Cap. 5

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—¡Padlino! ¡No! —exclamó Teddy.

El peliturquesa le quito la pequeña pala de las manos antes de que el pelinegro tocara alguna de las flores de su abuela.

Se encontraban en el jardín de la casa transplantando algunas flores a pedido de Andrómeda, la cual se encontraba en la cocina junto a Draco preparando la merienda.

—Vas a lastima a las flodescitas. —acusó Edward tomando la planta con delicadeza, la cual su padrino no poseía.

—Teddy así no vamos a terminar nunca. —se quejo Harry mirando al infante con cansancio.

—Es mejod hace las cosas bien a que todo quede mal. —aseguró con el mentón en alto, estaba adoptando gestos Black.

—No sabia que estaba hablando con un sangre pura. —dijo pilliscandole una mejilla.

—¡Padlino! ¡Dihu! Tienes tiela en las manos. —se quejó Teddy sacudiendose la mejilla con cara de asco.

—¿¡Quién eres tú y que hiciste con mi ahijado?! —exclamó dramatico, tratando de aguantar la risa. Teddy se estaba comportando muy similar a Draco y no sabia si debia de estar preocupado o simplemente reírse de la situación.

Teddy fruncio el ceño y cambio el color de su cabello a rubio platinado y sus ojos a grises para luego sacarle la lengua.

—¡No puede ser! ¿Draco? ¿Te encogiste a ti mismo? —dijo fingiendo estar sorprendido.

Teddy comenzo a reír a carcajadas y volvió a su apariencia habitual.

—Veo que se divierten burlándose de mi y no trabajando. —comentó Draco mientras se acercaba a ambos —Dejenme ayudarles para que así podamos ir a merendar.

Draco y Teddy terminaron de encargarse del jardín bajo la atenta mirada de Harry, quien los observaba con una sonrisa enorme en el rostro.

—¿Listo? —preguntó al verlos levantarse del césped.

—No, que no ves que aun nos falta un montón. —respondió con sarcasmo el rubio rodando los ojos —Ya vamonos adentro a lavarnos las manos.

Al entrar a la cocina Teddy se adelanto corriendo donde su abuela, pues tenia hambre.

—Esta creciendo muy rápido. —comentó el pelinegro antes de perder de vista al torbellino peliturquesa.

—Los niños crecen, es lo normal, Potter. —respondió con una sonrisa burlesca pero la borro en cuanto escucho el grito del infante.

Al llegar a la cocina se encontraron con Andrómeda tirada en el piso con las galletas esparcidas por todos lados y Teddy arrodillado a un costado llorando y pidiendo ayuda.

—¡Teddy! ¡¿Que paso?!  —preguntó el ojigris tomando al peliturquesa en brazo e intentando calmarlo mientras el ojiverde ayudaba a la mujer.

—¡Draco, no esta respondiendo, tenemos que llevarla a San Mungo! —gritó el pelinegro en pánico.

El ex-mortifago tomo el abrigo de Teddy para luego ingresar a la red flu junto a los otros dos.



Draco intentaba tragarse el llanto pese a que sus ojos picaban y su garganta ardia a horrores, nada se comparaba con la presión que sentia en el pecho, esa que producía que cada inhalación hiciera que el aire se sintiera como plomo en sus pulmones.

De nuevo otra persona importante para él lo abandonaba. ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué le seguía pasando esto?! ¿¡A caso estaba maldito?! ¡Sino quien le explica la situación que esta atravesando justo ahora!

—No es justo... —susurró pero su voz salio quebrada.

—Siento mucho su perdida. —dijo el medimago mientras le entregaba un informe con el diagnostico y una carta para luego alejarse y desaparecer por el pasillo.

Su tía habia muerto.

Draco se quedo en medio del pasillo mirando un punto fijo sin saber bien que hacer. Todo se sentia tan irreal, un momento esta en la cocina junto a Andrómeda hornendo galletas y al otro... se encuentra en ese pasillo de paredes blancas con olor a desinfectante sosteniendo entre sus manos unos papeles que explicaban la causa de muerte de su tía.

Camino arrastrando los pies hasta llegar a la sala de espera, Harry tenia a Teddy dormido cómodamente entre sus brazos.

"Teddy. "

Pensó.

¿Cómo le explicaría a su sobrino que su abuela lo había dejado solo? ¿Cómo podría ver sus ojitos llenarse lágrimas y no acompañarlo soltando las suyas? ¿¡CÓMO?!

—Draco... —llamó el pelinegro captando su atención, el chico parecía igual de triste y preocupado que él.

—T-tengo... tengo malas noticias. —dijo soltando algunas lágrimas, no pudo evitarlo, se sentia tan mal.

Harry alcanzo su mano e hizo que tomara asiento junto a él.

Draco le esplicó lo que el medimago le había dicho entre susurros y ambos lloraron abrazandos al pequeño Lupin que dormía sin saber que ya no volvería a ver a su abuela en esta vida.



Al llegar a la casa Draco llevo a Teddy a su cuarto, Harry se quedo a ordenar la cocina y en cuanto termino regreso a la sala. Los papeles que le habían entregado al blondo estaban sobre la mesa, sin mucho ánimo los tomo y los empezó a revisar.
Descubrió que Andrómeda Black estaba enferma desde hace un año y tomaba muchos medicamentos para aguantar el dolor. Y pensar que el veía a la mujer en perfectas condiciones pero la realidad decía que apenas y podia levantarse de la cama.

Escuchó pasos bajando por las escaleras para luego sentir que el rubio tomaba asiento a su lado en el sofá, le entrego los papeles a su acompañante y este sonrio entre dientes con ironía mientras lágrimas se deslizaban por sus palidas mejillas.

—Aquel día en que me pidió que cuidara de Teddy ella no fue al ministerio... —dijo tapándose la cara con una de sus manos e intentando aminorar la punsada de dolor que lo ataco derepente —Fue a realizarse el tratamiento que le correspondía en esa fecha para intentar frenar la enfermedad.

—Sí... —respondió el ojiverdes sin saber que más agregar.

—¿¡Por qué no nos dijo que estaba enferma!? —gritó enfadado levantándose de un salto del sofá —¡Podriamos haberla ayudad! Podría haberla ayudado, y-yo podría haber... —el pelinegro lo abrazo y lo arrastro de nuevo al sofa. 

—Draco... —lo llamó con suavidad para que el rubio no lo atacara con algún hechizo —Ella no quería preocuparnos, seguramente guardaba la esperanza de recuperarse y es por eso que no nos lo dijo.

Draco intentaba calmarse, pero dolía, dolía sentirse impotente, pues ya no habia nada que pudiese hacer para traer a su tía de vuelta.

—¿Cómo se lo diremos a Teddy? —susurró con voz débil.

—Ya encontraremos la forma. —respondió intentando sonar seguro pero la verdad es que no tenia ni idea de que debería de hacer, se sentia tan perdido y destrozado, Andrómeda era como una segunda madre para él.

—Queda revisar la carta. —comentó el ex-Slytherin, el ojiverde se estiro y tomo el sobre. Ambos lo abrieron y leyeron el contenido en silencio.

Al finalizar se observaron con los ojos bien abiertos sin saber que decir, Andrómeda les habia dejado la custodia de Teddy.



Perdón por tan corto capitulo pero bueno es lo que salio :3

PD: Lamento haber matado a Andrómeda T-T.

Este es un fic pausado, o sea que tardare en subir los capitulo.

Espero disfrutarán de su lectura, ¡bye! 

El Favorito de Teddy. [Harco] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora