MinShua

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“Las moiras tejen un suéter con el hilo de tu vida
Te comes los respiros como un racimo de uvas
Soy tan miserable, oh, tan miserable
La vida se me va, tan rápido como...”

— El rayo McQueen.

Joshua dio un brinco sobre su sitio, quejándose de dolor cuando mueve de más su pie.
A su lado, Mingyu sonríe mostrando sus caninos con orgullo.
Por un momento, Joshua siente vergüenza.

— ¿Pudiste leerlo..?— pregunta con cautela, puesto a qué las palabras en su libreta estaban en su idioma natal.

Mingyu no sabía mucho inglés.

— Sólo la última parte. El rayo McQueen es rápido, encaja bien.

El rostro de Joshua se tiñe con incredulidad, ¿En verdad esa persona solo era dos años menor que él?
Por lo menos está aliviado de que no haya podido leer sus poemas dignos de adolescente atravesando por una etapa de rebeldía. Intentó erguirse, pero inmediatamente hizo una mueca de dolor antes de negar con la cabeza. No, no se movería en lo que quedaba del día.
Mingyu lo miró con preocupación y culpa.

— Perdón, de haber sabido que nunca antes habías subido un árbol...

A sus ojos, el moreno parecía un cachorro bajo la lluvia, juraba poder ver un par de orejas caídas y una cola entre las piernas.

— No fue tu culpa, no es como si tú me hubieras tirado del árbol. Además, quería intentarlo.

Recordó la sensación de adrenalina que la altura que había tomado le había obsequiado. El viento moviendo su cabello con suavidad y... El sonido de la rama quebrandose debajo suya.
Enrojeció de vergüenza al recordar aquél momento, pudo haber terminado seriamente herido, si, pero ahora que estaba a salvo y solo con lesiones menores y una pierna enyesada, se sentía como un inútil.

— ¿No estás enojado conmigo?— Mingyu preguntó con un brillo en los ojos, Joshua sentía que cualquiera que fuera su respuesta, haría que rompiera en llanto.

Negó cautelosamente con la cabeza.

— Estoy bien, soy más fuerte de lo que parece.— Conforme con sus propias palabras, le dio una sonrisa calmada.

Antes de que pudiera decir una palabra más, el moreno de mayor estatura ya lo sostenía contra su cuerpo, enterrando su rostro en su pecho dejando salir un sollozo.

— ¡Tenía mucho miedo, hyung!, ¡Creí que jamás volvería a ver su cara, no, ni un cabello suyo!

Joshua parpadeó, confundido por el desarrollo de los acontecimientos. A pesar de la confusión, un cálido sentimiento se estableció en su pecho cuando escuchó ese “hyung” por parte del moreno.

Mingyu era malo para sus muelas, tan dulce que podría causarle caries. Aunque odiaba ir al dentista, si se trataba de él podría enfrentarlo mejor.

Palmeó su cabeza con torpeza, pero aún así su sonrisa se mantuvo.

— Tan dulce como el algodón de azúcar. Ah, esa es una buena frase. Necesito apuntarla.
— ¿Dijo algo, hyung?
— No, no, vuelve a abrazarme hasta que dejes de llorar, está bien.

Quizá debería cambiar el contenido de sus poemas por uno menos agrio, sólo quizás.

; ESPERO QUE LES GUSTE PQ NI YO SUPE QUE ESCRIBÍ, MINGYU ES MUY DULCE, THAT'S IT, THAT'S THE DRABBLE.

I was made to love you. [Mingyu Centric]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora