Macarons; SunKi

『 13 』

—¡Hyung!— el pelinegro se giró a ver a su amigo que venía corriendo a sorprendente velocidad. —Tengo que contarte algo!

—Hola, Sunoo. —saludó el mayor dejando a que su amigo pudiera dar un respiro —Ayer no te vi, ¿te fuiste temprano?— Sunoo dejó de jadear, retomó aire para poder relatarle lo sucedido a su mayor.

—En los baños me volvieron a molestar y-

—¡Te dije que me llamaras! ¿Te hicieron algo? ¿Te lastimaron?— Jake tomó sus manos, cabeza y le dio vuelta para revisar algún moretón o rasguño, aunque el castaño se quejara, a Jake no le importaba porque a Sunoo lo consideraba como el hermano que nunca tuvo.

Mientras aquello pasaba, Ni-Ki se aproximaba a lo lejos unos siete metros atrás de ellos, quería saber que pasaba. Cuando estaba lo suficientemente cerca pudo ver como el tal Jake estaba muy cerca de el, sintió un sabor amargo que intentó ignorar pero no pudo.

—¡No, no, no! Ni-Ki... me salvó.— contestó Sunoo, haciendo que el pelinegro parara de inmediato. Ni-Ki solo escuchó su nombre a lo lejos, sintiendo una fugaz chispa de felicidad. Mientras que al pelinegro sus ojos se ensancharon y quedó pasmado unos segundos hasta que reaccionó y empezó a sonreír.

—¡SUNOO, ESO ES GENIAL!— su amigo no entendió la reacción tan feliz de su amigo, se rascó la cabeza sin entender. —Sunoo, ¿entiendes lo que esto significa?

—¿Que tendré que alejarme completamente para no hacer contado con él? —respondió con un poco de duda, para él era extraño la reacción de su amigo.

—¡No!— lo abrazó por los hombros y siguieron su caminata hacía el parque, el rubio empezó a caminar hacia ellos pero sin darse cuenta que tendría que cruzar la calle, ellos caminaban un poco más rápido que él. —Es la oportunidad perfecta para acercarte, debes agradecerle. —Los dos cruzan con rapidez la calle pues el tiempo para pasar iba a terminar, sin embargo el rubio se quedó atrás por su lentitud.

—Pero ya lo hice— contestó en voz baja

—¡¿Hablaste con el?! Estoy muy feliz Sunoo, por fin podrás hablar con él— sonreía de oreja a oreja. El rubio pasó rápido e intentó apresurar su paso.

—Pero-

—Podrás conocerlo a fondo e interactuar con él...

—Hyung-

—Cuando se gradúen van a casarse, ¡y yo seré el padrino!

—Estás apresurando las-

—Cuando tengan hijos yo seré el padrino, nuevamente, y-

—¡No le hablé directamente, le di una nota que decía gracias!— Ni-Ki escuchó eso y confirmó, estaban hablando sobre el incidente en los baños. Jake se quedó quieto por un segundo y con rapidez sacudió a su amigo.

—¡¿Qué hiciste qué?!— Sunoo lo apartó y le pegó un manotazo en la nuca. —¡Ay! Te acusaré de maltrato.— Jake formó un puchero y siguieron caminando.

—Todo fue tan rápido, fue lo único que se me ocurrió.— soltó un pequeño suspiro y bajó la cabeza. —Aún no se como acercarme.

Llegaron al parque y se sentaron en una banda disponible, era un día fresco, el ambiente era bueno para salir a dar una vuelta. Niños jugaban y saltaban, habían parejas que se tomaban de las manos y otras personas ofreciendo helados. Ni-Ki se escondió detrás de un árbol cerca de la banca, intentando ser silencioso.

Jake le compró un helado a Sunoo para que se alegrara y tomó asiento.

—Supongo que es difícil para ti, ¿no?— Sunoo asintió y tomó una cucharada de su helado, degustando el sabor de este. —Verás que podrás, tan solo inténtalo.

—Es difícil hyung, ademas, ¿quién quisiera salir conmigo?— Su mayor iba a interrumpir pero se detuvo, quería escuchar a su amigo.— "El loco de los peluches" "el que siempre tiene buenas calificaciones" "el todo perfecto", no quiero que sigan diciendo eso de mí. Estoy cansa-

—Hyung, ¡podrías pasarme mi pelota!

Un niño gritó a lo lejos, los dos amigos se miraron confundidos, pero el niño volvió a gritar.

—¡Le digo al chico de atrás!

Los dos amigos voltearon y quedaron pasmados al ver de quien se trataba.

—Ay no...

—Hola —saludó Ni-Ki apenado, el plan había fallado.