El Favorito de Teddy. [Harco]

Cap. 1

Andrómeda suspiró con cansancio mientras miraba a la lechuza salir volando por la ventana de su despacho, para luego perderla de vista entre las nubes. No estaba del todo segura de su decisión; pero lo hecho, hecho esta.

Se aparto del marco de la ventana y camino hasta su escritorio, trato de distraerse revisando algunos pergaminos mientras esperaba, sin embargo la mujer no podia evitar desviar la mirada hacia la ventana o removerse incómoda en su silla. Así que, hastiada por no poder enfocarse en su trabajo, dejo de lado los papeles y se puso de pie. Camino de un lado a otro por el lugar mientras jugaba con los anillos de su mano izquierda y analizaba su situación.

Necesitaba una niñera o niñero para su pequeño nieto de tres años y medio, pero todos parecían estar muy ocupados como para cuidar de Teddy. ¡Solo seria por un día! No creía que fuera mucho, y es por esto que Andrómeda recurrió a la ultima opción que le quedaba.

Draco Malfoy era su sobrino y aunque no hablasen mucho eran familia, y la familia se ayuda en momentos de crisis.

Tenia la esperanza de que Draco no fuera una copia de Lucius, ese idiota condeno a su familia al involucrarse con Voldemort. Sí, seguramente su sobrino tendria más cerebro. En otras palabras, seria menos Malfoy y más Black.

Con ánimos renovados decidió regresar su atención a los pergaminos esparcidos sobre su escritorio y pasada una hora la lechuza volvió con la ansiada respuesta. La mujer, impaciente, se levanto de su asiento y fue donde el ave para recibir el mensaje. Luego de leer la carta atentamente alzo una ceja con una pequeña sonrisa picara.

No espera que su sobrino accediera tan fácilmente a su petición.

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Draco la había pasado mal durante y después de la guerra. Su padre fue condenado al beso del dementor luego de que el bando de la luz ganara la guerra, y su madre, sumida en una profunda tristeza, tras perder a su adorado esposo decidió irse a vivir a Francia, pues no soportaba estar en la mansión Malfoy -por los recuerdos que este lugar le traia- ni en Londres -por el maltrato hacia las familias de ex-mortifagos-.

A él también le afecto la perdida de su padre -no negaria eso- pero aun así decidió quedarse en Londres y hacerse cargo de las empresas de la familia Malfoy -después de terminar su ultimo año en Hogwarts-. Ni loco iba a permitir que los corruptos del ministerio le arrebataran todo lo que les pertenecía a su familia.

El ministro no hubiera tenido ningún problema en mandarlos a los tres a Azkaban y reclamar las fortunas de los Malfoy para "el estado", claro que no contó con que cierto Gryffindor idiota testificara a su favor y a favor de su madre, logrando que ambos quedaran absueltos; y si bien no pudo hacer mucho por su padre por lo menos lo intento. ¡Y le estaria eternamente agradecido! Pero obvio que nunca se lo diría.

De vez en cuando el rubio le escribía una carta a Narcissa contandole sobre la situación en Londres y esta le respondía a la semana siguiente. No necesitaba decir que varias veces le insistió en que regresara pero su progenitora se negaba rotundamente a volver, así que dejo de hacerlo, pues en el fondo la entendía. Sin embargo no por eso dejaba de sentirse menos abandonado.

Blaise lo visitaba junto a Pansy y Theo cuando tenian la oportunidad, pero eran visitas muy escasas y limitadas por las responsabilidades que tenian a cuestas cada uno de ellos. Fuera de eso, debía confesar, no socializaba con nadie más y algunas veces no podia evitar sentirse muy solo en aquella enorme y fría mansión. Es por esto que en cuanto recibió la carta de su tía Andrómeda pidiéndole que cuidara de su sobrino segundo él accedió de inmediato.

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Toco el timbre de aquella casa y espero pacientemente a que atendieran a la puerta. Aunque no lo aparentaba se sentia nervioso, ¿Qué mierda estaba haciendo? Nunca antes había cuidado de un niño y en su desespero por no estar solo en Malfoy Manor respondió sin detenerse a pensar en esto -un impulso muy "Gryffindoresco" de su parte-.