- eh eh eh Itachi que haces aquí, no renunciaste al trono de Emperador ¿Por qué huiste y me dejaste sola? -. su voz se quebrará por los reclamos innecesarios, no tenía nada que ver con ella.
En primera instancia mi matrimonio era con Itachi, creo que desde ahí comenzaba mi tragedia con esa familia, el supo del matrimonio conmigo, solo decidió renunciar a todo y huir con una meretriz, que ironía verdad, nunca pude conquistar a ningún hermano, debe ser su maldición, pero ahora quien nos necesitaba, no necesita a ningún hombre, para sentirse amada, admirada y elogiada, comprendido después de tanta ira y lágrimas que la única persona que podía curarla era ella misma, lo que un hombre no me pudo dar, yo me lo puedo dar mil veces mejor, yo tengo que brillar sola y nadie me va opacar jamás y voy a volver enamorarme de mi vida y de mí.
- He venido por ti
Irónico verdad, es igual que su hermano o incluso peor, pero ya no la va a engañar de nuevo, nadie se va a burlar de mi, si ellos pueden jugar porque yo no.
- Te extrañado Itachi, todo este tiempo he pensado en ti-. Este juego es peligroso, debo tener cuidado, es como jugar todo o nada, si logro que me ame ciegamente abre ganado, pero si caigo en su juego abre perdido todo... Entonces juguemos.
El me miro extrañado, no es propio de mí, pero sus ojos se depositaron en mis labios, ya sabemos cuál es siguiente paso, pero no lo dejaremos tan fácil, su cabeza baja lentamente, sus labios se acercaron a los míos, pero recordemos que soy una mujer casada, puse mis manos sus labios.
- Itachi, no, soy la esposa de tu hermano y tu emperatriz, hagamos como que esto nunca paso, me supongo que va a ir hablar con el emperador, así que me retiro.
- Vine a recuperarte a ti y a mi reino.
- Demasiado tarde, no crees-. Solté una risilla discreta. - se te hace tarde, me retiro, lindo día.
- Ino hemos terminado nuestro paseo, regresemos al palacio.
- Si mi señora, digo Hinata.
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- A donde fue la Hinata-. Ella nunca había salido del palacio a menos que tenía un compromiso con él.
- Según los guardias, salió con su acompañante Ino, fueron al campo de lavanda
- Cuando vuelva, dile que quiero hablar con ella.
- Enseguida, mi señor.
En varios días, solo he recibido una carta de ella, pensé que esta enferma, pero nunca me atrevido a entrar a casa, no creo que me pudieran controlar, ahora sale sin avisarme o pedir permiso, acaso me esta engañado o es otro hombre es su vida, pensar eso lo hacia enojar demasiado, no lo iba a permitir ella es suya y nadie la va a tocar.
- Mi señora, el emperador quiere verla
Ahora que quiere, antes estuviera saltando de felicidad, arreglándome, cambiándome por mi mejor vestido, pero no lo necesito.
- Iré ahora mismo.
- Pero mi señora Hinata, no se ira cambiar, está llena de polvo. - dijo Ino
- No, estoy bien, podemos ir ahora, tengo cosas que hacer.
- Venga por aquí, mi señora
Nos dirigimos al palacio, no lo recordaba muy bien, solo dos veces ha estado ahí, cuando se caso y cuando fue a dejar la comida, que bajo has caído ese día Hinata, creo que eso hace el amor no, ahora no es importante.
- La emperatriz está aquí, mi señor
- Que entre
Entre mi señora, lo vi estaba sentado con su traje negro y su camisa blanca que se podía ver sus músculos, su cabello arreglado y su mirada fría, se veía bien, pero ya no sentía nada, era como ver a un extraño, no lo veía como antes.
- He venido a tu llamado, mi señor que deseas.
- Porque tu ropa esta tan desaliñada.
La vi entrar con elegancia y con cierto aire de superioridad que no era propio de ella, su ropa estaba desaliñada, pero se veía hermosa, sus mejillas rosadas iluminada todo su rostro, realmente preciosa.
- Es por eso, por lo que me ha llamado, cuando llegue a mis aposentos, me cambiare, si es todo me retiro.
- Quien te dijo que solo por eso te llame.
- Mi señor sea breve, tengo cosas que hacer.
- ¿Cosas? - lo estaba haciendo enojar a propósito, acaso llevo a su amante a sus aposentos y lo esconde ahí.
- Si es todo, me retirare, lindo día.
Nunca se había sentido tan enérgica, ya no era la niña que todo manipulada, saldría de esa habitación como la mujer apoderada, fuerte y valiente, pero de repente sintió una mano en su brazo, sus ojos se veían furiosos, la estaba lastimando.
- No he terminado de hablar contigo, dime quien es, acaso porque no correspondí a tus sentimientos, fuiste a conseguir a otro hombre, que te satisfaga tus deseos.
- Me estas lastimando, suéltame, he dicho que sueltes. - solté una cachetada a su rostro. - Primero a mí me respetas no soy de tu propiedad, segundo nuestro matrimonio es arreglado, como el primer día que llegue aquí aclaraste las reglas, lo que hagamos cada uno con su vida el otro no va a interferir, así que no me vengas con escusas baratas o reclamos tontos, del esposo devoto y fiel que eso no tengo cariño, así que deja de meterte en mi vida, me retiro.
- No te vas a ir a ningún lado, hoy vamos a consumar nuestro matrimonio, hoy le daremos al imperio un heredero.
- Estas loco, no me voy a quedar aquí.
- Vamos a ver si puedes salir de aquí, así que relájate y quítate la ropa.
- Prefiero morir.
Su paciencia se estaba acabando, hoy iba ser su noche, quería que fuera especial, pero Hinata no colaboraba, hoy iba ser cruel, la iba a lastimar de todas las formas que existen, ella iba a saber quién es su dueño. Se acerco a ella, la tomo de la cintura, acerco sus labios a los suyos, pero ella se resistía, tomo su cabeza con fuerza y la beso, por fin pudo sentirla sus labios eran suaves, introdujo su lengua a su boca, no podía apaciguarse, estaba loco por ella, bajo su mano debajo de vestido, su piel era suave, sus muslos eran firmes, los apretes, escuche un pequeño gemido de su boca, me estoy volviendo loco.
- Déjame ir, no quiero por favor
- Te dije que no te metieras conmigo.
- Hermanito, dijo que la dejaras.
- Itachi que haces aquí.
Sasuke me soltó de su agarre y salí lo más rápido que pude, me sentía sucia, asqueada, nunca debía relacionarme con esta familia.
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Mi Emperatriz
FanficTu pecho subiendo y bajando al ritmo de esa flauta que me cautivo, ojala me hubieras amado tanto con yo te ame, tal vez hubiéramos sido felices....