Cap. 6

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La mañana habia llegado al fin, ninguno de los dos durmió mucho anoche pero aún así debían continuar, Harry estaba ocupado con la planificación del funeral mientras que Draco se encontraba preparando una tercera ronda de té para ambos.

—¿Ya has pensado en cómo se lo diremos? —preguntó el ojiverde apartando la vista un momento de los pergaminos.

—No he dejado de pensarlo ni un minuto desde que hable con el medimago y aún no encuentro la forma adecuada para darle la noticia. —confesó el rubio con preocupación para finalmente soltar un suspiro pesado —Pero creo que tendremos que decírselo luego del desayuno.

—Sí, será lo mejor. —concordó el pelinegro —¿Crees que seria bueno que lo llevemos con algún psicólogo?

—Pienso que todos tendríamos que ir. —respondió, Harry lo observo un momento y luego asintió.

Unos pasos bajando las escaleras llamaron la atención de ambos adultos los cuales intentaron mantener la calma ante los ojitos que los observaba atentamente.

—¿Y abu? —preguntó el peliturquesa dejando a ambos adultos en blanco.

—Teddy primero desayuna algo y luego hablamos sí. —insistió el pelinegro con voz suave esperando que el niño se arrimara a la mesa, pero Teddy no se movió de su lugar.

—¿Dónde esta? —repitió mirando esta vez a su tío en busca de alguna respuesta, el blondo intento retener las lágrimas que amenazaban con salir al ver los ojitos de Teddy mirarlo con preocupación.

Sabia que su sobrino no era tonto, posiblemente ya sospechaba que algo estaba pasando y si no le respondía posiblemente tomaría eso como una mentira. Suspiro pesadamente, camino hasta el pequeño para tomarlo en brazos y llevarlo hasta la sala de estar.

Harry los siguió y los tres se acomodaron en el sofá de tres piezas.

—Juro que no sé como darte esta noticia pero pese a lo que te diga quiero que me prometas que intentaras ser fuerte, ¿sí pequeño? —dijo el ojigris y Teddy asintió esperando ansioso que su tío continuara —Andromeda, tu abuela tenia una enfermedad que era complicada de tratar.

El peliturquesa lo observo frunciendo un poco el cejo.

—Tenia, eso quile decil que ya esta biem. —dedujó el pequeño produciendo que el rubio y el pelinegro lo miraran con tristeza.

—Me temo que no. —corrigió el ojiverde.

Para ese punto el niño ya se empezó a desesperar y soltar algunas lágrimas.

—¡¿Dónde esta abu?! ¡Diganmen! ¿¡Dónde esta mi abu?! —sollozaba el pequeño mirandolos con desesperación.

—Abu fue acompañar a tu papá y tu mamá. —explicó Draco esperando que el niño entendiera pues el no queria decirlo de una forma directa.

—¡Papá y mamá estan mueltos! —chilló el niño histerico —¿¡Dónde esta mi abu!?

—Teddy, tu abuela murio porque la enfermedad que tenia no tiene cura conocida aún, los medicos se esforzaron mucho pero aún así no pudieron salvar a Andrómeda. —confesó Harry con voz seria dejando a Teddy y a Draco congelados ante el poco tacto del pelinegro.

El peliturquesa se largo a llorar desconsoladamente mientras el rubio lo abrazaba intentando calmarlo.



Los dias posteteriores al funeral fueron dificiles para todos pero en especial para Teddy. El peliturquesa se la pasaba llorando, no dormia bien y su ánimo habia decaido bastante. Los tres estaban asistiendo a terapia y por el momento ambos se habian mudado a la casa de Andrómeda, pues agregar una mudanza aumentaría el estrés en el pequeño Lupin, que ya estaba atravesando varios cambios repentinos en su vida.

El Favorito de Teddy. [Harco] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora