7 - Graham Manor

2.1K 166 37
                                    

Narrado por Terry

Cinco minutos antes

Hoy pasé el día con un humor del demonio, en parte por culpa de Brower que se dedicó a contarme todos los detalles de la reunión que tuvieron anoche con mi Pecosa. Luego me relató, sorprendido, como ella cruzó el bosque saltando de rama y rama hasta llegar a su balcón. Pero lo que realmente me molestó es que nunca llegó la conversación que quería escuchar. Ella aún es novia del afeminado de Cornwell.

Me acuesto sobre la cama y enciendo un cigarro, aunque el Principito trató de convencerme para ir a la fiesta de Graham Manor, conozco muy bien mis debilidades, primero la Pecosa y segundo el alcohol y mi reacción violenta cuando me emborracho, así que con las ganas que tengo de matar al Camisas de Seda, al primer trago hubiera terminado desfigurándolo y no quiero que tenga motivos para hacerse la víctima con Candy. Además ya tengo suficiente con la reputación inmerecida que tengo de mujeriego como para arriesgar  mi "relación" (si se puede llamar así) por alguna de esas mujeres, así que sorprendentemente y por primera vez en mi vida, he decidido huirle a los problemas y quedarme tranquilo en mi habitación.

Termino mi cigarro, me acomodo entre las sábanas y me preparo para comenzar una fantasía erótica y masturbarme pensando en ella.

De repente escucho unos pasos en mi balcón y sonrío. Me levanto de la cama para sorprenderla cuando atraviese el ventanal, cuando entra la abrazo apretándola contra mi cuerpo y amasando sus senos con deseo.

- ¡¡¡Terry!!! ¡¡Quita tus sucias manos de mí!! - cuando escucho su voz, un profundo escalofrío me hace soltarla con brusquedad - ¿Estás loco? Y si hubiera sido un ladrón ¿también lo hubieras recibido así? - yo ni siquiera puedo hablar, acabo de manosear a ¡Mi prima! - ¡Me apretaste las tetas! - exclama enojada, pero luego se calma y me mira entrecerrando los ojos - ¡Ahhh! ¿Esperabas a otra persona entonces? ¿Verdad? ¡Tienes que contarme! ¿Acaso el selectivo Terence Grandchester ha encontrado a su dulce amor?- me pregunta emocionada.

- ¿Qué haces aquí? - le pregunto aún conmocionado por lo que acaba de pasar.

- Sí yo también estoy feliz de verte ¿Cómo has estado? ¿Cómo estuvo tu vida en París? - recita de manera histriónica.

- Entonces te apareces en mi habitación a mitad de la noche como un fantasma y tengo que ser cordial y educado-

- Eres un Grandchester, nunca serás cordial y educado -

- Probablemente - nos reímos. Loli es mi única prima, o al menos reconocida, es la hija de mi tío Graham y mi tía Grace Graham, una bella actriz francesa. Hace dos años su madre se cansó de las infidelidades de mi tío y se fue a su natal París, llevándose a Loli con ella.

- Por Dios, es tardísimo - dice mirando su reloj de pulsera -  no hay tiempo que perder, tienes que ayudarme, es mi madre está a punto de cometer una locura y sé que a ti sí te escuchará -

- ¿La tía Grace? ¿Pero porqué me escucharía a mí? - pregunto confundido.

- Eres su pastelito ¿recuerdas? Además sé que es muy débil a los encantos de los hombres Grandchester-

- No sé si lo notas, pero ya no tengo diez años -

- Ni yo - dice, coquetamente mientras gira sobre sus pies, en serio ha crecido, especialmente en ciertos lugares, aunque era de suponerse, antes de conocer a Candy pensaba que su madre era la mujer más hermosa que había visto en mi vida- pero no perdamos más tiempo, te explicaré en el camino - ella me toma de la mano y me hala hacia el balcón, miro la ventana de Candy y su luz está apagada, al fin algo a mi favor, no quiero ni imaginarme en las locuras que podría pensar si me ve saliendo de mi habitación con una mujer - Vamos apúrate - ella baja por la enredadera de la pared y yo la sigo de cerca, luego nos escabullimos por la salida donde sabemos que nunca hay vigilantes.

Despertando la Pasión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora