Roommates: Always Been You ❤️

912 84 10
                                    

❤️

—¿Cómo van las cosas con Sierra?, ¿Se ha sentido bien?.—Sonrío ante aquella pregunta pero no respondo nada hasta que termino de firmar las Historias Clínicas que hicieron mis internos. Giro mi mirada solo para encontrarme a Mark esperando por mi respuesta.

—Si dejas de lado que aún tiene náuseas matutinas y come pepinillos sin detenerse todo va perfecto. Se ve más preciosa cada día qué pasa.—Adoro hablar de mi chica y de mi futuro bebé.

—Ya te creo, hermano. ¿Tú como te sientes al respecto?

—No tienes idea de lo enamorado que me siento de ella en este momento. Lo está haciendo genial, estoy muy orgulloso de ella.

—¿Ya pensaste en proponerte?

❤️

Nuestra historia no fue tan fácil como puede parecer. Atravesamos tantos momentos tan diferentes en los últimos dos años que solo puedo pensar en todas las emociones que experimentamos.

Nunca voy a olvidar aquella primera semana viviendo bajo el mismo techo, tampoco aquel viaje en el cual reafirmé mis sentimientos hacia ella o nuestra primera vez juntos. Aquel camino lleno de obstáculos que soportó a base de lágrimas y dolor para llegar a la situación que tantos anhelábamos.

Sierra es maravillosa, y nadie puede decirme que no es así porque la conozco mejor de lo que me conozco a mí mismo.

Conoce mis miedos y me alentó a vencerlos. El recordar cada noche que decidía pasar en vela conmigo cuando mis estudios así me lo exigían, cada palabra de aliento y cada charla sobre mis propios cuestionamientos son cosas que no cambiaria por nada.

En cuanto llego a casa después de un largo día de consultas y cruzo la puerta soy recibido por Krabby Patty saltando a mi alrededor para después encontrarme con la mujer de mi vida levantándose de una de las sillas de la isla de la cocina cuidando de no golpearse el vientre con la mesa.

—¿Cómo te ha ido el día de hoy, cariño?

—Excelente, fue un día lleno de consultas. ¿Te has sentido bien?.—Después de dejar un beso en sus labios me inclino lo suficiente para alcanzar aquella bonita barriga redonda.

—Desde que entre al segundo trimestre me siento fantástica. Te preparé la cena, ¿Cenamos?.—¿Estoy con la mujer correcta?

Si, Siempre ha sido ella.

❤️

—¿Donde está tu anillo de promesa, Sierra?

—Desde que comencé a retener líquidos dejó de entrarme. Por eso uso este.—Comenta señalándome aquel falso anillo que utilizamos durante el engaño hacia mi abuela.

—Mañana lo llevaré a la joyería y pediré que lo amplíen un poco, ¿Te parece bien?.—Asiente pero no me dice nada, solo recarga su cabeza en mi cuello y aspira mi aroma. Me encanta que haga esto.

❤️

Ahora duerme con una pequeña almohada bajo su barriga y con una mano colgando para sentir constantemente el pelaje de Krabby Patty. Sonríe un poco entre sueños y en cierto momento deja escapar un par de ligeros ronquidos que me encanta escuchar.

Mark tiene razón, ¿Debería proponerme ahora?

—¿Que haces despierto aún?.—Su rasposa voz me saca de mis propios pensamientos.

—Tus ronquidos no me dejan dormir.

—Cállate, yo no ronco... debe ser Krabby Patty o el bebé.

—Tengo algo que decirte.—Susurro en su oído mientras termino por abrazarle por detrás. Mi mano se posa en su barriga y ella la toma en un gesto de cariño.

—Espera hasta mañana, tenemos que dormir.—Susurra y parece volver a quedarse dormida en solo un minuto.

—Quiero que seas mi esposa.—No me responde. Fui tan valiente para decírselo mientras duerme, ¿También lo seré en cuanto tenga que preguntárselo de frente?

Si ella es para mí supongo que tendrá que ser así.

❤️

—Sierra ha salido por un par de horas por asuntos de trabajo. Me da tiempo suficiente para ir por la cena y comprar sus flores favoritas.

—Vieja confiable. Te deseo suerte, hermano.

Nunca me ha gustado caer en lo trillado. Creo que habrá que hacer un par de ajustes al plan.

❤️

—¿Hola?.—La voz de mi chica en la puerta comienza a ponerme muy nervioso. Respiro nuevamente y trato de tranquilizarme sintiendo aquella caja aterciopelada en mi bolsillo.

—¿Puedes venir a mi escritorio?.—Sus pasos se acercan a mi, me abraza por la espalda y se posiciona a mi lado solo para observar el gran cartapasio frente a mi.

—¿Que es eso?

—Todos los casos clínicos que he tenido a lo largo de estos dos años, los mejores de mi vida.—Le veo abriendo aquel expediente y mira con atención cada fecha y cada nota que he colocado en ellos.—Primer caso, masculino de cincuenta y tres años con enfermedad de Crohn, estaba tan enfadado porque ninguno  de sus síntomas me daban un diagnóstico... hasta que te sentaste a mi lado y pasaste tres horas recitándome las fichas que yo mismo creé hacía unos meses.

—Querías saltar de la ventana.—Ríe y sonríe con cierta nostalgia.

—Segundo caso, femenina de veintitrés años con dolor abdominal con apendicitis que de alguna manera coincidió con tu propio caso. Ese día, después de las cirugías, intercámbianos expedientes y me hice cargo de ti por el resto del día.

Hay notas de todos los estilos. Sobre el día en el que comenzamos a vivir juntos, su propio caso clínico cuando enfermó por mi culpa y todos aquellos en los cuales se quedó en vela conmigo escuchando todas mis hipótesis y alentándome a pesar de no tener idea de que le estaba hablando. Cuando llega al último me quito de su vista y me hinco en una rodilla esperando por ella.

—Es muy bonito, no puedo creer que yo te ayudé de alguna manera con...

Se quedó sin palabras. Me sonríe con cariño y cubre sus labios con sus manos. Y ahí lo confirmo.

Siempre fue ella.

Haberme vuelto tu roommate fue la mejor decisión que pude haber tomado en toda mi vida. Agradezco cada día de mi vida verte por las mañanas dormir y llegar a casa lo suficiente cansado como para mandar todo al carajo pero aún tener esa chispa de emoción por reunirme contigo. Me has dado los mejores años de mi vida y no puedo esperar por los que vendrán siendo una familia. Sierra, ¿Le harías el honor a este pobre hombre enamorado de ser su esposa?

—Si.—Se arrodilla frente a mí y seca el par de lágrimas que he derramado antes de besarme y permitir que deslice aquel anillo en su mano izquierda. Algo similar a aquel anillo falso solo que este es complemente genuino y carga con él una promesa de por vida.

Siempre fue ella. Y será ella hasta que de mi último aliento de vida.

❤️

{Shawn Mendes One Shots II}^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora