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Un mes había transcurrido desde que Saori y Eimi se unieron a las clases, apesar de las preocupaciones de los profesores las dos chicas se llevaban bastante bien con la mayoría de los alumnos. Pero con sus hermanas mayores cada vez que las veían intentaban lanzarse contra ellas para saber quién era más fuerte, pero las mayores jamás les tomaban mucha importancia a eso.... Después de todo no iban a luchar con alguien que comparte su misma sangre.

—¿Por qué odian a sus hermanas?— Preguntó Mina confundida al igual que varias chicas.

—Porque no les importó nuestra existencia, no les importó lo que nos pudo pasar.— Contestó Saori algo molesta, pero intentaba que eso no se notara.

—No creo que eso sea verdad.... Hayashi-san y Yukimura-San siempre se preocupan por los demás aunque no se vea a simple vista.—Yaoyorozu se cruzó de brazos pensativa.

—Ellas vivieron bajo la comodidad de un hogar, nunca les faltó nada y no tenían que luchar para sobrevivir.— Ahora fue Eimi quién hablo y no pudo esconder el odio que hay en su corazón.

Toda la clase guardó silencio al escuchar eso, no sabían como responder a eso, después de todo no conocen muy bien a las dos hermanas mayores.

Bakugō frunció el ceño bastante molesto, varias explosiones salieron de sus manos mientras se acercaba al puesto de ambas, iba a decir algo pero alguien habló primero que él y eso lo molestó aún más.

—Ellas en su primer día aquí llegaron llenas de vendas y heridas, ¿Eso se le considera que tenían una vida cómoda?— Habló Midoriya ligeramente molesto, recordaba como ellas eran de pequeñas.

—Yukimura y la pelo de chicle siempre estaban pendientes de la hora y había cierto miedo en sus ojos, aunque ellas intentarán esconderlo en sus brazos poseían varias heridas y vendas..... Ellas no vivieron una vida tranquila.

Eimi se levantó de su asiento molesta, deseaba atacarlo con sus garras envenenadas, pero Saori la tomó de la muñeca y congeló un poco de esta, no estaba de humor de detener una posible pelea y termine siendo castigada junto con su mejor amiga.

Bakugō salió del salón bastante furioso, pero debía calmarse y no explotar a alguna de ellas dos, después de todo son hermanas de Shiori y Airi... No deseaba crear más distancia de la que ya había con la peliceleste.

Los alumnos que se encontraban caminando por el pasillo al ver a Bakugō inmediatamente se hacían a un lado para no chocarse con él  y generar una posible pelea, todos los alumnos ya conocen bastante bien el temperamento del rubio.

—¡Fijate por donde vas maldito extra!

Varios papeles y carpetas cayeron al suelo después de que Bakugō chocará con una persona, iba a continuar gritándole pero guardó silencio y todo su cuerpo se puso tensó al darse cuenta con quien había chocado.

—No creo que sea correcto gritarle a las personas, además podías ver qué mi campo de visión se encontraba obstruido por tantos papeles y carpetas que tenía en mis manos.

—..... Lo siento.... Te ayudaré, ¿Dónde tienes que llevarlos?— le preguntó apresurado mientras le ayudaba a recoger todo.

La Yukimura mayor le dijo varias veces que no hacía falta que le ayudase pero el rubio no le hizo caso y tomó la mitad de los papales para caminar hacia la sala de profesores. Le intrigaba saber por el contenido de todos aquellos documentos, pero sabía que ella no le iba a decir absolutamente nada y prefiero guardar silencio.

★★★★★★★★

Nejire, Airi, Mina y Yaoyorozu miraban atentas a Shiori, esperaban con mucha impaciencia la respuesta a la pregunta que su mejor amiga le había realizado.

—¿Cuándo te vas a declarar? ¡Ya has dejado pasar mucho tiempo!— volvió a insistir Nejire, deseaba lo mejor para ella.

—Me... Me resulta imposible poder decírselo a la cara, por lo cual hace unos días le escribí una carta.... Pero tampoco he podido entregársela.

Shiori sacó de su escritorio un sobre verde, con unos diseños bastante delicados y muy elaborados propios de ella. Les mostró el sobre en el cual se encontraba la carta ya escrita con letra perfecta, todas las que se encontraban en la habitación podían ver cómo la mano de ella temblaba ligeramente por los nervios y como sus mejillas se teñían por unos segundos de rojo, pero estos desaparecían después de unos segundos ya que la mujer activaba su quirk.

—Bien, yo dejaré la carta en su mochila durante el almuerzo.— Habló rápido Airi mientras le quitaba la carta de las manos para que no pudiera oponerse.

—¿Segura que puedes?— Le preguntó algo preocupada.

—¡Pues claro! ¿Por quién me tomas?

—Lo peor que podría pasar es que Airi se equivocara de mochila.... Pero la probabilidad de eso es bastante baja.— Nejire no pudo evitar reír al pensar en eso.

A la mañana siguiente Shiori andaba con un nudo en el estómago por los nervios, pero lo ocultaba a la perfección para no tener que dar explicaciones a los profesores o sus amigas, aunque ellas ya sabían que se encontraba algo nerviosa.

Intentó mantener lo más ocupada posible su mente, ayudando a los maestros llevando algunos documentos al director o avanzando con algún trabajo, pero apenas sonó el timbre que anunciaba la hora del almuerzo todo su cuerpo se tensó.

—¡No estés nerviosa! Confía en mí Shiori.— le sonrió Airi mostrando la carta en su mano.

—Creo que yo debería entregársela....

—Si lo haces tú, estará en tu mochila o entre medio de alguno de tus cuadernos por varios meses más .... Y lo más probable es que sea demasiado tarde. Yo quiero que seas feliz, aunque sea con ese brócoli asustadizo.

La peliceleste no pudo evitar realizar una leve sonrisa al escuchar a su revoltosa amiga, ella tenía razón en una parte, no podía quedarse estancada sin hacer nada y Airi era quien le daba ese pequeño empujoncito para poder continuar.

Ambas se abrazaron con fuerza y Airi no tardó en salir del salón para ir a completar la misión que tenía, pero claro que antes tendría una pequeña desviación.... ¡Nadie se enteraría y todo saldría a la perfección!

Shiori suspiró varias veces para eliminar el nerviosismo que aún estaba en su cuerpo, una vez que logró volver hacer la misma de siempre salió del salón para caminar hacia la cafetería y comprar comida para ambas. Mientras caminaba miraba por las ventanas a los demás alumnos que ya se encontraban comiendo en algunas bancas o estaban divirtiéndose en grupo.

Pero al ver algo la peliceleste no pudo evitar detener su andar, su mano se apoyó en la pared y está poco a poco se congelaba.  Podía ver claramente como Saori charlaba con Midoriya animadamente, ambos se encontraban sonrojados y de un momento a otro la peliblanca saco una carta de su bolsillo y se la extendió al chico.... Se trataba de una carta de amor que Midoriya no tardó en aceptar y más nervioso que antes como también sonrojado asintió con su cabeza mientras sonreía.








Algunas lágrimas se deslizaron por sus mejillas, hace bastante años que no tenía ganas de llorar.... Si que lo había arruinado por completo, tardó demasiado en darse cuenta de sus sentimientos y de poder plasmarlos en una carta.....



En una condenada carta.

Condenada carta. [Bakugō Katsuki x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora