22:50

481 39 2
                                    

❣️

Actualmente normalizamos el hecho de tener frente a nuestro cuerpo sedado a un equipo de desconocidos con conocimientos impresionantes dispuestos a tomar un cuchillo y exponer por completo partes de nuestra anatomía que nunca deberían conocer la luz del día... o más bien la luz blanca de una sala de operaciones.

Pero realmente es la situación más aterradora que podría pasarle a alguien.

Tomar el bisturí adecuado, abrir, poner manos a la obra, cerrar y esperar un maldito golpe de suerte por la ausencia de complicaciones post-operatorias. El pan de cada día en la vida de un cirujano, independientemente de cuál sea su especialidad.

Existen miles de procedimientos perfectamente programados. Procedimientos que llevan su estimado tiempo y una gran destreza. Tiempos perfectos para recuperaciones perfectas.

Me dedico a esto más de trescientos días al año desde hace más de cinco años cuando concluí exitosamente un camino lleno de retos. Me preparé por más de seis años para mantener todo bajo un perfecto control. Pero nunca podrás prepararte correctamente para el desastre.

Los accidentes están a la orden del día. Todo puede convertirse en una situación de riesgo en las manos equivocadas. Desde una grapadora de escritorio hasta un auto para dos pasajeros, un cuchillo o un espejo. Todo es inseguro en las manos de la persona equivocadas.

¿Pero que sucede cuando el accidente no ocurre por una falla en el usuario y pasa como un efecto colateral?. ¿Cómo pretender que una persona políticamente correcta se encuentra en peligro por algo que no cometió?.

Eso ha pasado con el amor de mi vida y ahora se encuentra en proceso de entrar a la mesa frente a mí dejando en mis manos su existencia.

Como doctores existen conflictos y dilemas dentro del campo bioético que nos impide hacernos responsables del cuidado de nuestros seres queridos pero lo único que ronda por mi cabeza es, ¿Si es un caso de emergencia?, ¿Y si no hay tiempo de conseguir a alguien más?, ¿Si soy yo su única opción?. Nunca pensé enfrentarme realmente a esta situación hasta ahora... y ahora el miedo es el más grande reto al que me enfrento.

No tengo idea de que pensamientos tendré en el segundo en el que vea el rostro que observo cada mañana al despertar, al irme y regresar a casa, al que he adorado por años frente a mi sin ningún tipo de expresión y en ese dulce estado de inconsciencia.

Tengo miedo. Tener miedo está bien porque sentirlo significa que aún tenemos algo que perder.

Eres lo único que tengo. No te quiero perder.

He leído su expediente mientras preparan con urgencia su cuerpo malherido. Al parecer no trabajaré en solitario porque tenemos un caso de paciente politraumatizado. Ruptura de Bazo y laceración de Lóbulo Hepático derecho de tercer grado, hematoma subdural que debe ser drenando con urgencia y neumotórax a tensión tratado en el sitio del accidente. La lista sigue pero ya no quiero seguir leyendo, no quiero desmoralizarme más y romperme a mitad de ese quirófano.

Esta mañana tomamos juntos el desayuno en cama y decidimos volvernos los padres de un Golden Retriever... ahora lucho por salvarle del desastre que causó un maldito ebrio sobre ruedas.

—¿Quieres hacerlo?, ¿No te meterás en problemas por esto?.

—Soy su única opción, no hay otro titular de cirugía general disponible y si no intervenimos ahora no lo logrará. Voy a lavarme.—Puedo observar cierta tristeza en la mirada de mi colega pero no hace nada por detenerme. Ciertamente no hay nada que me detenga.

Vas a estar bien. Yo te cuido, vida mía.—Beso su cabello cubierto perfectamente con una cofia sin quitarme el cubrebocas que resguarda la mitad de mi rostro. Miro hacia arriba evitando derramar lágrimas y respiro. Necesito tranquilizarme si quiero sacarte adelante.

No es lo mismo operar a tu reloj que operar a contrarreloj. No es lo mismo operar siendo quien esté al mando del quirófano sosteniendo una conversación con el personal o escuchando la música que me relaja a estar compartiendo sitio con tres cirujanos más con el mismo objetivo y la misma presión entre los hombros.

—Esta sufriendo una fibrilación supraventricular.

—Administra Esmolol y llamen a Cardio. Esta noche no perderemos a nadie.

—Necesito perforar su cabeza. Deténganse por un segundo.

—Tengo una hemorragia activa, no puedo parar.—La desesperación se está apoderando de mí. Mi respiración se está volviendo pesada y mis manos comienzan a temblar pero lo soporto tanto como puedo. No puedo perderme y perderte por ello.

—El sangrado del hígado no cede. ¿Reseccionará el lóbulo entero?.—La voz del residente que me asiste me irrita de sobremanera aunque simplemente esté haciendo su trabajo. Es él quien debería estar liderando la cirugía como lo he permitido en múltiples ocasiones pero hoy no. No con este paciente.

—Le causaré una insuficiencia hepática. Necesitará un trasplante.

—Su condición le pondrá en primer sitio en la lista.

—Bien, necesito que te ocupes de la extracción del bazo mientras me encargo de esto. ¿Su tórax está estable?

—Su saturación está en buenos números. Seguiré al tanto.

—El hematoma está controlado. Aun hay respuesta fotomotora integra, ¿Qué más necesitas?.

Lo intento. Doy todo de mí y pongo en práctica todas mis horas de estudio y desvelos. Horas dentro de simuladores, días invertidos en videos de cirugías. Me he sentido en un lugar seguro dentro de un quirófano por cinco años, ¿Por qué me siento tan vulnerable?

—Aún no puedo detener el sangrado. ¡¿Qué demonios no estoy viendo?!

—Detente un segundo y piensa. Respira.—No puedo detenerme. Voy a perderte.

  —Entró en paro. Administrando Epinefrina, iniciando reanimación manual.

—¡Está sangrando! El tubo endotraqueal está obstruido.

—Cámbialo ahora, inicia ventilación manual y carga las paletas a 250. Vamos, tienes personas que luchan por ti. No te rindas.—Nada. No sucedió absolutamente nada después de esa primera descarga... y las siguientes administradas en un lapso de veinte minutos.

No pude hacer nada por salvarte. No intervine en los segundos más decisivos de tu vida... y ahora solo pienso que no haberlo hecho fue lo que llevó a tu deceso.

Tu corazón ya no resistió... tu alma me abandonó.

No pude salvarte.

Lo siento tanto.







Hora de la muerte, 22:50.

❣️

Perspectiva ambigua.
Formato Grey's Anatomy.












¿Les gustaría más OS de perspectiva ambigua? ¿Más formatos así?

{Shawn Mendes One Shots II}^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora