Amor en el aire

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Chloe le quitó la chaqueta a Lucifer mientras se fundían en un acalorado beso, para después ir desabrochándole la camisa lentamente. Lucifer tomó a Chloe de la cintura y la colocó sobre él, después se puso en pie y la llevó a la habitación. Con cuidado, la tumbó sobre la cama mientras sus labios se fundían. Acto seguido, Lucifer se colocó encima de ella y comenzó a besar su cuello mientras esta daba pequeños gemidos de placer. Chloe aprovechó para terminar de quitarle la camisa y cambió la posición con él. Ahora ella encima, comenzó a acariciar su torso cincelado por los mismos dioses, hasta llegar a su pantalón. Desabrochó el botón del pantalón e introdujo la mano dentro. Notó su miembro erecto bajo la ropa interior. Lucifer profirió un ligero gemido y se incorporó, quedando sentado frente a ella. Comenzó a quitarle el cinturón rojo que portaba y después desabrochó el pequeño botón trasero del vestido, para así poder bajárselo a la altura de la cintura, mostrando su sostén negro de encaje. Lucifer se mordió los labios con cierta lujuria y comenzó a besarla de nuevo. Volvió a colocarla debajo de él con un ligero movimiento y le quitó el resto del vestido, dejándola en ropa interior. Se situó encima de ella y mientras la besaba intensamente, introdujo su mano por encima de su ropa interior inferior, acariciando paulatinamente su clítoris para después introducir sus dedos. Chloe se estremeció de placer. A continuación, él retiró su mano y se puso de pie para quitarse lo que le quedaba de ropa. Se quedó completamente desnudo frente a ella. Chloe lo miró lascivamente y se quitó el sostén.

-Ven aquí - indicó ella.

-A sus ordenes detective – contestó el deseoso de hacerlo.

Lucifer se acercó a ella besándola fervientemente y se posicionó encima, introduciéndole con cuidado su miembro. Comenzó lentamente para después dar embestidas más intensamente. Sus cuerpos se fundieron creando una explosión de éxtasis. Todo el deseo contenido se desató durante tres ocasiones a lo largo de la noche.

A la mañana siguiente el despertador sonó bien temprano. Había que volver al trabajo. Lucifer dio un manotazo y apagó la alarma. Después se giró para observar a Chloe mientras esta despertaba.

-Buenos días detective – dijo él dándole un pequeño beso.

-Buenos días – contestó ella sonriente.

-Estaba pensando que podríamos tomarnos el día libre y pasarlo juntos.

-Lucifer no puedo hacer eso, llevo mucho tiempo sin ir a trabajar.

-Vamos detective, no creo que el jefe ponga pegas por un día más. Además, me apetece tenerte un día entero para mí – comentó Lucifer seductoramente.

Chloe no pudo evitar lanzar una pequeña sonrisa complaciente y cedió a la propuesta.

-Está bien, puedo intentarlo - contestó ella levantándose de la cama para ir a buscar el móvil - voy a llamarlo.

Mientras Chloe llamaba a su jefe desde el salón donde se encontraba su móvil, Lucifer se quedó en la cama acostado. Chloe no tardó mucho en volver a la habitación para dar las buenas noticias.

-Tenemos el día libre – anunció ella acercándose a la cama por el lado donde estaba él.

-Lo sabía – contestó Lucifer incorporándose – y ahora ven aquí, vamos a disfrutar un poquito más de la cama.

Lucifer la agarró de las manos y tiró de ella suavemente para colocarla sentada encima de él. Chloe pasó sus manos por la nuca de Lucifer, rodeándolo y él posó sus manos sobre la cintura de ella.

-¿Quieres otro asalto, eh? – preguntó ella mirándolo pícaramente.

-En realidad quiero más de uno – contestó él con su típica sonrisa lujuriosa y después la besó apasionadamente.

Después de tres horas de desenfreno, decidieron que ya era hora de salir de la cama y aprovechar el día de otra manera. Chloe salió de la habitación y se dirigió a la ducha.

-¿Quieres que te acompañe detective? – preguntó él desde la cama.

-Me gustaría, pero no terminaríamos de arreglarnos en todo el día – contestó ella entre risas.

Lucifer sonrió y se vistió. Quedó en recogerla para ir a comer, ya que tenía que pasarse por su ático para asearse y cambiarse de ropa. Cuando llegó al Lux se encontró con Amenadiel. Estuvo hablando un rato con él, ya que este le había preguntado por el estado de Chloe y aprovechando la situación, le contó que estaban juntos. Después de la charla, se despidió de él y fue a cambiarse.

A la una y media fue a recoger a Chloe para ir a comer a un restaurante italiano donde había reservado previamente de camino al ático. Ambos disfrutaron de una comida deliciosa y al terminar, Chloe propuso dar un paseo por la playa. Lucifer aceptó sin rechistar y se dirigieron hacía allí. Caminaron sosegadamente una gran parte de la orilla, con sus manos entrelazadas y tras un rato andando, Chloe se detuvo.

-Nuestro primer beso fue en la playa ¿lo recuerdas?

-Como olvidarlo – respondió él.

-Aquel día, después de que me dijeras que no me merecías, no tenía muy claro si debía besarte, pero me dejé llevar y lo hice.

-Me alegro de que lo hicieras.

-Por aquel momento no tenía claros mis sentimientos hacía ti, pero a estas alturas puedo decirte esto sin dudarlo – dijo Chloe y tras una breve pausa prosiguió – Lucifer te quiero. 

Lucifer se quedó callado, atónito por lo que acababa de escuchar. Su corazón dio un vuelco y se llenó de alegría. Admirado por las palabras de la detective, sonrió y la abrazó.

-Hacía mucho tiempo que quería escuchar eso - añadió con ella entre sus brazos – para mí siempre has sido tú la única en mi corazón Chloe.

Ella sonrió y lo abrazó con fuerza, esperando también un te quiero de su parte, pero no lo escuchó. Lucifer se separó de ella, la miró cautivado y besó sus labios.

-¿Seguimos? – preguntó Lucifer haciendo un gesto con la cabeza.

-Sí, claro – contestó ella medio sonriente.

Lucifer agarró su mano y comenzaron a caminar de nuevo. A pesar de que las palabras de Lucifer habían sido emocionales, Chloe se quedó preocupada al no recibir por parte de él un te quiero.

El regreso DeckerstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora