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Olivia tenía su plato de hotcakes a un lado. Mientras una de sus manos sostenía el tenedor en su boca, la otra se ocupaba de trazar líneas gruesas con colores brillantes de sus crayones en la hoja pálida frente a ella. Finalizó un trazo de color azul y levantó la vista, observando a su padre. Este estaba con una de sus manos en su cadera y la otra en el mango del sartén; sin embargo, no parecía estar prestando atención o dándose cuenta de que el hotcake en la estufa se estaba quemando.

—Uhm... papá.

—¿Sí?

—Algo huele a quemado.

El mayor frunció las cejas hacia su hija y de pronto pareció volver a tierra, observando la sartén a su mando y apagó la llama de una sola vez, sonriéndole a la niña con algo de vergüenza, apenado consigo mismo por estar tan distraído últimamente.

—Lo siento... papá está un poco desconcentrado hoy.

—No te preocupes, papá siempre hace los mejores hotcakes del mundo —dijo ella —Incluso si están quemados, debe saber delicioso —animó.

Chanyeol sonrió y caminó hacia ella, sentándose a su lado. Acarició su cabeza y besó esta, mirando la hoja donde la niña estaba pintando.

—¿Hmm? ¿Qué estás dibujando? —preguntó con una pequeña sonrisa que poco a poco fue desvaneciéndose al darse cuenta.

—Papá, ¿no lo entiendes? Este eres tú —dijo, señalando una persona de cabello azul —Este es Baekhyun oppa —nombró anonada, apuntando a otro de sus personajes de cabello rosa —Y esta soy yo —dijo finalmente, señalando a una niña de vestido y largo cabello violeta.

—Oh... ya veo. Pero, ¿por qué mi cabeza es azul y la tuya violeta?

—Pff... ¿de verdad no lo entiendes...? —preguntó en un refunfuño —El color azul y el color rosa crean el color violeta, papá. Por eso mi cabello es de ese color —explicó con total sencillez.

—Ha... bien —dijo solamente, escuchando la alarma anunciando que ya debían salir —Vamos, es hora de ir a la escuela.

—Okay~

Olivia se levantó con su dibujo bajo el brazo y tomó su mochila mientras su padre arreglaba su saco para el trabajo. Caminó hacia el refrigerador y buscó un imán, pegando la hoja en la puerta de esta. Se detuvo pensativa frente a esta, algo le faltaba. Buscó dentro su mochila un lápiz de color rojo y comenzó a darle forma al último toque en su obra de arte.

—Olivia, vamos —llamó su padre desde la sala.

—¡Ahora voy! —avisó, sonriendo cuando dio por finalizado su trabajo.

Guardó el lápiz en su bolsillo y saliendo de la cocina se encontró con su padre.

—¿Qué estabas haciendo? Espérame en la sala, olvidé mi celular en la mesada.

La niña obedeció y salió. Chanyeol con pasos rápidos se dirigió hacia donde estaba su móvil y cuando estaba saliendo también, algo nuevo en su refrigerador llamó su atención. Se detuvo y dio un vistazo. El flamante dibujo de su hija ahora estaba decorado con montones de corazones rojos en todos los tamaños que los rodeaban. Sonrió levemente, posando sus ojos en el Baekhyun del papel.

Había pasado un mes. No había sabido nada de él, tampoco lo contactó tal y como el joven se lo había pedido. Para su suerte, Olivia había comprendido el hecho de que Baekhyun se había mudado a una casa mejor porque en la anterior ya no era feliz, y que por esa misma razón, quizá, ya no podía verla tan seguido en la estación de buses donde siempre se encontraban. Ella quiso fervientemente llamarlo o enviarle algún texto para decirle que lo extrañaba, sin embargo, su padre le había hecho entender que el joven pelirosa estaba demasiado ocupado con sus exámenes y tal vez trabajando, aunque no lo sabía con exactitud. De igual manera, la pequeña Olivia decidió asimilarlo y se comportó maduramente, pero ahora mismo era él quien parecía no poder comportarse igual. Treinta días sin noticias sobre Baekhyun le había parecido una eternidad y no comprendía la urgencia de saber sobre él cuando apenas le conocía.

𝑶𝒍𝒊𝒗𝒊𝒂 ➳ chanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora