{Shawn Mendes One Shots II}^

SE: Inseguridades 💖

Serie Embarazo

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Versión 1
Roommates:Inseguridades💖

—¡Te ves hermosa, Sierra!.—Peach y Gigi están encantadísimas tocándome el vientre abultado por encima de la tela de mi floreado vestido beige mientras Kelsey solo se cruza de brazos y lee el menú fingiendo que no se ha dado cuenta que he llegado.

Después de haberme quedado toda una semana en casa reposando aquel torpe golpe en la ducha finamente puedo disfrutar de mis veintiún semanas de embarazo y darme el lujo de salir a desayunar con mis mejores amigas... quienes les ha parecido buena idea reintegrar a Kelsey en nuestro reducido grupo después de haber recibido un par de mensajes de ella.

—Aurora será una gran bebé, ¿Cierto?.—El comentario de Gigi me extraña un poco. Tenia no planeaba decirles hasta que llegara el momento adecuado.

—¿Como lo saben?.

—¿Crees que ese pastel en tu comedor hace un mes llegó solo, cariño?.—No tengo duda que tengo a las mejores amigas que pudiesen existir.

Las conversaciones que sostengo con Gigi y Peach son realmente genuinas. Decidimos no tocar mucho el tema de la bonita bebé que me convertirá en madre pronto ni de mi muy esperado compromiso y nos centramos en nuestros temas triviales favoritos.

—Cielos, Sierra. ¿Comerás todo eso?.—Kelsey está mirando con cierto asombro el gran plato de waffles con fresas que he pedido. Es la misma expresión que ha puesto cuando el mesero me ha traído un gran vaso de jugo de naranja veinte minutos antes.

—Si, últimamente me gustan mucho.

—¿Cuantos kilos llevas de más?.—Pregunta de forma directa dejando pasar las miradas ofendidas que Gigi y Peach le ponen.

—Kelsey.—Claro que Kelsey ignora por completo a Peach y sigue lanzando vomito verbal.

—No juzgo solo creo que es lindo que Shawn la ame aunque haya perdido completamente la figura. ¿Cuantas semanas tienes? ¿Treinta?

—Veintiuno.

—Que valor. Diecinueve semanas más comiendo de esa manera... que bueno que Shawn te quiere mucho.

—Ya sabemos que no eres tan idiota porque sabes restar, ahora cierra la boca y termina tu desayuno.—Gigi le recrimina y acaricia un poco mi mano sobre la mesa buscando reconfortarme.

Sé que no debería importarme lo que dice, pero si me ha herido un poco.

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—¿Porque has tirado tus pepinillos a la basura, cariño?.—No pensé que Shawn miraría el bote de basura cuando comencé a deshacerme de mis antojos chatarra favoritos. Tengo que inventarme algo.

—Tienen mucho sodio.

—Los has comido desde antes de saber que estabas embarazada, Sierra. ¿Segura que es por esa razón?.—Asiento y me levanto del sofá para ir a nuestra habitación y tomar una pijama.—Dime que sucede, cariño. ¿Algo no anda bien?

—¿Aún te gusto?

—¿Qué?

—Si, ¿Aún te gusto?, ¿No te molesta que ya no tenga el mismo trasero que antes y mi cintura esté por desaparecer?