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"Soledad"

"Hola dragón, es maravilloso que sigas con vida por eso te invito A que seas el portador de malas noticias y lleves su primera adivinanza a tus nuevos compañeros

Cuando los relojes marquen la medianoche un hermoso loro saldrá de su escondite asistiendo al mismo lugar en donde su amor eterno fue sentenciado a muerte"

—¿Quien te escribe?— la pregunta de su padre lo hizo estremecer.

—Son cosas sin importancia, padre— Lucius enarco una ceja.

—Si fuese algo sin importancia lo compartirías con tu familia—Draco bajo la cabeza— ¿Es otra vez esa niña?— el silencio fue su respuesta— Réponse putain! «Responde maldita sea»

—Lucius, contrôle ton comportement «Lucius,controla tu comportamiento»— Advirtió Narcissa— Quiero tener una maldita cena tranquila.

Aún sin mirar a sus padres se puso de pie llamando su atención de una forma indeseada no obstante hizo caso omiso a esta acción y camino dispuesto a marcharse de la habitación.

—Draco vuelve aquí—La orden lo hizo paralizarse por un instante pero retomó su caminar.

Lucius se puso de pie y fue tras él e inmediatamente Draco supo que había hecho algo terrible. Cuando la mano de su padre se posó en su hombro y lo obligó a retroceder dos pasos se dio cuenta que estaba jodido.

—Aléjate de ella—Advirtió— La gente como ella solo está rodeada de mediocridad y no toleraré que un Malfoy se rebaje a tanto.

El silencio reino en el lugar pero en su cabeza había un pitido constante que lo estaba volviendo loco.

—Lo qué pasó en el bosque no se volverá a repetir— mintió— Ella no estará en mi camino nunca más.

Su padre sonrió, el no podía ver esa sonrisa pero sabía que ahí estaba, siempre lo está cada vez que hace lo que le ordenan y se va cuando cuestiona, Solo un vil círculo vicioso que no perdona.

—No me falles, si escucho otro rumor sobre ti y esa niña— el agarre se intensificó—voy a castigarte.

—No habrá necesidad, Lo juro.

Sin despedirse de su madre o desear el monótono "buenas noches" se fue del lugar, no quiso mirar a sus padres otra vez pues sabía que lo estaban mirando cual halcón, esperando cualquier arranque de ira o indicio de sentimiento fuera de lugar para atacar esa debilidad.

Cuando estuvo fuera de su campo de visión la guerra inició entre ellos, escuchó platos rompiéndose y gritos histéricos por parte de su madre, algunos en italiano y otros en francés. Sus pies se sintieron como plomo a cada paso que daba, se sentía fuera de sí mismo pero al mismo tiempo era consciente de que debía llegar a su habitación, llegar allí, encerrarse y tomar todo el alcohol que había escondido hasta desmayarse en el proceso.

Y eso hizo. Tan pronto llegó a su habitación y cerró la puerta, se dispuso a buscar el alcohol y tan pronto tuvo la botella entre sus manos una sonrisa se formó en sus labios pues su escape había llegado. Solo dos personas sabían sobre su manera de calmar sus nervios o bloquear los gritos de sus padres y esos eran Pansy y Blaise.

Se sentó en el piso y abrió la primera de las Cinco botellas de Whiskey que había encontrado.

El primer trago fue amargo y duro, sintió como si su garganta ardiera levemente pero no se dio tiempo de degustar solo quería desaparecer momentáneamente y olvidarse de todo.

Dako...

Dako...

Da...ko

—Cállate— gruñó— no quiero escucharte.

Bebió más y más de su vaso tratando de ahogar esa dulce voz en su cabeza. Cuando el vaso no fue suficiente empezó a tomar de la botella directamente. A estas alturas todo le daba vueltas, el alcohol había cumplido trabajo; embriagarlo, y combinado con su falta de alimento el proceso fue más rápido.

—Lo siento...— sollozo a la nada mientras vagamente cubría sus oídos cual Niño pequeño—Yo no quería...

[...]

Afuera llovía a cántaros pero esto a Luna no le importaba pues estaba terminando su tarea de biología y el resto del día fue uno muy pacifico para ella. Ron les había dicho a todos que evitaran hablar sobre el tema del asesino hasta el día siguiente ya que la salud mental de Luna estaba colgando de un hilo y aunque estaban inseguros aceptaron e intentaron distraerla un poco de todo el problema en el que se habían metido.

Abrió una gaveta de su escritorio dispuesta a buscar una gomita para amarrar su cabello y la encontró pero también encontró las fotos que la arrastraron a esta problema, se había olvidado de ellas por un instante, uno muy largo.

—Moonbird, ¿Estas despierta?

Cerró la gaveta rápidamente y su padre detuvo sus golpecitos en la puerta cuando la escuchó gritar un "si, estoy despierta". Xeno entró a la habitación con una bandeja pequeña la cual tenía un vaso con leche.

—Yo... te hice leche caliente, hace tiempo que no lo hacía así que creí que era un buen momento— explicó con nerviosismo.

Luna sonrió genuinamente y tan pronto su padre dejó el vaso con la leche sobre el escritorio, ella lo abrazó.

—Gracias— murmuro—No se que haría sin ti.

El hombre conmovido abrazó a su niña y besó la coronilla de su cabeza.

—Yo tampoco lo sabría, eres mi familia, la única que me queda.

Se quedaron así un momento más hasta que finalmente él le deseó buenas noches y se retiró. Ella continuó haciendo su tarea hasta que escuchó unos ruidos extraños provenientes de su balcón.

Se levantó de su lugar y camino lenta y cuidadosamente hasta el, su corazón latía con fuerza, sabía que debería estar armada en caso de que fuese el asesino o un ladron pero cuando corrió las cortinas vio a un rubio platinado, en pijamas y un abrigo blanco siendo empapado por la lluvia mientras daba golpecitos al vidrio de la puerta corrediza del balcón.

La pequeña Lovegood quedó desconcertada, si su padre se enteraba de esto estaría en completos problemas pero una parte de ella ignoró este hecho y aún así le abrió la puerta, el olor a alcohol inundó sus fosas nasales y se preguntó ¿como rayos escaló hasta su balcón en ese estado?

Tenía tantas preguntas que se volvieron borrosas y distantes tan pronto Draco tiro de ella y la abrazó. El shock inicial fue mucho, el olor a Whiskey era casi nauseabundo, su ropa empezaba a mojarse con las frías gotas de lluvia y la cabeza sobre su hombro se sentía pesada.

—Draco— Le llamó en tono de reclamo mientras trataba de empujarlo, sin embargo todo esfuerzo fue en vano pues él la aferró más a su cuerpo.

—Te necesito... no me dejes solo.

Su cuerpo se sintió pesado tras escuchar estas palabras impregnadas de tristeza, sus brazos quedaron rígidos a su costado más no intento moverlos pues tenía miedo, miedo de la similitud de sentimientos que era capaz comprender, miedo por que de alguna forma era podía verse a si misma en Draco.

—Está bien...

Between Half Truth [Druna]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora