{Shawn Mendes One Shots II}^

Padre Soltero💖

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Dedicado a Alessamendes

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—Mamá me acompañará, cariño. ¿Estás seguro que podrás hacerte cargo de Kyle mientras no estoy?

—Claro que sí, ¿Acaso no confías en mi?

—Por supuesto solo que él es muy pequeñito, nunca te has quedado solo con él por tanto tiempo.

—Viaja tranquila, nos las arreglaremos. ¿Cierto, Kyle? Te llamaremos por la noche.—Beso a mi chico y tomo con desgane mi maleta cuando escucho el claxon del auto de mamá, beso la cabecita de mi pequeño bebé y vuelvo a besar con amor los labios de Shawn antes de marcharme.

Espero que todo salga bien.

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Shawn.

—Bien. Mamá no está, pequeño hombrecito. Tendremos que apañárnoslas solos.—Hablo con mi bebé con tranquilidad fingiendo que me escucha. Lo observo bostezar y estirarse un poco con pereza antes de soltar un pequeño quejido que dejaba claro que buscaba alimento.

Le dejo sobre su columpio y pongo un canal de caricaturas infantiles mientras me dirijo a la cocina por uno de los biberones que mi esposa se encargó de dejar listos.

Kyle solo tiene cuatro meses y no me he quedado a su cuidado por tanto tiempo como ahora. Realmente me aterra pero no podía fallarle a mi chica y frustrar sus planes de trabajo. Además, es solamente por un fin de semana. ¿Qué podría salir mal?

El cuidar a mi bebé durante toda la mañana y la tarde no es la gran cosa, cuando llegan las ocho Kyle ya está listo para irse a la cama. Le he dado un baño, le he dado un pequeño masaje con las lociones de lavanda que usuales usa y le acomodo entre mis brazos para arrullarlo mientras enciendo la televisión. Fue una mala idea ya que, ante mi mala costumbre de dejar muy en alto los altavoces de aquel artefacto, éste suelta un molesto sonido de inicio que termina por despertar y poner algo lloroso a mi hijo. Demonios.

—Oh no, lo lamento Kyle. Ven aquí, hombrecito.—Comienzo a caminar por toda la habitación tratando de arrullarle pero no tengo éxito alguno. Pruebo con algo de música clásica y con una videollamada a mis padres con la esperanza que mi pequeño se calmara al escuchar la voz de sus abuelos pero nada ocurre.

Quince minutos después escucho el timbre que indica que llego mi salvación.

—¿Necesitas ayuda, padre soltero?.—James, uno de mis mejores amigos ha llegado a mi rescate después de un texto realmente desesperado. Él es tío de dos niños, debe saber que hacer, ¿No?.

—No sé como calmar a Kyle. Le he sacado un susto con el televisor.

—¿No te han enseñado que los bebés y los ruidos extraños no se llevan bien? Dame al bebé y prepara un buen biberón tibio que mi sobrino lo merece.

James tiene métodos un poco extraños para poner a dormir niños, le arrulla meciéndole de un lado a otro y hace muecas ridículas sacándole a mi niño un par de sonrisas. Al menos ya no llora pero ahora está más despierto que nunca.

Tomo una de mis guitarras y toco un suave arpegio con las cuerdas dejando salir una canción de cuna. La misma canción que tocaba para el cuando aún estaba dentro del vientre de mi mujer.

Al final del día terminamos completamente rendidos sobre el sofá mientras observamos a aquel pequeño bebé comenzar a dormirse dentro de un moises.

—Te debo una hermano, gracias.

—Los espero mañana en casa, haré una barbacoa. Viste a Kyle con su mejor mameluco, será la sensación.

—Ahí estaremos.

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Kyle y yo llegamos a aquella barbacoa apenas inicia el mediodía. Hacer su bolso de viaje y montarlo por mi cuenta en el auto fue realmente una aventura. Debo encargarme de agradecerle a mi chica cada día de mi vida todo lo que hace por nosotros.

—¡Que bebé tan bonito!.—Puedo escuchar muchísimos comentarios así hacia mi bebé. Soy su padre, claro que él también tiene que ser realmente guapo.

Durante aquella barbacoa simplemente me limito a comer un poco mientras reviso cada tres minutos al bebé que descansa en los brazos de la novia de mi mejor amigo. Un par de chicas se han acercado conmigo tratando de averiguar mi estado civil, creo que se han tragado la historia que James les ha inventado sobre mi estatus de padre soltero.

—Enserio, si necesitas una niñera para el bebé o un poco de compañía puedes llamarme.—Mi teléfono comienza a emitir aquel timbre que me indica una llamada entrante sacándome del incómodo momento con aquellas chicas.

—¿Que pasa, cariño?, ¿Todo está bien en San Diego? Kyle y yo te extrañamos mucho.—Pude ver la cara de indignación de una de las chicas para después alejarse. Creo que solo ella ha captado el mensaje.—Pasaremos por ti a las cinco.

—¿Tu hermana?.—Pregunta la rubia que aún sujeta mi brazo.

—Mi esposa. Tenemos que irnos, lo siento.

Escucho una sonora carcajada por parte de mi amigo antes de disculparse por mi. Tomo a mi pequeño dormilón y una vez que me he encargado de despedirnos de todos tomamos camino rumbo al aeropuerto.

No puedo esperar por ver a mi chica.

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El reproductor Bluetooth del auto repite una y otra vez un par de canciones infantiles, observo el espejo que refleja a mi pequeño en su asiento y le veo sonreír con emoción mientras agita un par de sus juguetes.

Al volver mi vista al frente puedo observar al amor de mi vida dirigirse con una sonrisa enorme hacia el auto por lo que no dudo ni dos segundos en bajar y recibirse pero quedo como un tonto al ver como corre hacia la parte trasera para darle miles de besos a su hijo.

—Te extrañé tanto, pequeño mío.

—También te extrañé, cariño.—Río burlón mientras tomo sus maletas y las monto al auto. Mi chica me abraza y besa los labios antes de sonreír enormemente.

—Te extrañé muchísimo, amor. ¿Cómo se ha portado mi bebé?

—No ha sido tan malo. Pasamos una noche de chicos y asistimos a una barbacoa en casa de James. Ha ido todo genial.

—¿Tanto como para cubrirme nuevamente en dos semanas?

—Solo no te vayas tantos días. Me han llovido varias propuestas para madrastra de Kyle.

—¿Qué?.—Oh, oh.

—¿Quieres comer algo antes de ir a casa?

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