junto sentía que me iba a morir de dolor, pero el tiempo lo cura todo. El tiempo trae a nuevas personas, mejores, que te van a ayudar a sanar todo ese dolor. Y cuando pase un tiempo vas a ver que no es tan grave como parece y que no es el fin del mundo.— decia Joaquín comprensivo.

— Exacto, ademas sos chico, los amigos y novios llueven, van y vienen. La adolescencia es dolor y dramatización, ya vas a ver que esto aunque ahora duele, el dia de mañana va a ser una boludes. Los problemas familiares y peleas con mama o papá siempre pasan, pero son una familia y seguro ellos siempre te van a querer.— agregó Ivo.

— Gracias, posta que gracias chicos.— decia con una sonrisa fingida, pero parecía tan real que nadie siquiera sospecho algo.— Yo ya me tengo que ir, gracias por el café también.

- ¿Queres que te llevemos? 

- No, posta que no, no vivo tan lejos.- Joaquín lo acompaño hasta la puerta y se despidieron.

En realidad su casa quedaba bastante lejos pero bueno, quería caminar y pensar en todo.
Su mente repetía una y otra vez que todo era una boludes, que estaba dramatizando todo, no era para tanto. No volvería con Benjamín jamás, pero tal vez había exagerado todo y nada había pasado como él creía. 
Y entonces opto por engañarse a si mismo, y guardar todo dentro suyo, pudriéndose ahi, en el cajón del olvido.

[...]

— ¿Terminaste con Benjamín? ¿Sos boludo Mateo o te haces?— decia Pedro, quien al parecer había estado esperando su llegada.
Mateo lo ignoro y comenzó a subir las escaleras.  

— ¡Contéstame pendejo de mierda!— espetó molesto.

Mateo se dio vuelta en el escalón, con una expresion enojada y fastidiada.

— Sí, termine con Benjamín, ¿tenes algun problema? perdoname por cagarte tu trabajito de proxeneta, la proxima avisame cuando me vayas a vender por dos mangos.— gritó molesto y corrió a encerrarse en su cuarto. 
Pedro lo siguió enojado, e intento entrar a su cuarto pero no pudo.

Pero no había dudas de que eso no iba a quedar asi.

Niño rico [trueplik]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora