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"Todos somos mentirosos hasta que se demuestre lo contrario"

Ella miraba por la ventana del hospital, sus padres habían insistido en llevarla para que trataran el dolor en su mano y tobillo que resultaron en fracturas.

—Veo que estás despierta— ella dirigió su vista a la persona quien cubría su rostro tras un ramo gigantesco de rosas.

Su corazón casi sale de su cuerpo al enterarse que esa persona era Dean Thomas. Su sonrisa parecía adueñarse de sus labios y no querer abandonarla pues la ilusión que sentía era demasiada.

—Hola...— se las arregló para decir entre su mar de alegría.

Él le entregó las rosas con cuidado y tomó asiento en la silla situada al lado de la mesita, ella lo notó un poco angustiado pero asumió que era por verla en ese estado.

Ella dejó las flores en la mesita y guió su mano buena hasta el rostro del moreno y cuando acunó la mejilla del chico dio unas leves caricias haciendo que este tomara esa mano y la llevase a sus labios en donde plantó varios besos.

—Pensé que te perdería...

Ella quería llorar. Era la primera vez que el se comportaba de esa manera con ella y parecía tan natural que le hacía sentir como en casa.

—Pero aquí me tienes— respondió risueña—La policía mantendrá segura a mi familia y a mi... nada me pasará

[...]

El día había estado bastante pesado para ella, tenía ganas de lanzar su celular por la ventana y que nadie lo encontrara jamás pero si lo hacía no podría comunicarse con los demás.

Suspiró pesadamente mientras lo veía llegar con un desagradable cigarrillo en su boca, aún no sabía cómo había aceptado una invitación de ese tipo pero ahí estaba: en un parque esperándolo tal y como él había pedido.

—Primero: ¿Como diablos conseguiste mi número? Segundo: ¿Quien demonios te crees para amenazarme?

El mayor soltó el humo que había acumulado en la cara de la pelirroja quien rápidamente lo tomó del cuello de la camisa aparentemente cara que llevaba.

—Vuelve a hacer eso y te faltarán dientes, ojos y lengua.

—¿Me amenazas, Lindura?

—Tómalo como quieras.

Ella lo soltó de forma brusca causando una pequeña sonrisa en el mayor. A Ginny no le gustaba este chico y menos la forma en como la trataba, parecía como un gato jugando con su presa.

—Eres interesante Ginevra—Los ojos de la menor se abrieron de par en par—Oh si, he investigado sobre ti, tu familia, tus amigos— lanzó el cigarrillo al suelo y lo piso.

—Ve al punto, no tengo todo el día—Bramo harta de la situación.

El rostro sonriente del patinado cambió drásticamente a una expresión seria.

—¿Quieres que vaya al punto? ¡Pues vayamos al punto!— la creciente ira en su tono fue el detonante para que el miedo en Ginny creciera.

Liu la tomó del brazo con fuerza y la atrajo hacia él, Ginny intento zafarse pero el ejerció más fuerza en su agarre.

—¡Suéltame!—Ordenó firme.

—Lo haré cuando me digas por qué asesinaron a mi hermana.

[...]

A penas eran las Cinco de la tarde, su padre había salido a hacer algo importante y ella estaba sola en casa disfrutando del final de Coraline en la sala cuando alguien llamó a la puerta de su casa.

Between Half Truth [Druna]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora