Nanko dejó que la calidez del agua de su bañera la envolviese una última vez. Agarró una pastilla que creó para situaciones extremas, en las que tuviera que suicidarse sí o sí para que la misión saliera bien. La introdujo en su boca y se la tragó. No tardaría mucho en hacer efecto.
Alguien entró al baño de repente. Nanko, por el efecto de la pastilla, apenas podía vislumbrar una sombra.
—¿Qué se supone que estás haciendo? —Era Shinki. Nanko lo sabía.
—Tomar un agradable baño —respondió, sonriendo débilmente.
—Claro, con ropa -comentó él, burlescamente—. ¿Por qué tus párpados están tan rojos? Parece una hemorragia interna.
El chico se acercó a ella y la agarró por los hombros, dándose cuenta de que su piel estaba incluso más pálida que de costumbre.
—¿Qué has hecho? —preguntó él, viendo como empezaba a caer un filo hilo de sangre por la comisura izquierda de su boca.
—Déjame morir de una vez. No puedo irme en paz si estás aquí... —susurró ella. Shinki la sujetó con más fuerza, ya que comenzaba a escurrirse de su manos.
—Nanko no puedes hacerme esto —dijo él, limpiando con su mano la sangre que salía por su boca—. No puedes irte así. —La Uchiha realizó una carcajada sin gracia y cerró lentamente sus ojos. —¡No cierres tus ojos! ¡Joder, Nanko, no te duermas! ¡No mueras! Todavía tienes mucho por hacer... No te rindas. —Abrazó el cuerpo de la chica. Sintió como todo el peso de su cuerpo se apoyó en sus brazos, la levantó y corrió hasta el hospital médico. No quería entregársela a Sakura, así que buscó a Tsunade por los pasillos, desesperado.
"Vaya manera de volver a Konoha", pensó Shinki, que solo estaba ahí para reunirse con el Hokage y, de repente, se encontró con Nanko, únicamente para ver cómo se suicida. No había sido un día idílico precisamente.
—¿¡Nanko!? —preguntó Tsunade, mirando a la que un día fue su alumna con preocupación—. ¿Shinki? ¿Qué ha pasado?
—No lo sé, estaba así en la bañera, necesita ayuda.
—Eres consciente de que no puedo salvarla, ¿verdad? —dijo la mujer mientras la respiración de la Uchiha se debilitaba.
—¿Cómo? ¡Es su alumna!
—¡Es una ninja renegada! ¡Está en el libro bingo, no puedo ayudarla, ni yo ni tú! —exclamó Tsunade seriamente. Pese a que seguía queriendo a la Uchiha, no podía hacer nada por ella.
—No puedes abandonarla así, ella siempre ha protegido a Konoha...
—Si proteger para ti significa matar a su propio padre, no me imagino qué pasa en tu cabeza —susurró ella—. Si le ha hecho eso a su familia, no me imagino qué nos hará a nosotros.
—Así que así son las cosas ahora —dijo él—. Como Kazekage de la Villa Oculta de la Arena te ordeno que salves su vida. A partir de ahora, Sunagakure se ocupará de ella.
—No sabes lo que haces.
—No me hagas repetir la orden dos veces. —Tsunade agarró el cuerpo de la chica y llamó a un par de médicos más. Entraron en el quirófano y a Shinki no le quedó más remedio que sentarse en la sala de espera.
Los minutos pasaban lentamente, debían ser alrededor de las cinco de la tarde pero Shinki no dejaba de estar nervioso.
—¿Qué te trae por aquí, Shinki? —preguntó Naruto, poniéndose a su lado.
—Nanko —contestó él, secamente.
—Konoha se hará cargo de ella, por algo es una ninja renegada de esta aldea —explicó Naruto. Shinki realizó una mueca.
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Sharingan | Nanko Uchiha | Shinki
Fanfiction3º L I B R O || S A G A S H A R I N G A N 3° Temporada de Mangekyou Sharingan Ruta Shinki Nanko observó en primera persona como todas las personas que una vez quiso habían muerto por su culpa. No dejaría que Shinki fuese parte de esa larga lista, n...