Prólogo.

6 0 0
                                    


La chica se sentó en el capó del auto, con las manos temblando y el dolor de sus nudillos ardiendo como brasas. No le importaba realmente, porque se sentía bien, correcto de alguna forma. Él la miró; él ojo morado y el labio partido, la forma en que su boca tomaba el cigarrillo y expulsaba el humo. Era como ver la película más triste y hermosa de la historia al mismo tiempo.

—¿Tengo algo en la cara o qué?—preguntó, bromeando.

Él no rió. Nunca lo hacía, pero ella seguía haciendo esas bromas sobre las situaciones difíciles. El chico se dijo que estaba bien, en la mente de ella, que era un mecanismo de afrontamiento y que no debería meterse con ella por eso.

Así que, se guardó sus opiniones, y simplemente dijo:

—¿Que ganaste con eso?

Estaba bien la pregunta, porque era lo suficientemente juzgadora como para que sea importante, pero lo suficientemente casual como para que pueda pasar desapercibida.

—Ciento cincuenta dólares y el saber que gané—dió una calada, manteniendo su mirada en el acantilado frente a ellos—. Eso es todo lo que necesito.

El chico tragó saliva duramente, conteniendo las ganas de gritarle. Eso nunca funcionó y no iba a hacerlo en ese momento. Quería llorar de la frustración al ver como ella ignoraba todo, se destruía a su misma y se reía de eso.

—También ganaste golpes que probablemente duren semanas.

Ella lo miró por primera vez desde que llegó. Sus ojos eran verdes, pero en ese momento no tenían color, simplemente estaban tapados por la ira y la profunda angustia que ella siempre intentó ocultar pero que nunca pudo; no con él. A él siempre le gusto ver sus ojos pero ahí, viendo aquellos ojos sin color y con esas emociones, pensó qué tal vez simplemente le gustaba verlos cuando brillaban por la felicidad.

—No son peores marcas de las que ya tengo dentro mío. Se irán eventualmente y volveré a hacerme otras, porque así funciona el mundo y así funciono yo. No me puedes arreglar porque no puedes arreglar el efecto domino que es el mundo.

Le sonrió tristemente y expulsó la última calada antes de subir al auto.

[•••]

A N T E S  D E  L E E R

Este libro tiene contenido que habla sobre la violacion, el abuso sexual y violencia gráfica.
También contiene un poco de homofobia, rasismo, clasismo y una fuerte misoginia y/o machismo.
Trata también trastornos como la ansiedad, depresión, los trastornos alimenticios, y estrés postraumático.
Se toca levemente la disociación.

Si sos sensible a estos temas, te recomiendo no leerlo. Voy a poner advertencias en los capítulos que se traten temas sensibles. Lo leen bajo su propia responsabilidad

Si entraste acá para entretenerte, lamento decirte que vas a salir sollozando, llorando y probablemente con algunos mocos. Y muchas ganas de matarme.
Ya podes empezar tu lectura. Suerte.

El chico que lloró en las estrellas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora